martes, 19 de octubre de 2021

Sé consciente de tus acciones, reacciones y resistencias

Satsang es una oportunidad para que mires en tu interior, lo que ocurre allí. En la mente hay mucha confusión —este es el estado común de "la persona"—. No eres consciente de tus acciones, reacciones y resistencias. Es muy importante que veas tus resistencias, de lo contrario te mantienes preso, en la cadena de la resistencia. Ver tus reacciones es la única oportunidad de liberarte de ellas, de lo contrario continúas atrapado en ellas.

Cuando tus acciones nacen de las reacciones, son las acciones de un prisionero, y un prisionero no actúa con libertad. En el momento en que ves esto, estás fuera. Solo cuando estás realmente fuera de esas acciones reactivas, de esas reacciones psicológicas y de esa resistencia, te encuentras a ti mismo en absoluta Libertad.

Por lo tanto, es muy importante estar en Satsang. Aquí puedes investigar esto e ir más allá de la mente egoica. ¡Este momento llamado "Satsang" es precioso, es muy valioso, muy importante! Aquí, todo cae, todo se disuelve, todo desaparece. Ya no hay tensión, ni conflicto ni miedo, solo Silencio, Verdad, Inteligencia, Libertad... ¡La Libertad es lo más importante que hay!

No hay Libertad cuando se está preso. Cuando estás preso, actúas como un prisionero. Así son tus acciones y reacciones dentro de la resistencia de la vieja identidad que crees ser. La naturaleza de la mente es vivir en conflicto. Tienes todo tipo de problemas, todo tipo de sufrimiento. No puedes resolver los problemas porque, en la mente, tú eres el problema. Permaneces atrapado en esto.

Lo importante aquí es que te des cuenta de que lo que estamos diciendo procede completamente. Acciones, reacciones y resistencias: el viejo movimiento de la mente egoica. La vida en la mente es contradicción: se siente una cosa, se piensa otra, se dice otra y se hace otra cosa totalmente diferente a todo esto. ¿Es o no es así? No hay Lucidez, no hay Claridad, no hay Libertad.

*Transcripción de un discurso ocurrido en un encuentro online, realizado el 25 de enero de 2021. Publicado por primera vez en portugués el 12 de febrero de 2021. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

domingo, 3 de octubre de 2021

¿Cómo ve el mundo el ser despierto?

Cuando me involucro en una actividad intelectual que requiere el pensamiento, por ejemplo, ahora, con el uso de la palabra, para la que se requiere verbalizar, no puedo ver una frase siendo formulada para expresarse; estoy tan sorprendido como tú, escucho junto a ti. Siempre estoy en el punto cero. Por ejemplo, cuando te cuento una historia, la veo surgir junto a ti. Cuando empiezo un discurso en Satsang, sé que vendrá, que fluirá. ¿Sabes cuando estás mirando el fondo de un pozo, miras hacia abajo y no puedes ver nada? Metes la mano en la cisterna para coger el agua, luego la sueltas y cae en el agua, luego la retiras y coges un cubo de agua, y luego dos, tres... así sucesivamente. Tratar con la Conciencia es algo así: no sabes a qué profundidad encontrarás agua, pero el pozo nunca está seco; tampoco sabes qué tipo de agua encontrarás.

Las personas hablan desde el conocimiento; los que son oradores aquí pueden confirmarlo. Estudias, investigas en internet, memorizas unas líneas, subrayas unas frases, y no hablas desde el Vacío, desde el No Saber, desde el Silencio. La Conciencia no es así, porque no necesita esto. La Conciencia es la Fuente. Y nunca se sabe qué va a salir de la fuente: agua dulce, agua salada, agua contaminada o agua pura. Nunca sé lo que voy a decir antes de decirlo.

Participante: ¿La memoria está en la mente?

Marcos Gualberto: Lo que usted llama mente es un depósito de información. Cuando conduces un auto, ¿qué es lo que está en acción? ¿La memoria motriz? Fíjate en que la mente es algo más que la memoria de las palabras, las imágenes y las ideas, porque también es memoria en movimiento. ¿Y dónde está la memoria? En la mente. Sin embargo, hay que entender la mente como un almacén invisible, en el que se encuentra de todo: productos en buen estado, en mal estado; cosas estropeadas, con fecha de caducidad, etc. La mente es algo así, un almacén invisible, pero con un detalle: nadie es dueño de este almacén; nadie tiene nada propio aquí. Este depósito tiene algunas subdivisiones: memoria visual, memoria auditiva, memoria emocional, etc. Este depósito, repito, no tiene dueño, pero tiene unos compartimentos que son supuestamente propiedad privada, y ahí está la persona, que no es más que memoria. Todo este depósito no es más que una aparición, sin importancia alguna, en este Espacio, que es la Conciencia.

Participante: ¿Es eso lo que da realidad a la persona? ¿Necesito el cerebro para acceder a eso?

Marcos Gualberto: Lo que le da realidad a la persona es solamente la memoria, pero de alguna manera, por una deficiencia de la máquina, esta memoria, supuestamente ubicada en ese espacio particular, presenta algunas fallas; incluso puede ser borrada permanentemente para ese organismo cuerpo-mente, representado aquí por estos espacios, y todo esto es mecánico e independiente, y sucede automáticamente. Sin embargo, la relación del Despierto con la memoria es diferente: a causa de la Conciencia, de la Presencia, en este organismo, lo que es automático y mecánico puede ser sacudido, debido a la libertad que trae la Conciencia. Sin embargo, no tienes que estar despierto, y puedes actuar como una máquina, como una marioneta en el mundo. Dios es un lujo... La Conciencia es un lujo... La Presencia es un lujo. Solo sientes la necesidad de Dios cuando te das cuenta de que no basta con este recuerdo, con esta mecánica; que no puede ser solo eso; que debe haber algo fuera de toda esta locura.

¡Aquí está la clave del despertar! ¿Cómo ve el mundo el Despierto? Él no ve el mundo. Él es el origen y el fin del mundo. Nunca está separado del origen y del fin, y por lo tanto no hay miedo... miedo a eso que la mente llama muerte. ¿Cómo puede desaparecer Aquello que crea todo, como quiere, cuando quiere? Nunca tendré la experiencia de la muerte, porque yo soy la muerte, pero también soy la vida… Yo soy la aparición y la desaparición, el Alfa y el Omega, la Conciencia jugando al despertar.

Transcripción de una charla que tuvo lugar en marzo de 2015. Publicado por primera vez en portugués el 31 de marzo de 2015. Accede a nuestra agenda y prográmate para estar con nosotros: https://mestregualberto.com. Ven a recibir un soplo de esta Gracia. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

viernes, 17 de septiembre de 2021

La Relación Verdadera

Podemos llamar al contacto entre el Maestro y el discípulo una "Relación Verdadera”. Hablo de una actividad directa del Maestro con una respuesta adecuada del discípulo. Puedes intentar sortear esto, pero no obtendrás grandes resultados. La Autorrealización es algo único e irreversible. Es por eso que no puedes hacer algo para que suceda, ni es algo que construyes a tu manera.

Puedes ser autodidacta, aprender muchas cosas en la vida casi por ti mismo, basándote en las experiencias de otros, sin un maestro directo, pero cuando hablamos de Autorrealización, estamos hablando de algo totalmente diferente, que no se aprende por experiencia, es decir, no es algo que puedas averiguar cómo hacer con otros. Es como nacer: no se aprende a nacer de los demás; se nace. O naces, o no naces. No tomarás esa experiencia de nacer de otros para así nacer. Así que, en el Reino Divino, en el Reino de la Gracia, no se puede encontrar la “manera”.

Aquí en Brasil circula un dicho sobre el “jeitinho brasileiro” —la “manera brasileña”—, que significa que los brasileños siempre encuentran una manera de hacer todo. Sin embargo, los brasileños no pueden encontrar la manera de Realizarse. ¡Aquí no existe el “jeitinho brasileiro”! Entonces, no hay cómo burlar Esto, no hay cómo quebrar las reglas, porque la Realización no es como una pequeña ventana secreta, que descubres al atravesar, mientras otros quedan del otro lado. En la política, y en muchas otras áreas, esto se ve mucho, estas pequeñas “maneras” posibles, con las que descubres una ventana, la atraviesas y entonces “sales adelante”, logrando lo que otros no logran.

La Realización de Dios es algo que hace Dios, es un acontecimiento de la Gracia, así que aquí no hay faltas; no puedes romper la ley. En el Reino de Dios no hay policías, jueces, fiscales ni abogados, no son necesarios, porque nadie puede infringir esta ley y recibir sanciones. La Realización de Dios la hace la Gracia. Dado que en el Reino de Dios las cosas suceden según la Gracia Divina, tú no sabes qué ocurre, no hay "alguien" que pueda determinar o controlar las cosas.

Ahora, ahondando un poco más en este asunto de la Autorrealización, otra de las varias razones por las que Esto no se aprende con nadie es porque tu Naturaleza ya está presente. Lo que Tú eres no se aprende, pero sí se puede constatar.

La pregunta aquí es: “¿Cómo constatar Esto, ya que no se puede aprender con nadie?”. Cuando te vas a dormir, pones un despertador para que te saque del sueño a la hora que tienes que despertar. El despertador es un mecanismo para apoyarte, para ayudarte a salir del sueño, pero ese mecanismo no puede sacarte del sueño. Hace un ruido específico y esto te ayuda a salir del sueño, pero no es el despertador el que te quita el sueño; ¡eres tú quien sale del sueño! Si el despertador suena y tú estás en un coma profundo, no saldrás del sueño. Pueden inclusive rodear tu cama con diferentes despertadores, haciendo diferentes ruidos, y tú no saldrás del sueño.

Entonces, aquí entramos en el asunto de la relación “maestro-discípulo”. Tú puedes elegir no tener un maestro, o puedes elegir a tu maestro, pero estás en "coma", tu "sueño" es profundo, y este movimiento de elección está ocurriendo en el "sueño". Así que, en el "sueño", eliges no tener un gurú, o eliges el gurú más bonito, preferiblemente uno que viva en tu país o uno que te guste, pero, como lo has elegido, no funcionará. Todo esto funcionará como un despertador para alguien que está en coma: ¡no funcionará! En otras palabras, ¡esto no puede ser tu elección!

Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, realizado el 12 de setiembre de 2020. Publicado por primera vez en portugués el 15 de octubre de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

domingo, 12 de septiembre de 2021

¿Cómo reconocer al Gurú real?

En cuanto a la pregunta de "cómo reconocer al verdadero gurú en este mercado de gurús que crece cada día", no te preocupes, ¡no! Te equivocarás cuando quieras saber "quién es quién". No te equivocarás solamente si dejas que Dios lo haga por ti. Si eres real, Dios nunca será irreal para ti. Si eres real Dios es real, y Dios es real cuando tú eres real. Cuando eres real, todo está en su lugar, todo aparece para ti como tiene que aparecer. Es lo que necesitas en el momento.

Cuando apareció Ramana, yo tenía todo para rechazarlo. Toda mi formación intelectual y teológica era para rechazar la presencia de un Maestro que no fuera Jesucristo, y lo peor, sin cuerpo, ya muerto. Un hombre sin cuerpo, ¡muerto! Pero había algo aquí que era auténtico. El deseo de Dios y de liberación era auténtico, así que no podía ser una ilusión o algo que viniera del mal, del demonio, del diablo. Si yo rezaba a Cristo y ayunaba durante 24 horas, como lo hacía en esa época, cada sábado, para encontrarme con Dios, no podía ser el diablo el que se me estuviera apareciendo en ese momento.

O me quedaba con esta confianza en la oración o me quedaba con los pensamientos de la teología, que había estudiado durante tanto tiempo leyendo la Biblia, y que había escuchado en el seminario... Me quedaba con aquello que me calentaba el corazón y me llenaba de un amor indecible y de un silencio indescriptible, o me quedaba con pensamientos revueltos, con dudas, con confusión, con miedos, como: "¿Es Cristo o es el diablo?" o "¿qué es lo que está pasando?". También venían pensamientos como: "¿Te estás volviendo loco?", "¿Qué es esto? Esto es una locura", "¡Estás perdiendo la cabeza!", "Estás... ¡Estás…!” O me quedaba con estos pensamientos o me quedaba aquí, en este Espacio de silencio y alegría indescriptible, invadido por un amor que nunca había sentido, por nada, por nadie, por nada en este mundo.

¡No te preocupes, no! ¡No te preocupes! Dios se encargará de ello. Siempre ha sabido ocuparse de todo.

El desafío... El gran desafío es que con esta Presencia, la "persona" muere, y esta no quiere morir, no quiere perder el control. Un Maestro vivo es la última estación del metro, la última parada; ¡desembarco obligatorio! Llega una voz que dice así: “¡Señores pasajeros, no más viajes! ¡Estación Terminal!”. ¿Y el miedo a enfrentarse a lo que hay tras la puerta, fuera? “¿Será un mundo real? ¿Será una vida real? ¿Aún estaré vivo, o muerto, si salgo por esta puerta, que acaba de abrirse, oyendo esa voz que dice: ‘¡Desembarque obligatorio!’?” ¡Ese es el reto!

Ante a la Verdad (que es el Gurú Real) no habrá elección, no quieres elección, si lo que ha ardido allí todo este tiempo es el fuego por la Verdad, y si no estás jugando con esto, si no estás mintiendo, si ya no quieres la mentira. Así que ¡no te preocupes, no te preocupes! Como dijimos hace poco, el sueño sucedió y salir del sueño también simplemente sucede. ¡Él se encarga de eso! Deja todo en manos de Bhagavan. Ramana decía: "¡Bhagavan se encarga!”. Esa fue una de sus promesas. Esa es la promesa de Bhagavan, esa es la promesa de Satguru.

Este es un camino en el que ni siquiera los locos se equivocan. En la Biblia hay un versículo así: "¡Ni siquiera los locos se equivocarán en el camino!" Sin ego allí, no puedes ver ego aquí. ¿Recuerdas el ejemplo del espejo? Cuando te miras en el espejo, no ves el espejo, te ves a ti misma (a ti mismo). Así que el problema no está ahí, el problema está aquí.

Mi pregunta para ti es: ¿puedes confiar en eso? ¿Puedes confiar en una mente que lleva milenios contándote pequeñas historias e inventando un mundo de historias, diciendo que eres feo, que no eres digno, que no vales nada, o que eres un pecador, que mereces el infierno? O que está diciendo lo contrario, que eres muy importante, que eres un alma preciosa, que eres más bonito que todos los demás y que mereces más, más que todos a tu alrededor, lo mejor de todas las cosas? La pregunta es: ¿puedes confiar en esos sentimientos? ¿Se puede confiar en ellos? Una hora estás feliz, otra hora estás triste; una hora estás bien, otra hora estás mal; una hora amas, otra hora odias; una hora estás tan seguro de la verdad y otra hora estás tan decepcionado, sintiéndote frustrado porque crees que te han engañado.

¿Puedes confiar en las emociones? ¿Puedes confiar en las sensaciones? ¿Hace calor o frío? ¿Se puede confiar en las conclusiones sobre lo que es y lo que no es? ¿Se puede confiar en ese movimiento de la mente? ¿Eh? ¿Puedes confiar en eso? ¿Puedes confiar en que estás o en que no estás? ¿En que te has iluminado o en que no te has iluminado? ¿Se puede confiar? ¿Puedes confiar en lo que dices, en lo que escribes, en lo que otros te cuentan o en lo que lees que otros han escrito? ¿Se puede confiar? ¿Puedes confiar en ti mismo, en ti misma? ¿Se puede confiar? ¡Bien! Entonces ¡no te preocupes! No te preocupes. ¡Relájate! ¡Eso no es asunto tuyo!

Cuando hablo de entrega, el ego se asombra (por no decir que se asusta), porque lo único que el ego quiere es tener el control. Cuando hablo de entrega, me refiero precisamente a lo que te estoy diciendo: abandonarte, arrojarte, dejarte llevar a los pies de la Gracia, de Dios... "Pero ahí, cuando usas la palabra Dios, ¿de qué estás hablando, Maestro?”… "Oh, Gurú, ¿de qué estás hablando? Me siento muy cómodo cuando usas la palabra Dios, y cuando usas la palabra Conciencia también, un poco. ¡Pero cuando usas la palabra Gurú, me desconcerta por completo!”… "Oh, Gurú, ¿dónde están tus pies, para arrojarme a tus pies? Si me arrojo a tus pies, ¿a los pies de quién me estaré arrojando?”.

Toda esa lucha con las palabras que tienes ahí tiene que caer, porque eso también está en la autoconfianza, en la ilusión de creer que sabes. ¡No sabes nada! Si supieras ya lo habrías resuelto todo. Si supieras algo serías libre, porque la Verdad no viene por partes; no es como las cuotas de la tienda de electrodomésticos, que las pagas hasta que un día las liquidas. La Verdad es como un bloque así: oh... boom... Cae sobre ti y te aplasta. No sabes qué es la Verdad, pero tienes la arrogancia de creer que sabes: que sabes dónde está la Verdad y dónde no está; dónde está Dios y dónde no está; qué es verdadero, qué es falso, qué es real y qué no es real para ti. Sin embargo, estás como una cucaracha tonta.

Cuando hablo de entrega, me refiero a desistir… Desistir de confiar en ti mismo. Fíjate que esto es lo contrario de todo lo que has aprendido toda tu vida: la autoafirmación. Dejen todo lo que hayan oído, leído, aprendido, en cursos o en libros de autoayuda, en terapias, ayudas para curarse (¿De qué? ¿De quién? ¿Qué cura es esta? ¿Quién puede curarse? ¿Quién puede salvarse? ¿Quién sabe?) ¿Quién conoce la verdad? Cuando hablo de entrega, me refiero a dejarlo todo, a dejar que esta Conciencia, esta Presencia, este Gurú (llámale como quieras), se encargue, que se encargue del asunto, de este asunto. Ramana decía: "¡Déjalo en manos de Bhagavan, que Bhagavan se encarga de ello!".

Trece de abril de mil novecientos cincuenta (13/04/1950), era una mañana... El sol llenaba toda aquella montaña, las nubes de una belleza extraordinaria en el cielo azul, los pájaros cantando... Todos los que rodeaban a Ramana esa mañana estaban supremamente preocupados por ese cuadro. Las últimas noches, el que dormía con Bhagavan había comentado que su cuerpo gemía bajo ese dolor, bajo ese dolor del cáncer, de esa enfermedad mortal. ¡Todos estaban preocupados esa mañana! Él abre la boca, mirando a todos, con una mirada indescriptible, en un profundo silencio, en una completa desidentificación con el cuerpo, y dice a todos los presentes: "¿Por qué están tan preocupados? Mañana todo estará bien. ¡Mañana todo estará bien!

Llega el día siguiente... 14 de abril, un día de Presencia indecible en el Ashram, un Silencio, una Gracia, un poder imperioso bañando toda la montaña de Arunachala. El sol se pone ese día y, a las 20:47 (ese día, 14 de abril de 1950, un minuto antes), el pavo real hace ese ruido común, que hacen todos los pavos reales... Uno de ellos hace ese ruido, ese sonido, una mezcla de cántico con un grito ensordecedor. Ramana, que estaba tumbado, hace un esfuerzo por acomodarse (y algunos le ayudan en ese momento)… Aún es capaz de sentarse, en ese minuto antes (20:47), y después de ese sonido del pavo real, sus últimas palabras son: “¿Le han dado comida?" Repite, preguntando por segunda vez: “¿Ya le han dado comida?". El Silencio vuelve de nuevo y se dan cuenta, sienten, que es el momento de dejar al Maestro sentado. En ese momento, ¡todo está bien! Ocurre su última respiración.

¡No se preocupen! ¡El Gurú siempre es real si la devoción es real! Siempre es la Verdad si tú eres la Verdad. Todo acaba bien al final, muy bien, ¡siempre!

Transcrito a partir de un discurso dado en un encuentro presencial en la ciudad de Campos do Jordão, en el Ramanashram Gualberto, en junio de 2016. Publicado por primera vez en portugués el 28 de junio de 2016. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

lunes, 6 de septiembre de 2021

La Verdad no se puede enseñar

Lo que considero más importante en estos encuentros es la apertura, la receptividad a la Verdad. Hoy en día se habla mucho de la cuestión del gurú-discípulo, de si es necesario o no el gurú. Este tema ha inquietado a muchos. Hablando desde el punto de vista último y absoluto, no hay gurú, discípulo ni enseñanza, porque la Verdad no se puede enseñar. Así que, desde el punto de vista absoluto, no es una cuestión que surge para el Sabio.

Sin embargo, paradójicamente, quien se ve a sí mismo como una entidad separada, tiene una profunda necesidad de ser Uno con la Verdad. En este sentido, ser un discípulo es estar preparado para la Verdad, así que esto es algo esencial, fundamental. El prepararse para enfrentar a la Verdad, a la Realidad, es una verdadera necesidad. Ahora, si el Gurú va a asumir una forma humana o no (y el Gurú es esta Verdad), ya es otra cuestión. Si esto no ocurre, si la Verdad no se revela, la ilusión, que es básicamente miseria y sufrimiento, estará presente.

Así, la primera pregunta que surge en el corazón del discípulo, que es quien se está abriendo a la realización de la Verdad, es: "¿Qué significa todo esto? Después de todo, ¿qué significa estar vivo? ¿Qué significa la vida? ¿La vida es solo eso: nacer, crecer, envejecer, enfermar y morir?". Si estás dispuesto a mirar esta pregunta, eres un discípulo de la Verdad, un discípulo de la Vida. Eso es lo que considero "apertura", "receptividad" a la Verdad.

Cuando eres un discípulo de la Vida, de la Verdad, y hay una gran inquietud interior, llega un momento en que la Verdad, o el Gurú, aparece. El Gurú no es externo, no puedes encontrarlo. Esa es otra cuestión interesante.

En cierto sentido, el Gurú es el que enseña algo, pero como acabamos de decir, la Verdad no se puede enseñar. Así que, si buscas instrucción espiritual, encuentras gurús que solo son profesores. Estos pueden darte algún tipo de conocimiento, pero no pueden darte la Verdad. Eso de ir por todo el mundo buscando un Gurú hace que solo encuentres profesores.

¡Tú no puedes encontrar al verdadero Gurú! Es el verdadero Gurú quien te encuentra y no al revés. Tú no encontrarás la Verdad, por lo que tampoco podrás encontrar al Gurú. La Verdad, el Gurú, te encuentra a ti. Eso es lo que estamos tratando aquí. Cuando eres un discípulo de la Vida, un discípulo de la Verdad, hay un sentimiento interno de guía, algo profundamente misterioso sucede en ti. Se produce una apertura, y ahí, el Gurú, la Verdad, te encuentra. No importa si el Gurú tiene forma humana o no.

Así que, cuando existe este "ardor" interior por la Verdad, eres un verdadero discípulo. Para el verdadero discípulo, la Verdad, el Gurú, siempre estará disponible. La Verdad está más allá de la enseñanza. Solo puedes ser despertado a la Verdad por la Verdad misma. En este sentido, el Gurú es esencial, pero solo cuando el discípulo es real. Cuando el discípulo no es real, se queda buscando enseñanzas para mejorar como persona, así que eso es lo único que encontrará. Por lo tanto, tu Gurú solo será un maestro que te "ayudará" de alguna manera; te enseñará sobre la Verdad. De hecho, no será una ayuda realmente, sino un gran obstáculo. Con el tiempo, puede que se vuelva completamente inmune a la Verdad, como alguien que ha tomado una vacuna y se ha vuelto inmune a ciertos tipos de bacterias o virus. Cuando la Verdad viene, es para despertarte y no para enseñarte.

Hoy en día hay muchas personas que estudian la Autorrealización o las enseñanzas del Advaita. Durante más de dos mil años, la gente ha estudiado las palabras de Jesús, y hasta ahora nadie ha despertado de esa manera. De esta manera también puedes estudiar a los Vedas, las palabras de Ramana, de Buda o de Krishnamurti. El verdadero Gurú es la Verdad, y cuando Esta llega, ¡Despierta! No da conocimiento, La Verdad trae la Revelación de lo Desconocido, Aquello que no tiene nombre, que no tiene forma, que está más allá de la mente.

Puedes pasar toda tu vida estudiando, y cuanto más estudias más te alejas de la Verdad, porque Esta no se enseña, no puedes aprenderla. Solo cuando te encuentras con el Gurú, te encuentras contigo mismo, te encuentras con la Verdad. Pero el problema es que tú no puedes encontrar al Gurú, porque tú no puedes encontrar la Verdad. Es la Verdad, el Gurú, quien te encuentra a ti, y para ello necesitas estar abierto, en rendición, en entrega, tiene que nacer una gran simplicidad en ti.

Otro aspecto de este mismo asunto es que el Gurú no puede ser encontrado porque no es algo exterior. Por lo tanto, ¡no se le puede buscar! Todo lo que el ego puede ver son objetos; todo lo que puede encontrar es parte de sí mismo, nunca el Gurú. Otra cosa es que en la gran mayoría de los casos, la representación ideal de esta Verdad es el Gurú en la forma humana. Hay algunos casos en los que la Presencia de la Verdad, del Gurú, no asume una forma humana, pero son casos muy raros.

¿Por qué el discípulo necesita al Gurú? Simplemente porque aún no está establecido en la Verdad. Si estuviera establecido en la Verdad, sabría que no hay discípulo ni Gurú. Pero, para quien no conoce esta Verdad —y no sirve de nada conocerla solo teóricamente—, el Gurú, la Verdad, Dios, es esencial. Así que a menos que estés completamente abierto, en profunda entrega, no conocerás el significado de la Presencia del Gurú, la importancia y el valor de esta Gracia.

La Verdad, el Gurú, esta Presencia, es algo más allá de las palabras. Tú no puedes encontrarlo, pero Él puede encontrarte a ti, si estás abierto, si esta simplicidad está ahí dentro, si estás “quemando” por la Verdad. Dios, la Verdad, el Gurú, nunca está ausente, pero mientras no tengas la madurez para reconocer su Presencia (que está presente, pero que no puedes disfrutar), no podrás encontrarla ni ser encontrado por Ella, porque, de hecho, no quieres la Verdad, no e entrega. Por eso algunos egos se "iluminan", se forjan una "iluminación", "viajan" en una iluminación fabricada.

La Autorrealización, la Iluminación o la Verdad, solo está presente cuando ya no está el sentido del "yo", cuando ya no hay ilusión, cuando ya no hay sentido de separación. Tu búsqueda no puede darte eso, solo la madurez puede darte la Presencia de la Gracia en la forma del Gurú. Así que tú no lo encontrarás.

Si eres de los que viajan por el mundo en busca de un Gurú, lo único que estás buscando es un instructor espiritual. Cuando hay apertura, verdadera madurez y entrega interior, Dios irá a ti, el Gurú irá a tu encuentro. No irás a Él, Él te encontrará y te acercará a Él. La Verdad, el Gurú, te encuentra, y no al revés; la Liberación te alcanza, y no al revés.

Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, realizado el 04 de julio de 2018. Publicado por primera vez en portugués el 21 de noviembre de 2018. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

domingo, 29 de agosto de 2021

La clave de la verdadera liberación

El Gurú, el Maestro, destruye absolutamente todas tus creencias, incluyendo, y principalmente, aquellas de las que no eres consciente: todos los tabúes, prejuicios, paradigmas, conceptos formados; todos los condicionamientos, ¡absolutamente todos!

Solo eres libre en tu Verdadera Naturaleza. Mientras haya una sombra de mente, la ilusión está presente, el miedo está presente. ¡Mi trabajo aquí es mostrarte lo que es ser absolutamente libre!

Quien es absolutamente libre ya no puede ser capturado por el mundo, ni por este mundo ni por los otros mundos. De hecho, los otros mundos son todos de la mente egoica, que crea un cuerpo, o un vehículo, para expresarse en "su" mundo: el mundo de sus logros, de sus conquistas, de sus deseos. Así que no importa la cualidad que tenga ese mundo, porque, al ser fabricado por la mente, es una prisión del propio ego y algo construido por él.

En el ego, en esta ilusión, estás vinculado al objeto de deseo: la familia es un objeto de deseo; los bienes materiales son objetos de deseo; la búsqueda de autoafirmación y autorrealización, de tal o cual manera, es un objeto de deseo. Este vínculo crea necesidades ilusorias en una supuesta identidad. Es la ilusión del deseo, del placer y de encontrar satisfacción en el objeto. Tu "amor" es una prisión, y no hay que ser inteligente para darse cuenta de esto, porque, cuando este amor se aleja, está el dolor. Si hay dolor en lo que llamas "amor", esto no es más que otro objeto ligado a la autosatisfacción; es otro objeto de deseo.

Todas tus relaciones, sin excepción, son trampas de la mente; algo que esta crea para satisfacerse y realizarse.

La mente, en su prisión, se ata a una autosatisfacción egoica, satisfaciéndose en las, así llamadas, relaciones. Hay relaciones con cosas, tales como el auto, la casa de la playa, el apartamento; bien sea con un regalo que recibiste, un jarrón, un juego de cubiertos de plata o joyas. Está la relación con los espacios geográficos, la fuerte necesidad de satisfacerse estando en lugares especiales, en ambientes especiales, diferenciando lo que sientes estando en el campo y en la ciudad; te gusta esta ciudad y no te gusta aquella otra; o en esta te sientes bien y en la otra te sientes mal.

Y está la famosa relación con las personas, y también con los animales. Hay quienes no quieren a la gente, no les gustan las personas, pero aman a los animales; como, por ejemplo, la señora que cría quince perros pero no soporta a los niños.

La señora que tiene quince perros sabe que ninguno de ellos ofenderá su ego; puede que la irriten, haciéndose pis, o caca, de la que ella se tendrá que encargar, pero aun así no irritarán su ego a nivel personal; eso confrontará a la persona que ella cree ser. Lo mismo ocurre en la relación con los animales, los entornos, los espacios, los lugares: mientras nos estén ofreciendo algo, lo queremos. Así es la relación con las cosas: mientras algo te esté dando placer, lo conservas; cuando deja de darte placer, lo desprecias. Todas las relaciones son así, y también las personales.

No hay verdad, no hay libertad, no hay amor en las relaciones humanas; solo hay miedo, y este miedo se expresa en la ambición, en la posesión, en la dominación, en el poder, etc. Sé que es una imagen triste y negativa, pero es así. No se puede tener más que esto en este mundo construido por la mente, por el ego; me refiero al mundo que la mente egoica produce.

A esto lo he llamado el "laberinto de la mente": no tiene ni entrada ni salida; es un laberinto sin puerta... solo un laberinto. La mente es solo un laberinto sin entrada ni salida.

Quizás al escuchar esto no veas lo práctico que es, pero es absolutamente práctico. En el pensamiento puedes buscar una respuesta, o puedes abandonar el pensamiento y no volver a confiar en nada de lo que ocurre ahí dentro, que la mente produce. Entonces, en ese momento, has dado un salto en tu sadhana, en tu trabajo de despertar.

Este primer paso lo considero también el último. No tienes que dar ningún otro paso, solo este: nunca más, absolutamente nunca más, confiar en construcciones mentales.

Cada pensamiento en tu cabeza es una mentira, porque el pensador detrás de este está mintiendo; al igual que todas las certezas e incertidumbres, evaluaciones y conclusiones. Es una mentira toda la confianza que se da en estas diversas relaciones, con cosas, personas y lugares; con sentimientos, emociones y pensamientos. O sea, todas las relaciones vinculadas y atadas a esta ilusión básica: la mente es una falacia; todo en ella es una mentira.

¿Qué hay de positivo en esto, en todo este enfoque aparentemente negativo de la vida? Lo positivo de esto es que el agricultor, antes de sembrar la semilla, tiene que limpiar, aflojar y abonar la tierra, así como quitar las piedras, dejándola lista para que florezca la vida, para que la semilla germine allí.

Lo positivo es que tenemos que limpiar la "tierra", y es justamente eso lo que hacemos en Satsang: limpiar la tierra, sacar la basura y los escombros porque todo se está derrumbando, cayendo, desmoronando, y no podemos hacer nada. Quitamos lo que ya se ha derrumbado, caído, vamos limpiando y mirando lo que está cayéndose, desmontándose, porque aún no ha caído todo. Parece que en cada Satsang te sorprendes contigo mismo, viendo cuántos prejuicios y creencias están aún en el sistema, en la "máquina"; los "programas" no pueden funcionar con facilidad, hay muchos virus, y en cada Satsang percibes lo que está atascado, cuánto está todavía atascado allí. Parece que hay que darse tiempo para ver esto.

Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, realizado en junio de 2015. Publicado por primera vez en portugués el 22 de agosto de 2015. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

domingo, 22 de agosto de 2021

El Gurú es la Conciencia

Participante: ¿Cuál debe ser la relación con el Gurú interior y exterior?

Mestre Gualberto: La cuestión aquí es que muchos tienen una gran dificultad en aceptar la respuesta que doy a esto. Todos hablan de un Gurú interno, pero esto realmente no es más que otra creencia. El Gurú interno solo es real cuando despierta, y ahí está toda la dificultad. La dificultad es aceptar que esto solo es posible en el contacto con el Satguru externo.

El Gurú externo es el que despierta al Gurú interno. Sin el Gurú externo, el interno es solo una creencia, como cualquier otra. Lo que estoy diciendo con esto es que todo el mundo necesita un Gurú externo, el cual realmente es el mismo Gurú interno. Pero el Gurú interno solo despierta gracias al Gurú externo, incluso si este Gurú externo no asume una forma humana, como ocurrió con Ramana, pero este es un caso raro... estos casos son muy raros. En el caso de Ramana, la montaña de Arunachala era su Gurú.

Toda la dificultad aquí es que, al tratar este tema, podemos plantearlo desde el punto de vista del Gurú o desde el punto de vista del discípulo. Desde el punto de vista del discípulo, existe lo externo y lo interno; desde el punto de vista del Gurú, solo existe el Satguru. Así que interno o externo ya no aparecen. Esto es muy interesante, porque la mente, en su deseo de dispensar toda autoridad, ve también la figura del Gurú como la figura de autoridad sobre ella. La naturaleza de la mente egoica es la naturaleza de la arrogancia. Esta asume la ilusión de poder controlar, de poder resolver por sí misma. El ego cree poder resolver las cosas por sí mismo, la mente cree poder resolver el asunto por sí misma. Pero la mente es básicamente inconsciencia, sueño; no tiene nada, absolutamente nada que ver con el Gurú, interno o externo. El Gurú es la Conciencia, la Presencia externa. Es por su Gracia que la Conciencia, que el Gurú interno, despierta. Así que el Gurú siempre será necesario. La única necesidad es precisamente la del Gurú, la Conciencia, la Presencia. El trabajo es único, es uno solo.

No hay separación entre el Gurú externo y el Gurú interno, pero en la perspectiva de quien cree que sí, la Presencia externa del Gurú es esencial, porque no se puede ir más allá de la mente en la misma mente. La mente no puede investigarse a sí misma. El Gurú externo es la Conciencia, es la Presencia en la forma, y solo la Conciencia despierta. Así, en este contacto, la Conciencia, que es el Gurú en la forma, despierta la conciencia del discípulo... esta misma Conciencia en el discípulo. Entonces comienza el trabajo y ahí se puede hablar de Gurú interno. Antes de esto es solo una creencia, una linda creencia, y toda creencia está en la mente, es parte de la mente; es parte de la inconsciencia, es parte del sueño; solo son palabras, imaginación… Palabras, lo cual es pensamiento, lo cual es imaginación.

Es como la realidad de Dios, que en la mente es solo un concepto, un pensamiento, una creencia, y por lo tanto es solo más imaginación. ¡Dios es real en tu Ser! Dios es real como Conciencia, no como creencia; como creencia es solo imaginación. Asimismo es con el Gurú, que es la Conciencia, Dios. El Gurú solo es real cuando está ocurriendo un trabajo. Cuando ocurre un trabajo el Gurú interior es real. De otra forma, es como creer en Dios, es tan solo otra creencia y una creencia no funciona.

¿Todos están conmigo? Satsang significa estar en buena compañía: en compañía de la Conciencia, en compañía de la Gracia, en compañía del Gurú. Si ustedes, que están en esta sala en Paltalk, pudieran resolver esto solos, ya lo habrían hecho; pero no funciona así. Si este "solo" significara Conciencia, ustedes no tendrían que estar en esta sala, porque el asunto ya estaría resuelto; la cuestión del fin de la separatividad, del sentido del yo, del ego, del mí, así como de todo el sufrimiento, el conflicto y la miseria asociados a esto, ya estaría resuelta.

La mente puede creerse capaz de lograr Esto, pero esto también es solo una creencia, solo imaginación. La acción del Despertar, de la Realización, es una acción de Gracia. Como una acción de la Gracia, es una acción de la Conciencia. Así que es una acción de Dios, una acción del Gurú. En la India esto está muy claro: es el Gurú quien concede este Despertar. Hoy en día, hay un mensaje neo-advaita, que se escucha por ahí, que dice que no es necesario un gurú, que tú ya eres el gurú. Pero tú ves que todos los que han descubierto Esto de manera directa y real, y que luego compartieron esta visión real de la Verdad, a la que se le podría llamar Advaita, siempre hablan de la importancia del Gurú, le oran al Gurú, le cantan al Gurú, se bañan en la Gracia del Gurú, le hacen poemas al Gurú, como ocurrió con Ramana, Nisargadatta y muchos otros.

¿Alguna pregunta al respecto? ¿Tienen más preguntas sobre esto? En ese caso, me gustaría preguntarles a los que están en contacto con el Gurú presencialmente, ¿qué representa esto? ¿Qué les parece? Algunos de ustedes nunca han estado en un encuentro presencial. ¿Qué representa estar en este trabajo?

En la mente, tenemos dificultad en aceptar algo tan simple: que solo hay Uno y ese Uno es la única Conciencia, la única Presencia, no importa si Esta se presenta en la forma de Marcos Gualberto, de Ramana Maharshi o de Buda, la única Realidad, la única Presencia, porque la entrega a esta Presencia es lo que ocurre cuando nos extendemos al Gurú, cuando hay esta entrega del "yo" al Gurú, de este "yo" al Gurú. La rendición es abandonar la ilusión de separación, abandonar a la mente que juzga, que compara, que evalúa, y que está llena de conceptos y prejuicios, miedos y deseos —eso es lo que entregamos, lo que rendimos, lo que soltamos ante esta Presencia única—. ¡Solo existe esta Presencia única, que es lo que eres Tú en tu Verdadera Naturaleza! ¡Solo existes tú! ¡Es esto siempre! ¡En esta sala solo estás Tú en tu Ser! No hay personas en esta sala.

La mente, el cuerpo y el mundo surgen en la Conciencia, la cual es lo que eres Tú en tu Ser. Todos estos son objetos, mientras que la Conciencia es la Realidad que experimenta todo esto, que es el sujeto de todos estos objetos; La que experimenta todo esto. Esta Conciencia es el Gurú. En la Conciencia que experimenta todo esto, la Conciencia única, esta Conciencia es todo lo que hay.

Cuando dices "la persona", o "yo", esto es solo una ilusión en la que creemos; esta creencia es la ilusión de la "persona", del "yo". Todo está en la imaginación. La única realidad es la Conciencia. El "yo" y el "mí" son solo creencias, pensamientos, objetos, para esta Conciencia que los experimenta. Esta Conciencia permanece sola, sin ningún objeto; es en Ella que surgen los objetos. El "yo", la “persona", también es solo un objeto, un pensamiento, algo imaginado.

¿Terminamos aquí? Gracias por el encuentro. ¡Namasté!

Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, realizado el 27 de abril de 2016. Publicado por primera vez en portugués el 01 de junio de 2016. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

domingo, 15 de agosto de 2021

¿Es necesario un Gurú?

Todo el debate sobre si es o no necesario el Gurú, sobre si es o no necesario trabajar por esta Realización, es muy controvertido. Sin embargo, la cuestión de la necesidad del Gurú es una cuestión que no debería debatirse nunca, porque es completamente errónea. La cuestión del trabajo, en cambio, sí podría ser debatida. La necesidad del trabajo se puede cuestionar, pero no la necesidad del Gurú. Este es el error: no hay nada que cuestionar sobre la necesidad del Gurú, porque no hay nada que cuestionar sobre la necesidad, o no, de Dios.

Si nos cuestionamos la necesidad del trabajo, asunto que es susceptible de ser cuestionado y debatido, y descubrimos que sí hay la necesidad del trabajo, queda muy claro que el Gurú es imprescindible. En primer lugar, tenemos que entender qué es el Gurú para ver el error en preguntarse si este es o no es necesario.

Así que, ¿qué es el Gurú? ¿El Gurú es una forma humana? ¿El Gurú es una persona, alguien? ¿El Gurú es una autoridad?

¿Qué es el Gurú?

Hablar de un Gurú interior es intentar, en el patrón del pensamiento, crear este interrogante, este debate, porque cuando se habla de un Gurú interior —lo que en realidad es solo enunciar una teoría, un concepto, una creencia— se está abriendo campo para la ilusión de que hay un Gurú exterior, un Gurú con una forma, la "persona" en la forma del Gurú.

¡No hay nada que debatir al respecto y no hay ningún Gurú! Solo hay Dios y Dios es la gran necesidad, ¡la única necesidad! ¡Dios es la naturaleza del Ser! ¡Dios es la única necesidad real! ¡Dios es el Ser! No se puede prescindir del Ser. No se puede prescindir del Gurú. El Gurú no es una enseñanza, no es una práctica, no es un maestro. El Gurú es la Conciencia, la Verdad, Dios. El Gurú es tu Verdadera Naturaleza y no puedes prescindir de lo que ERES.

Tu única certeza es que estás ahí. Así que tu única certeza es que el estar aquí y ahora no se puede descartar. ¡Eso es el Gurú! Esto no es una cuestión interna o externa, sino de la Naturaleza del Ser, de la Verdad. Por lo tanto, ¡no es un tema de debate! No es posible cuestionar la necesidad del Gurú, la Verdad del Gurú, la Verdad de tu Ser. Lo que sí se puede hacer es investigar la naturaleza del trabajo.

¿Cuál es la naturaleza del trabajo en dirección a este Despertar? ¿Cuál es el valor o la importancia de esto? Si el trabajo no fuera necesario, ya habrías descubierto ESTO por tu cuenta.

No podemos discutir la necesidad, o la no necesidad, del trabajo para el Despertar... ¡Esto lo podemos discutir y al mismo tiempo no lo podemos discutir! Podemos enredarnos en esta discusión y llegar a una conclusión, la de que el trabajo no es necesario para el Despertar. Pero esta conclusión presenta una evidente carencia de investigación, porque en una investigación clara se ve la verdadera necesidad del trabajo, pues sin él se continúa igual. El trabajo para el Despertar es una necesidad real. Así, al descubrir la verdadera necesidad del trabajo, queda muy claro que el Gurú es indispensable.

Es como padecer una enfermedad y no tener los conocimientos necesarios para tratarla; es como intentar ignorar la enfermedad, cerrar los ojos ante el malestar y el dolor que genera, y decir: "no hay enfermedad", porque el médico dice que no hay enfermedad. El médico puede decir que no hay enfermedad, puede intentar no nombrarla, no hablarte de la enfermedad, no acentuar la creencia en la enfermedad, pero él es el médico y no tú. Siendo que tú sientes el dolor, los síntomas y el malestar, no puedes decir que no hay enfermedad. Esto sería negarte a ti mismo la posibilidad de tratamiento, de atención médica, que es lo que haces cuando dices que el Gurú no es necesario. Cuando el Gurú no es necesario, tampoco es necesario ningún trabajo; cuando el médico no es necesario, tampoco lo es el tratamiento. Sin embargo la enfermedad persiste. Aunque no quieras verla, está ahí; aunque no quieras sentir los síntomas, estos están ahí; aunque no quieras sentir el dolor, el dolor sigue ahí.

Teóricamente, o intelectualmente, puedo prescindir del Gurú. Puedo tener una respuesta muy clara a la pregunta de si este es necesario o no, y esa respuesta puede ser muy clara intelectualmente. Es como en la no necesidad del médico, en la que el cuerpo sigue enfermo, necesitando tratamiento, pero "descarto la necesidad del tratamiento y del médico". Eso es lo que se ha venido haciendo… Así, "si el médico no es necesario, el tratamiento que me prescribe tampoco lo es". Así que, "si el Gurú no es necesario, el trabajo que él me propone tampoco lo es”. Pero todo sigue igual... Todo sigue igual.

Los innumerables argumentos que puedes utilizar para defenderte del "tratamiento" —que es el trabajo— y para defenderte de quien lo va a realizar —que es el médico, el Gurú— pueden ser bastante claros, contundentes, pertinentes, lógicos, razonables, y aun así no solucionarán nada... El problema seguirá ahí. Es solo cuestión de tiempo y tarde o temprano el dolor estará ahí, los "síntomas" estarán ahí, la "enfermedad" se hará cada vez más y más evidente.

Por lo tanto, entrar en debate sobre estas cuestiones es completamente inútil. ¿Quién haría tal cosa en su propio ego, si el médico siempre está dispuesto a atender a su paciente? El médico tiene la habilidad, la capacidad, la experiencia y los conocimientos necesarios para atender al paciente, pero no está para convencerlo de que está enfermo. ¿O sí? ¿Has visto a un médico ocuparse de eso? ¿Intentando convencer al paciente de que está enfermo? El médico se limita a esperar a que le digas lo que sientes y no está interesado en explicarte lo que sientes, eso es asunto tuyo. Su interés es tratarte, liberarte de los síntomas y de la enfermedad. Por lo tanto, entrar en el interminable debate de si se necesita o no un tratamiento, con alguien que no está sintiendo los síntomas de una enfermedad, no sirve de nada.

¿Crees que este trabajo que ocurre a mi alrededor es para los que están bien o para los que están mal? ¿Es para los enfermos o para los sanos? ¿Crees que el médico viene por los enfermos o por los sanos? Con el Gurú es lo mismo... ¡El Gurú no sirve para nada! Es como el médico, que solo sirve para los enfermos. El médico es maravilloso para el enfermo, porque alivia su dolor, pero para el que está sano no sirve de nada. Para el que está sano, el médico es solo un amigo; no un especialista, ni una ayuda, sino solo un amigo. Si no puedes ver al Gurú, es solo un amigo más, y como amigo es inútil.

Por eso te dije: no sirve de nada que vengas a visitarme en días normales, porque no quiero ser tu amigo; no soy amigo de nadie. Soy un "médico" que atiende pacientes. Si sientes dolor, ven, pero si no lo sientes, ¡aléjate! No tengo nada que ver con amigos. Sí tengo algo que ver con los buscadores de la verdad, con los que están "ardiendo" por Dios. No trato asuntos de política internacional, como "¿Cómo le va a Estados Unidos?"; "¿Qué va a pasar ahora, con el nuevo presidente?” No trato asuntos de fútbol, como el campeonato de Paraíba, Pernambuco, Río de Janeiro o Brasil. No tengo asuntos políticos que tratar contigo. No sé ni tengo interés en saber de economía, música o arte. Mi interés contigo es comunicarte a Dios, ayudarte a superar la ilusión de sentirte un "yo" separado, una identidad separada.

Ahora, si no sientes esto, eres como el paciente que no siente nada. ¡Para el médico no eres un paciente! Imagina ir al médico y decir: "Estoy aquí, doctor"; y el médico te dice: "Bien, ¿qué pasa?" y tú le dices: "No lo sé". Entonces el médico pregunta: "¿Cómo es que no lo sabe? ¿Está bien?"; tú respondes: "¡Estoy bien!". El médico pregunta: "¿Qué quiere decir? ¿A qué se refiere con que está bien?”; tú respondes: "¡Estoy bien, estoy bien!". Vuelve a preguntar: "Pero entonces, ¿para qué ha venido aquí?"; tú respondes: "Para nada. ¡Pasaba por aquí y vine a tomar un café con usted! El médico dirá: "Mire, discúlpeme, pero afuera hay pacientes esperando ser atendidos. No tengo tiempo para tomar un café con usted; déjelo para otro momento. Si me apetece tomar un café, se lo haré saber y tomaremos un café juntos. Pero ahora tengo una fila de personas esperando que las atienda.

Si no lo sientes, no tiene sentido ir al Gurú, de hecho, no ves al Gurú. ¡No lo necesitas! Ya eres un Gurú para ti mismo, ya eres tu propio Maestro, te estás cuidando a ti mismo y no necesitas tratamiento... ¡Estás bien! Así que ¿qué vienes a hacer aquí? No soy tu amigo, no quiero tomar café contigo, pero sí quiero saber qué sientes. Ahora bien, si vienes a decirme: "¡No siento nada! Soy la Conciencia, la Felicidad, el Amor, la Paz…” ¡Maravilloso! Qué bueno saberlo… ¡De maravilla! Es bueno saber que estás ahí. ¡Pero ahora la fila avanza y hay que atender al siguiente! Te pido permiso, porque hay otro que piensa, siente o cree que no es eso; tú crees que eres eso y el otro no. Así que uno tiene una creencia y el otro tiene otra, pero ambos están creyendo algo. Qué bien que creas que todo está bien. Viniste, te sentaste aquí, pero descubriste que solo viniste a tomar un café. No puedo ofrecerte un café, porque no tengo tiempo para un café contigo. Podría recetarte un tratamiento si sintieras que lo necesitas, pero como no es así…

¿Entiendes lo inútil que es esto? Ahora lo entiendes, ¿no? Así que, ¿qué es lo que hago yo? Tú te sientas, ocupas el lugar del otro y yo digo: "¡No! ¡Con permiso! No tengo asuntos personales". Ya voy apartándote, desocupando la “silla”…

Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, realizado el noviembre de 2020. Publicado por primera vez en portugués el 10 de febrero de 2017. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

domingo, 8 de agosto de 2021

El mundo no es responsable por tu confusión

Todos buscan la Libertad, la Paz, pero el propio pensamiento y el sentimiento que tienen sobre quiénes son, sobre lo que es la Vida, sobre lo que es el otro, es lo que les impide vivir en esa Paz, en esa Libertad. El que siente esta Libertad, esta Paz, es precisamente el que no piensa —el que no piensa que está viviendo, el que no cree que está viviendo—. El que no siente esta Paz y esta Libertad no puede saber lo que es la Felicidad, porque piensa y siente como una entidad separada, como alguien que controla todo, o que quiere controlar todo, pero no puede. En el fondo, sabes que no puedes, y sin embargo insistes. En el fondo, sabes que tus pensamientos son interpretaciones sobre la vida, sobre el mundo, sobre el otro, sobre lo que eres, y estos pensamientos te molestan, te entristecen, te hieren, te hacen sufrir.

Sin investigar la naturaleza de lo que piensas y sientes, permaneces perturbado, naturalmente confundido. Así, lo que prevalece es el sufrimiento. ¡No hay Paz en este estado! Tu guerra es lo que produce el conflicto que vives, no lo que ocurre en el exterior. Todo sufrimiento es una autoproyección, es algo que está ocurriendo dentro de ti. No es el mundo, no es la vida, no es el otro el responsable de tu confusión y por ende de tu sufrimiento, de esta guerra y conflicto en el que te encuentras. Es necesario eliminar estos obstáculos, y es el pensamiento el que los sostiene.

El sentimiento es algo muy conectado al pensamiento, algo que está dentro de una gran limitación. Tú te confundes con esto, te identificas con esto, te pierdes en esto. Es sobre esto que hemos venido hablando. Tus acciones se basan en las impresiones que causa el pensamiento, impulsadas por el sentimiento estrecho y limitado, que está unido al pensamiento. Por lo tanto, tus acciones nacen de esta confusión y producen más conflicto, más guerra, más sufrimiento.

Una vez confundido, debes detenerte y observar lo que sucede allí dentro. No debes realizar ninguna acción ni hacer nada hasta que haya claridad. Pero no puede haber claridad cuando estás confundido, no puedes actuar inteligentemente cuando estás perturbado. Esto explica por qué hay tanto sufrimiento en el mundo. Tú te ves a ti mismo como una persona capaz de resolver los problemas que su propia mente está creando, capaz de deshacerse del lío en el que se ha metido sin querer. ¡Todo esto está ocurriendo dentro de ti! Por mucho que intentes librarte, no puedes, porque tu acción nace de la confusión, y si nace de la confusión, tu búsqueda para librarte de esta no es verdadera.

No sabes qué es la Libertad, así que no puedes encontrarla buscando. Pero en la mente proyectas deshacerte de esto a través de una acción. En esta confusión, te metes a hacerlo y te involucras con esto. Por supuesto, si no sabes lo que es la Libertad... ¿qué puedes hacer? ¡Tan solo huir! Así que tu acción es para librarte del malestar, de la situación en la que la mente, en la que tu propio pensamiento y sentimiento te han puesto —lo cual es una característica muy presente en esta falsa identidad, en este ego—. Así que te encuentras sufriendo, confundido, en guerra, en conflicto, buscando… No la libertad, porque no sabes qué es la Libertad, sino algo que alivie el dolor. Sin embargo, nada de lo que hagas lo resolverá.

Así que pasas de los veinte años de edad, vives otros veinte, otros cuarenta, otros sesenta años, y luego mueres, pero sigues en la misma condición. No hay Felicidad, no hay Amor, no hay Paz, no hay Inteligencia, porque lo que prevalece es la confusión, la identificación con lo que produce el pensamiento, con lo que produce el sentimiento; tú crees en lo que dicen. Esto se confirma una y otra vez con evidencias externas. Todo lo que la mente egoica sabe hacer es confirmarse a sí misma, haciendo que el mundo, que las cosas que ocurren, parezcan muy reales. Este es un viejo truco del ego, un viejo truco de la "persona", para poder seguir viviendo su historia.

Así que lo correcto es quedarse en silencio, librarse de todo este contenido, de todo este peso interior, de toda esta confusión, pero no puedes hacerlo tú. Solo una acción de la Gracia Divina, una acción de la Verdad, puede acabar con la ilusión, y esto ocurre cuando te detienes. Tienes que estar quieto, tienes que descubrir qué es estar verdaderamente quieto. Tu mente te pone en estados. Tú eres aquel en el que surgen todos los pensamientos y sentimientos, pero tu hábito es confundirte con esto, creerlo, mantenerlo.

Tú eres algo que está más allá del pensamiento y del sentimiento, más allá de la confusión, por lo tanto más allá del sufrimiento, la guerra y el conflicto que surgen a causa de ello. Pero no te conoces, no sabes nada de ti mismo, no conoces la Verdad de tu Naturaleza Real. Hay actividades internas creando esta agitación. El cuerpo está agitado, la mente está agitada, los sentimientos están agitados... ¡tú estás agitado! Te estás confundiendo con el cuerpo, con la mente, así que no hay Conciencia. Cuanto más consciente te vuelves, más claro queda que tú no eres eso. En proporción directa a esta inconsciencia, cuanto mayor es la confusión, más se establece la ilusión como verdadera.

Así que, una acción Divina, una acción de Gracia que surja de esta Quietud es necesaria para que haya más Conciencia, hasta que esta Conciencia se vuelva absoluta y el conflicto termine, la ilusión desaparezca, la guerra ya no esté ahí dentro de ti. Entonces no habrá más sufrimiento. Permanecer en esta Luz de la Conciencia pura, que se asienta en esta Quietud por una acción de la Gracia Divina, trae el reconocimiento de la Verdad sobre quién eres. Estar allí significa una vida libre de sufrimiento, una vida libre de esta egoidentidad, junto con toda la confusión que esta produce. No tienes ninguna referencia a tu alrededor. Todos los días vives y convives con personas, y la primera y más importante es la persona más difícil con la que tienes que tratar: ¡esa persona eres tú! La persona número uno en tu vida es la más confusa.

Mi invitación es a que descubras la Verdad sobre quién eres. Mientras que no se establezca esta Verdad, prevalece lo que no eres Tú, y esto sí sufre las consecuencias de lo que sientes, de las actitudes que tomas, de las acciones que practicas... Sufre las consecuencias de creer ser "alguien". Se necesita una profunda investigación y una gran entrega a la Verdad de que de no eres el cuerpo, de que no eres la mente, para que puedas decir: "No soy yo quien hace las cosas. No estoy haciendo nada, no hay nadie aquí que haga cosas”. Hasta que esto no se establece de una forma real, es puro engaño. Aún es la mente egoica intentando hacerse pasar por la Verdad.

Participante: Lo que más quiero es lograr desidentificarme de este falso “yo”, pero ¿cómo lograrlo?

Maestro Gualberto: No es posible. Esto no es algo que tú logras; es algo que asumes. Lo asumes cuando hay Conciencia. Si no hay Conciencia, cualquier esfuerzo para alcanzarla es solo el movimiento de este falso “yo”. En realidad, lo que busca este falso yo es deshacerse de las molestias momentáneas. La realización, la Comprensión de la Verdad sobre ti mismo, es la muerte de la condición de "identidad presente", de la "persona" que el pensamiento en tu cabeza trata de reafirmar todo el tiempo, trayendo la sensación de un "yo" presente, de "alguien" sintiendo, pensando, haciendo, resolviendo…

Esto se tiene que entender sin el intelecto, porque en el intelecto permanecemos en la dualidad. Intelectualmente, podemos construir todo tipo de creencias sobre esto, hablar de dualidad, de no-dualidad, repetir frases enteras, charlas, conferencias, y muchas cosas que se han visto en los libros, pero aun así, esto no representará absolutamente nada. Por eso mi invitación siempre será a la Quietud, al Silencio, al Descubrimiento, dentro de la Visión pura de la Conciencia, que es la Meditación. Solo entonces será posible estar más allá de la dualidad, de la identificación "yo soy el cuerpo" y también de la creencia "yo no soy el cuerpo".

Lo único que necesitas es descubrir qué es estar Consciente y permanecer en esa Consciencia. Hay una Presencia Divina inmutable y Esta permanece a pesar de lo que el pensamiento y el sentimiento produzcan. La cuestión aquí es que te identificas con lo que el pensamiento produce y no eres consciente de Eso que está presente y que nunca se altera. Esta Presencia es tu Verdadera Naturaleza. Ser consciente de esto es esencial, ¡es fundamental! El toque de la Gracia lo hace posible. Es necesario estar abierto a Esto, estar abierto y receptivo a Esto, y así descubrir lo que estamos diciendo aquí.

Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, realizado el 04 de enero de 2021. Publicado por primera vez en portugués el 16 de febrero de 2021. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

domingo, 1 de agosto de 2021

Toma conciencia de tus acciones, reacciones y resistencias

Satsang es una oportunidad para que mires internamente, para que mires lo que pasa allí. En la mente hay mucha confusión —este es el estado común de “la persona”—. Tú no eres consciente de tus acciones, reacciones y resistencias. Es muy importante que veas tus resistencias, de lo contrario te mantienes preso, en la prisión de la resistencia. Ver tus reacciones es la única oportunidad de liberarte de ellas, de lo contrario continúas atrapado en ellas.

Cuando tus acciones nacen de las reacciones, son las acciones de un prisionero, y un prisionero no actúa con libertad. En el momento en que ves esto, estás fuera de esto. Solo cuando estás realmente fuera de las acciones reactivas, de las reacciones psicológicas y de la resistencia, te encuentras a ti mismo en absoluta Libertad.

Por lo tanto, es muy importante estar en Satsang. Aquí puedes investigar esto e ir más allá de la mente egoica. ¡Este momento llamado "Satsang" es precioso, es muy valioso, muy importante! Aquí, todo se cae, todo se disuelve, todo desaparece. Ya no hay tensión, ni conflicto ni miedo, solo Silencio, Verdad, Inteligencia, Libertad... ¡La Libertad es lo más importante!

No hay Libertad cuando se está encarcelado. Cuando estás encarcelado, actúas como un prisionero. Así son tus acciones y reacciones en la resistencia de la vieja identidad que crees que eres. La naturaleza de la mente es vivir en conflicto. Tienes todas las formas de problemas, todas las formas de sufrimiento. No puedes resolver los problemas porque en la mente tú eres el problema. Tú permaneces atrapado a esto.

Lo importante aquí es que te des cuenta de que lo que estamos diciendo es completamente procedente. Acciones, reacciones y resistencias: el antiguo movimiento de la mente egoica. La vida en la mente es una contradicción: se siente una cosa, se piensa otra, se dice otra, y se hace otra totalmente diferente. ¿Es o no es así? No hay Lucidez, Claridad, ni Libertad.

Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, realizado el 25 de enero de 2021. Publicado por primera vez en portugués el 12 de febrero de 2021. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

domingo, 25 de julio de 2021

El estado humano común no es natural

La pregunta que se hacen las personas es "¿cómo estás, todo bien?". ¿Por qué las personas se hacen este tipo de preguntas? Todos saben por qué lo hacen: nunca se sabe cómo va a estar hoy esa persona que estaba tan bien ayer; o cómo esa persona que estaba tan bien hace diez minutos va a estar ahora, pasados los diez minutos. ¿Por qué ocurre esto? Porque lo que llamamos "conciencia humana" son estados cambiantes de emociones, sentimientos y pensamientos. Así es como vive el ser humano. Esa ha sido nuestra experiencia común.

Pero yo quiero cuestionar esto. Esto es algo esencialmente humano desde el punto de vista común, pero no lo es desde el punto de vista Real. Todo lo que sabemos es cómo ser seres humanos comunes, pero no sabemos nada sobre ser un ser humano natural. Así que, desde el punto de vista común, preguntamos: "Hola, ¿qué tal? ¿Cómo estás?" Pero no hace falta preguntar, basta con mirar la cara de la persona y se obtiene una lectura: está enfadada, estresada, aburrida, triste… Eso en el mejor de los casos, porque puede estar mucho peor, ¿no es así?

¿A usted le pasa lo mismo? ¿No conoce a alguien así? ¿En su círculo habitual de amistades no hay personas así? Este es el estado humano común, no es el Estado Natural. El Estado Natural humano es no-dual, es de plena Conciencia; es un Estado libre del Yo.

Participante: Maestro, ¿el “yo” y el miedo son lo mismo?".

Marcos Gualberto: No solo el “yo” y el miedo son una misma cosa, sino también el “yo” y el conflicto, el “yo” y el sufrimiento, el “yo” y el deseo, el “yo” y la inconsciencia. Básicamente, ¿qué es este “yo”? ¿A qué le llama usted "yo”, cuando habla de sí mismo o de sí misma? ¿Observe que ese "yo" a veces es tristeza, a veces euforia, otras veces arrepentimiento, conflicto, miedo… Nunca separamos ese "yo" de la experiencia emocional, sentimental o de pensamiento.

Así que cuando preguntamos: "¿Cómo estás?", lo que queremos saber es: "¿En qué estado te encuentras en este momento?" Es como decir: "¿Estás enfadado? ¿Estás triste? ¿Estás enfadado conmigo? ¿Con el mundo? ¿Contigo mismo?" Tan solo decimos amablemente: "Hola, ¿cómo estás?”, pero eso es lo que estamos preguntando. Nos estamos preguntando: "¿Qué tipo de 'yo' tienes ahora mismo para mostrarme?" "¿Cuál es el 'yo' que está presente ahora mismo?”. ¿No es así?

Si usted tiene una novia o un novio, o vive en una relación íntima con alguien, sabe de qué estoy hablando. En cierta hora esta persona está sonriendo, jurando su amor. Diez minutos después, le está pellizcando porque está llena de pensamientos imaginarios sobre traición, sobre ser traicionada o sobre la posibilidad de serlo. Entonces los celos se apoderan de ese cuerpo, de esos lindos ojos, de ese dulce rostro, y ahora parece el mismísimo diablo, poseída por los celos. ¿No es así?

Así que, ¿con qué "yo" estoy lidiando entonces? En una relación con otra persona, usted se sorprende de lo mucho que esta cambia, pero no se da cuenta de cuánto usted lo hace, porque usted también tiene varios "yoes": en un momento es el "yo-conflicto", en otro es el "yo-enojo", el "yo-miedo", el "yo-deseo", el "yo-...", y así sucesivamente. Existe el "yo-amor" y el "yo-odio"; el "yo" que ama y el "yo" que odia. ¡Usted nunca es uno solo! Esto es fácil de observar. Es difícil observarlo en uno mismo, pero en la otra persona es muy fácil. Es en usted que está la complicación. Es fácil ver que la otra persona está loca o al borde de la locura. Así que, ¿de qué se trata Satsang? Se trata del estado natural humano, no del estado común de la humanidad. Aquí investigamos el estado común de la humanidad, pero no lo señalamos como un verdadero objetivo en la vida, en la existencia. Estamos apuntando a la no-dualidad. ¿Sabe lo que significa la no-dualidad? Significa "no dos". "Yo-amor" y “yo-odio"; “yo-alegría” y “yo-tristeza”; ¡eso es dualidad! "Yo y el otro", "yo y el mundo", "yo y el sufrimiento", "yo y el deseo", etc.; ¡eso es la dualidad!

Estamos hablando de la no-dualidad, de ese sentido de Realidad fuera de la mente, que es como un sentido de conexión con la Vida. Entonces, desaparece la ilusión de ser un testigo, desaparece la ilusión de ser "alguien" en una relación con el mundo. ¡Eso es la no-dualidad! En la no-dualidad, usted no ve el mundo; el mundo y usted desaparecen. Usted no ve una montaña, no hay “usted” y no hay montaña; o solo hay la montaña, pero no hay “usted”. No hay “usted y el mundo”. El mundo está presente, pero sin la sensación de un "yo" separado, y cuando no hay tal separación no hay miedo, no hay "yo-miedo". Cuando no hay tal separación, no hay "yo" ni envidia, porque no hay objeto de deseo. No hay "yo y el control", entonces no hay "yo y los celos", porque no hay miedo a la pérdida, miedo a no dominar, miedo a no controlar, que es lo que sostiene la envidia, los celos, todos los estados mentales conflictivos, infelices y complicados de la dualidad.

¿Estamos juntos hasta aquí? ¿Lo ven en ustedes mismos o solo en el mundo que los rodea, en el otro? ¿Es el otro el que es así? ¿Usted no lo ve en sí mismo? Esa sensación de dualidad, esa sensación de separación, ese deseo de huir, de castigar, de vengarse... ¿Ese deseo de protegerse o de no sufrir? Eso es sufrimiento, eso es conflicto. No querer sufrir ya es un sufrimiento. Hay un gran conflicto en el deseo de escapar del sufrimiento. Fíjese que siempre es el "yo" con este perfil, es él quien lleva este perfil. Sin el sentido del "yo", solo existe la montaña, no hay "yo y la montaña". Sin el sentido del "yo", no existe ni el amigo del otro lado ni el enemigo. No existe el que me gusta y el que no me gusta. ¿Lo entienden? ¿Entienden que gustar de personas es como no gustar de personas? El problema está ahí.

La raíz de todo el sufrimiento humano está en la ignorancia de esta simple y directa Verdad; la Verdad de que no hay dos. ¡Solo existe esta Conciencia Única en todas partes! Algunos sabios han llamado a esta Conciencia Dios. ¡La única Realidad, la única Verdad presente en toda manifestación, en toda existencia, en todas partes! ¡Solo existe Dios! No hay “usted y Él”.

Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, realizado el 13 de enero de 2021. Publicado por primera vez en portugués el 10 de febrero de 2021. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

domingo, 11 de julio de 2021

Desidentifíquese del cuerpo y la mente

En estos encuentros, nuestro gran objetivo, nuestro gran propósito, es volvernos hacia el Corazón, volvernos hacia adentro. Estamos hablando de Algo que ya está presente como nuestro propio Ser. No es algo que está por llegar; es algo que ya está presente. Por lo tanto, nuestro propósito es entrar en contacto directo con Lo que somos, ahora mismo, aquí, en este instante. Cuando hablamos de la Naturaleza de la Conciencia, de la Naturaleza del Ser, estamos hablando de Algo siempre presente. La mente siempre está buscando nuevas experiencias, nuevas sensaciones, pero su Ser no es una nueva experiencia, ni una nueva sensación. ¡Su Ser es la Realidad presente!

Nos pasamos la vida alimentando y sosteniendo esta falsa identidad, que es la que siempre está buscando, tratando de encontrar algo nuevo. La mente hace eso a causa de su insatisfacción. La naturaleza de la mente es alejarse del Corazón, de Lo que está presente ahora, aquí, en este instante. Todo nuestro interés, en Satsang, es descubrir Lo que somos, entrar en contacto directo con Lo que somos en este instante, en este momento presente. La mente ha construido el tiempo. Se mueve en él. Por lo tanto, siempre está buscando experiencias y sensaciones. Cuando usted hace esto, se identifica con el cuerpo y con la mente.

La base de toda la miseria humana es la identificación con el cuerpo, la ilusión de una identidad presente en el cuerpo. Si usted es alguien dentro del cuerpo, está preso a la noción de tiempo y espacio, viviendo en busca de experiencias y sensaciones. Toda su vida gira en torno a esa idea central: la idea de que usted es una persona.

Cierta mañana, un hombre se presentó ante Ramana Maharshi. Era misionero y también profesor de inglés. Cuando entró y se postró ante el Maestro estaba muy triste, porque había perdido a su hijo en la guerra. En ese momento, preguntó al Maestro: “Finalmente, ¿cuál es el medio para liberarse del dolor?” Ramana le miró, guardó silencio durante unos minutos, y le contestó: "Todo su dolor está en su mente". Ramana le dijo que todo su dolor estaba siendo creado por el pensamiento. El Maestro le dijo: “Su dolor es solo su pensamiento; su Verdadera Naturaleza es Paz”. Continuó: “Su remedio es investigar, dentro de su propia Naturaleza, quién es Usted. Es porque el pensamiento dice que su hijo ya no existe que usted siente pena. Si en el pensamiento aún creyera que está vivo, no sentiría nada de tristeza”.

Ramana también le contó una historia, que le voy a contar aquí. Es la historia de dos jóvenes que salieron juntos en peregrinación. Llegaron a un pueblo del norte de la India y uno de ellos murió. El que quedó vivo consiguió un empleo y se puso a trabajar. Al cabo de un tiempo decidió volver a su pueblo, pero en ese intervalo conoció a alguien, otro peregrino que volvía a su pueblo antes que él. Entonces, le pidió al peregrino que le dijera a la familia de su amigo que este había muerto. Así que el peregrino dio la noticia, pero al hacerlo, cambió los nombres de los chicos. Como resultado, los familiares y amigos del fallecido se alegraron, porque creían que estaba vivo, mientras que los allegados del peregrino vivo estaba apenados y muy tristes, todos llorando, pensando que había muerto. ¡Se cambió la noticia!

Así que Ramana le contó eso, y es de eso que estamos hablando en este encuentro en Satsang: cuando usted se identifica con la idea de la persona que usted crees que es, todo su mundo gira en torno a los pensamientos. Identificado con el cuerpo y la mente, usted es una persona en el mundo; un mundo de creencias, conceptos, conclusiones, opiniones. Ese es el sentido de esclavitud, el sentido de una egoidentidad.

La Iluminación, o el Despertar, o la Realización de Dios, es la ruptura definitiva con la creencia de “yo soy alguien”, alguien que tiene familia, parientes y amigos. En la mente, usted siempre vive con el miedo de perder lo que tiene, y lo que tiene solo existe en su cabeza. ¡Ese es su mundo! Lo que digo en Satsang todos los días es que Usted ya es la Paz, ya es la Libertad, ya es la Felicidad, pero solo cuando no tiene nada. Cuando no tiene nada, usted es la Felicidad. Cuando tiene algo, es miserable.

Su sentido de persona es tan miserable que proyecta la miseria hasta más allá de la vida del cuerpo. Ustedes esperan morir e ir a algún "otro lado", encontrarse con sus miedos, deseos y apegos, encontrarse con algunas personas que están "en el otro lado". El miedo es la base de la mente. A causa del miedo, la mente ha creado todo tipo de apego a las cosas, las personas y los lugares. Ese es el estado miserable de la persona, de ese "yo", de ese ego.

Usted tiene que "morir" a todo eso, "morir" a la persona que crees que es, y "morir" a todas las cosas que cree que tiene, lo que significa dejar de buscar experiencias y sensaciones. La Paz, la Libertad, el Amor, la Felicidad está aquí y ahora cuando usted no está, cuando su mente no está, cuando esas imágenes en su cabeza ya no están. Entonces, de hecho, usted “muere”, su mundo desaparece. Ahora usted está más allá de la vida y la muerte, más allá de la ilusión de que un día nació y de que un día morirá. Usted es ese Espacio que nunca se agita, ese Espacio que no se mueve.

Usted tiene una habitación aquí y puede mover los muebles en ella. Puede agitar los objetos en la habitación, pero el espacio en esta no se mueve. Cuando usted Descubre la Verdad sobre Sí mismo, Usted es ese Espacio que no se mueve. Todos sus parientes morirán algún día. Un día, usted perderá todo lo que tiene. Cuando usted pierde su propio cuerpo, lo pierde todo. Cuando, físicamente, su cuerpo se va a la tumba, usted lo pierde todo, al instante, inmediatamente, de golpe. Pero ahora usted sabe que no es el cuerpo, y como no es el cuerpo, no pierde nada. ¡Esto es la Realización! Jesús llamaba a Esto "nacer en el Reino de Dios". Una vez dijo: “El que cree en mis palabras no morirá nunca”. Si usted también confía en mis palabras, en ese momento podrá ir más allá de la ilusión de esa "persona". En este Despertar, en esta Realización, ¡usted nace de nuevo!

Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, realizado el 28 de junio de 2017. Publicado por primera vez en portugués el 05 de febrero de 2021. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

miércoles, 30 de junio de 2021

La Alegría en Dios

La alegría es el signo clásico de la Libertad. Sin embargo, la alegría no es vivir sonriendo. La Verdadera Alegría es silenciosa. Transmite la Presencia, pero es silenciosa. Dice: "Estoy aquí", pero no hace ruido. Es muy invisible, pero dice: "Estoy aquí, si puedes verme, ¡bien! Si no puedes verme, ¡también está bien!" Unos pocos pueden ver, otros muchos no. La gran mayoría no puede, no tiene ojos para ver.

La gente se confunde con la falsa alegría, esa alegría de sonreír, la alegría de mostrar que estás bien, de la apariencia, del estatus... Esta falsa alegría es la de querer mostrar a todos los que te rodean que eres feliz. Por eso la gente, cuando viaja, hace fotos: para decir a los demás que son más felices que ellos, que tienen más libertad que ellos, que tienen más dinero que ellos y que disfrutan de la vida más que ellos. Una cosa de estatus, de ostentación. ¡Pura vanidad! Una cosa de una mente egoísta, de una mente estúpida…

Pero la Verdadera Alegría es esta: la Alegría de Ser lo que eres, sin conflicto, sin sufrimiento, sin buscar más que lo que está aquí, más que lo que se presenta en este momento, con el corazón agradecido, con una sonrisa en los labios o no (no importa). Esta Alegría dice: "Estoy aquí", pero no es para todos, no es para que la vean. Esta Alegría no es exhibicionista, no es para humillar a nadie, no es para darse importancia, no crea estatus, no es vanidosa. Esta es la Alegría de Dios, y como todo lo que Dios hace, es simple y sin ostentación, pero de gran belleza para aquellos que tienen ojos para ver.

La mente es ciega, el ego es ciego, no ve nada. Así que disfruta entristeciendo a los demás, presumiendo, mostrándose más feliz que los demás, lo cual es pura vanidad, pura imbecilidad, pura idiotez. Quien se interesa por la Vida tal como es, no se preocupa por ser alguien para algunos, por presumir para otros. Su alegría es silenciosa, está en este momento, no necesita nada externo, es un desbordamiento…

Es solo la mente la que conoce el estatus, la que conoce esa alegría eufórica, exhibicionista y egoísta...

Transcrito a partir de un discurso ocurrido en septiembre de 2016, en un retiro Tiruvannamalai, India.Publicado por primera vez en portugués el 25 de septiembre de 2016. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

lunes, 28 de junio de 2021

Viva como la flor de loto

Es importante que usted haga sus descubrimientos. Lo que yo puedo darle aquí son indicaciones de lo que usted descubrirá en este trabajo. En realidad, estas indicaciones son revelaciones sobre lo que usted tiene que descubrir por sí mismo. La flor de loto nos da el ejemplo: sus hojas viven en el agua, la flor bebe de esta agua, toma vida de ella, toma belleza de ella, pero el agua no la toca. Está en el lago, pero la flor, en sí, está en la superficie del agua. Cuando la lluvia llega y cae sobre ella, las gotas siguen hacia el lago, y la flor permanece en la superficie, el agua no la toca. La flor de loto se libra del agua cuando esta intenta tocarla.

Usted tiene que ser consciente de la realidad de su mundo. Usted vive en este mundo, su vida física está en este mundo, el cual es un mundo de pensamientos. ¡El pensamiento ha producido todo a su alrededor! Su existencia física y su historia, como criatura humana, tendrán lugar en un nuevo año. Su entorno, como aparente entidad individual, es esta vida humana. El entorno de la flor de loto es el lago, pero el agua no la toca, o, cuando la toca, no permanece sobre la flor: se escurre y vuelve al lago. Por eso la flor siempre está seca, libre del agua, aun viviendo en el agua. Del mismo modo, aunque esta existencia física y psicofísica esté en este mundo, su Verdadera Naturaleza no es de este mundo.

Lo que puedo decirle por adelantado es que, en este trabajo, el descubrimiento que usted hará es que el pensamiento no es el instrumento, no es el alimento, no es la verdad que usted necesita. ¡El pensamiento nunca será un instrumento que le ayude a vivir en armonía con la vida! No es el instrumento de la Vida, no le ayudará a vivir en la Paz, en la Verdad. El pensamiento es caótico, contradictorio, imaginario, está fuera de la Realidad. No trata de la Realidad, sino de la imaginación, la contradicción, los fenómenos. Si su vida permanece asentada en el pensamiento, usted será una flor de loto ahogada en el agua. Pero no es así con la flor de loto, porque esta no deja que el agua la sofoque. Si el nivel del agua sube, ella lo sigue, sube con él. No acepta vivir bajo el agua. En este mundo, las personas son como una flor de loto, pero sumergidas en el agua, asfixiadas por el agua.

Yo siempre enfatizo esta cuestión del pensamiento, ¿y por qué? Porque observo que usted pasa la mayor parte del tiempo ocupado con los pensamientos, y estos lo llevan a una relación de "flor sumergida en el agua", lo alejan de la Realidad, porque lo colocan en el mundo, en el "mundo del agua", que es el mundo de la mente. Si usted se ocupa con lo que produce el pensamiento —y es con eso que se ocupa la mente egoica—, está viviendo en el ego y no en su Naturaleza Divina. El pensamiento es algo muerto, no toca la Realidad.

El pensamiento habla de un Espíritu, de una Conciencia, de un Dios, de una Vida, de una Inmortalidad, de una Inteligencia, de un Amor, de una Paz que no conoce. No lo sabe porque está muerto. En el pensamiento, usted está sumergido en una identificación con un personaje, con el personaje que usted cree ser, que odia, ama, extraña, necesita, sufre, desea... ¿No es así? ¿Me equivoco? Muéstreme un recuerdo que no sea una fotografía del pasado. ¿No se ha dado cuenta de que es imposible traer un recuerdo que no sea una fotografía del pasado? Y si es una fotografía, no es la Realidad, es una impresión de la memoria. ¡El pensamiento es algo muerto! Sus relaciones no están vivas porque todas se basan en la memoria.

Algunas personas hablan de la importancia de construir un mundo correcto a través de los pensamientos correctos, de lograr lo que se desea deseando lo correcto. Hay que estar atento para tener discernimiento. ¡El ser humano es muy ingenuo! Se deja convencer por lo que oye y convence a otros sin una investigación más precisa, más veraz, más honesta. Usted no construirá el mundo haciendo uso del pensamiento, ¡el mundo ya está hecho! Lo que se podía hacer por el mundo ya se hizo, y lo que algunos aún necesitan hacer en el mundo, lo harán, soñando de la forma que lo están haciendo.

Cuando usted viene a Satsang, se le invita a dejar de soñar, a dejar el mundo en paz. ¿El mundo dejará de ser construido o se reafirmará una vez tras otra? No. El pensamiento siempre estará construyendo el mundo; solo que al mundo no le hace falta su pensamiento, el mundo no necesita de uno más en este contexto de sueño, viéndose a sí mismo como una entidad separada, capaz de controlar y hacer cosas. Un Buda es alguien que ve el juego, y para él es solo un juego. Él no está dentro del juego.

Como acabo de decir, el pensamiento es algo muerto, no puede tocar la Realidad. El pensamiento es el que crea los problemas y después busca solucionarlos. Le da ideas sobre cómo debería ser el mundo, y usted puede quedarse en ese juego, tratando de construir un mundo diferente al que está viendo, creyendo, como una entidad separada, tener el control, creyendo poder manejar y corregir la vida, construyendo lo que quiere, como si eso pudiera traerle armonía, paz y felicidad, como si eso tuviera base en la Realidad de la Conciencia, en la Realidad del Ser. ¡No! Los pensamientos son contradictorios, dualistas, problemáticos, imaginarios…

¡El planeta no está en peligro! ¡El mundo no necesita ayuda! Usted sí está en peligro, ya que no puede ver, oír, tratar con el pensamiento tal como es, tratar con los sentimientos tal como son, con las emociones tal como se presentan. Usted es el peligro, es un peligro para sí mismo, y esto es estar fuera de la Realidad. El peligro es estar fuera de la Realidad, es ser infeliz, es ser "alguien".

De los casi 8.000 millones que hay en el planeta, ¿cuántos creen ustedes que amanecen el primer día de un nuevo año, como este de 2021, y ya se encuentran con algo así? ¿Cuántos de ustedes están advertidos o llamados a le estoy deseando un nuevo año, le estoy llamando la atención sobre la Vida, sin todo lo antiguo, y lo muerto, lo que es la vida en el pensamiento. Hay algo en usted más allá del tiempo, más allá del espacio, anterior a toda esta manifestación llamada "mundo", anterior a toda esta creación, a todo lo que el pensamiento ha producido. ¡Hay algo anterior a todo esto! Anterior al cuerpo, a la mente, a la historia, al pensamiento. Esta flor de loto vive en el agua, bebe esta agua, está en ella, pero cuando le echas agua encima, esta se escurre. Cuando usted entiende lo que estoy diciendo, realmente, no puede permanecer nada más.

Krishna en el Bhagavad Gita le dice a Arjuna: "El mundo en mí no permanece". En otro momento Krishna también dice: "No te dejes impresionar por mis palabras, lo que importa es Aquello que Soy". En la India, llaman a la Visión de Lo que Yo Soy la Realización de Dios, que es cuando está la Comprensión de que Usted es el principio de toda manifestación, la única Realidad, y ya no está la prisión del pensamiento.

Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, realizado el 01 de enero de 2021. Publicado por primera vez en portugués el 02 de febrero de 2021. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

lunes, 21 de junio de 2021

El mundo creado por el pensamiento

El pensamiento creó este mundo. Todo lo que sus ojos están viendo aquí, en esta sala, fue creado por el pensamiento. El traje que usted lleva fue diseñado por el pensamiento... hay algunas cosas que el pensamiento produce y materializa, les da una forma física y tangible; otras, no las materializa de forma física y tangible, sino en forma de sensaciones, sentimientos, emociones y experiencias subjetivas. Este es su mundo: el mundo creado por el pensamiento.

No hay nada externo que no sea interno; no hay nada fuera que ya no esté dentro… ¿Qué quiero decir con esto? Que su mundo es mental; es un mundo mental y privado para la ilusión de "alguien" presente en la experiencia llamada pensamiento. ¿Están conmigo? ¿Pueden ver esto? ¿Qué siente usted ahora? ¡El resultado de los pensamientos! El pensamiento materializa, hace palpables, visibles, los objetos que están fuera y hace verdaderos los sentimientos en su interior. Por lo tanto, lo que usted siente no es fiable, ya que es solo pensamiento.

¿Qué estamos haciendo en Satsang? Estamos afirmando la realidad de la Conciencia y Esta no conoce el mundo. ¿Usted cree que Dios conoce el mundo? En estos días me preguntaron quién creó el mundo, si fue la mente o si fue Dios. Me pareció una pregunta muy interesante. Mente es una palabra, Dios es una palabra, Conciencia es una palabra. El pensamiento puede imaginar estas tres cosas distintas y separadas, pero todo lo produce él mismo. Es en el pensamiento que todo aparece y desaparece. ¿Pero qué lo precede? ¿Qué está antes, durante y después? ¿Qué nombre se le puede dar a esto?

Aquí estamos investigando la sustancia de las apariencias, lo que está más allá de la dualidad, más allá del pensamiento —esto quiere decir más allá de los sentimientos, las emociones, las sensaciones, el cuerpo y la mente—. Aquí es donde todo el conflicto, el sufrimiento y el miedo terminan, porque el exterior y el interior desaparecen.

Los problemas no están en las apariciones, ni en las personas, ni en el mundo, ni ahí fuera, sino en la ilusión de que están ahí en su interior. Así, lo que está fuera está dentro. No hay nada que deba cambiar que no esté cambiando ya, pero no hay nadie haciéndolo. En otras palabras, no hay nada que alguien o que un nuevo sistema esté haciendo, porque todo está ocurriendo de forma natural. Los cambios están ocurriendo; todo lo que tiene que ocurrir ya está ocurriendo, pero no hay un grupo, una organización o un movimiento haciendo esto.

Usted ha pasado mucho tiempo identificado con la mente, lo cual significa identificarse con el pensamiento, con la ilusión del lado interno, viendo cosas que solo están en el imaginario del pensamiento. Identificarse es dar un significado subjetivo a la experiencia. Si creo estar entendiendo el significado de esta experiencia, es por causa de la subjetividad, por estar identificado con ese supuesto “alguien" que sabe qué está pasando exteriormente, lo que en realidad es solo una proyección de lo que el pensamiento imagina interiormente.

Otro aspecto de la identificación con el pensamiento es la tristeza. Si usted alguna vez ha tenido un momento de tristeza en la vida, entonces estaba inmerso en una subjetividad de conclusión acerca de un evento; eso produjo el estado al que usted llamó tristeza; eso es estar identificado. No hay tristeza en el Estado Natural. Usted nunca verá a un Sabio triste, porque la tristeza requiere demasiada imaginación, subjetividad e identificación.

La depresión, por ejemplo, es un caso agudo de tristeza. Cuando la tristeza llega a un punto más grave, fuerte y contundente, se le llama depresión. Se trata de un caso agudo de tristeza, es decir, de imaginación extrema, para una supuesta entidad presente en la experiencia del dolor de la decepción, de la frustración, del abandono, del estrés, para el que no se encuentra una salida. ¿Ahora entiende lo que significa estar identificado? Es estar apegado a la experiencia como una entidad presente, tan aferrado, pegado, adherido a esta, que usted se vuelve uno con el dolor, el cual es puramente subjetivo, psicológico; es puramente egoico. Así que usted se vuelve muy exclusivo, muy especial.

¿Por qué no tengo piedad con quien está deprimido o ansioso? Porque no hay nada que yo pueda hacer manteniendo consenso con la ilusión... Es únicamente la ilusión de ser alguien muy importante, muy especial, lo que puede estar en una tristeza tan absoluta que el mundo entero tiene que trabajar mientras que él no; el mundo entero tiene que ocuparse de las cosas del día a día y él puede retirarse al cuarto oscuro y quedarse llorando, pidiendo medicina y ayuda a los demás. El sentido de importancia es tan grande que él tiene que llamar la atención del mundo diciendo: "Soy un emperador, un rey, en mi dolor, y no necesito trabajar, ocuparme de la vida, pagar las facturas... ¡No necesito hacer nada! Solo tengo que tumbarme aquí y el mundo atenderá todas mis peticiones. Todos me mirarán, me considerarán y reconocerán que mi caso es un caso perdido. ¡Me merezco toda la atención del mundo!”.

Usted hace esto en diversas escalas. Aquí, estoy señalando la escala extrema de la depresión: en el cuarto oscuro (luz apagada, ventana cerrada), con una gran cantidad de medicamentos a su lado y mucha gente preocupada por intentar rescatarlo del mundo, el cual es una fantasía.

Transcrito a partir de un discurso ocurrido en el retiro de carnaval, en febrero de 2017, en João Pessoa. Publicado por primera vez en portugués el 19 de abril de 2017. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

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