miércoles, 29 de julio de 2020

El centro falso

La ilusión de confiar en que usted es una persona siempre trae el peso de la necesidad de personas. Lo pondré mejor: ¿qué necesita una persona para ser feliz? Necesita amistad, gratitud, reconocimiento… ¡Tiene un millón de necesidades!
El cuerpo es solo una apariencia y la idea de un centro presente en la experiencia de la vida es solo algo imaginario que no tiene sustancia, no lleva ninguna forma de realidad. ¡Es un centro aparente en un cuerpo aparente! El pensamiento crea la idea de una persona presente, y si “yo” soy una persona, “yo” necesito lo que las personas necesitan. Entonces, ¿qué quieren las personas? ¡Es lo que “yo” quiero! De una forma práctica, aquí está la diferencia entre estar en Felicidad y vivir en miseria.
Mientras la ilusión de ser una persona esté presente, la búsqueda de algo mantendrá la miseria. La percepción está presente, ¡pero la ilusión es que hay un centro ahí! Por ejemplo, en este momento, la sensación ahí es de que existe un centro de percepción escuchando estas palabras. ¡Perciba cómo es mágico este juego divino! Existe la sensación de que hay un centro experimentando percepciones auditivas, visuales, sensitivas, ¿no es así? Esa sensación es imaginaria, es del pensamiento, ¡porque ese centro no existe! El sentido de persona está manteniendo ese centro, el cual mantiene el sentido de persona, que está en búsqueda de algo. ¡Vea cómo ocurre esa magia de la egoidentidad! ¡No existe, en absoluto, ningún centro de experiencia aquí o ahí! ¡No hay un centro! ¡No hay alguien hablando ni alguien oyendo, no hay ningún experimentador ni experiencia particular sucediendo! He intentado de diversas formas, mostrarle esto, el truco, toda la magia.
Cuando sueña usted por la noche, la idea es la de que usted está ahí y de que hay un mundo a su alrededor, donde las experiencias ocurren. Así, la idea es que ese mundo es real y que usted es el personaje central en toda la experiencia. Ese centro ilusorio mantiene la realidad de un mundo externo presente a su alrededor. Sin embargo, al despertar, ¡usted ve que no había ningún centro en la experiencia! Nada en el sueño estaba ocurriendo para un centro de experiencia presente.
Ahora, en este instante, usted tiene la idea de ser un centro viviendo experiencias que ocurren. Cuando usted dejó de soñar y despertó por la mañana, se ha dado cuenta que el mundo y usted eran una sola cosa. ¿Qué diferencia había entre usted en el sueño y lo que ocurría en el sueño? Cuando despierta, ¿ve alguna diferencia? ¿No ve que quien vivía el sueño y el sueño mismo eran una sola cosa? ¿Hay diferencia entre alguien viviendo el sueño y el propio sueño? Ahora que está despertando, ¿puede separar al soñador —el personaje con sucesos ocurriendo a su alrededor— del propio sueño? ¿Puede separar a la “persona” que usted creía ser en el sueño del sueño alrededor? Por ejemplo, en el sueño usted caminaba en una carretera, escuchando música, y ahora despertó. Al recordarlo, ¿no ve que el sueño y usted tenían la misma calidad? ¿No era usted, el caminar y la carretera hechos del mismo material? ¿Había un centro de experiencia ahí o solo una experiencia sin centro? ¿No era el material de la carretera el mismo material del cuerpo, del sonido que se escuchaba y del caminar? ¿No fue todo lo que pasó en el sueño, inclusive su presencia en él, un material creado, imaginado y producido por la mente? Así que, ¿es posible separar el viento que soplaba en esa carretera por donde usted caminaba, el caminar, usted mismo y el sonido de la música? ¿Puede decirse que había un centro que, percibió, por separado la experiencia? Ahora, aquí, despierto, ¿dice usted que había un centro percibiendo eso o se le nota que estaba sucediendo un todo, una imagen, una película?
Devoto: ¿Tiene usted alguna consciencia de un observador en el sueño?
Marcos Gualberto: ¿Usted tiene consciencia de un observador ahora, aquí? Es como sucede en el sueño. ¿Ahora, qué es ese observador? ¿Está separado de esta experiencia? ¿Es posible separar a quien escucha de lo que escucha? ¿Es posible separar lo que se ve de quien lo ve? Si no, ¿dónde está ese centro? ¿Si se retira el objeto observado, para dónde va el observador? ¿Si usted retira la música de quien la escucha, para dónde va el que la escucha? Así que ahora es más fácil percibir que no existe un centro de experiencia, que la experiencia solo existe si hay un experimentador. ¡No hay ningún centro ahora, aquí! ¿Percibe que no existe nadie ahí ahora? Están solo las sensaciones físicas, térmicas, auditivas y visuales surgiendo y desapareciendo, ¿no es así? Si después de este paso a paso, eso quedó claro, puedo entrar en lo que dije al principio: mientras el sentido de persona esté presente, existirá la necesidad de cosas. ¿Recuerda? Las cosas de la “persona”. Pero ¿qué necesita esa “persona” siendo que no existe? Perciba que la “persona” es la imaginación de un centro viviendo experiencias. Perciba que la “persona” es una ficción creada por el pensamiento, viviendo una vida propia, teniendo experiencias particulares y necesitando cosas.
Entonces, ¿cuál es el secreto de la Meditación? Ver que los sentimientos y pensamientos surgiendo ahora no tienen un centro particular. ¿Entiende esto? El pensamiento, el sentimiento y la sensación presentes no tienen un centro particular para manejarlos, para administrarlos. Así que si usted solamente permanece sin ese centro, que es ese controlador, no tiene cómo ser infeliz, cómo ser miserable. ¿Y por qué no? Porque usted ya no está ahí exigiendo algo. ¿Está claro eso? Su exigencia es lo que lo vuelve miserable, porque eso es lo que sostiene a ese “centro” siempre infeliz, siempre insatisfecho. Eso es lo que crea el sentido de separación, el ego, lo que lo mantiene fuera de su Estado Natural, que es Consciencia, que es Ser. Basta un solo pensamiento tomado como verdad para que ese “centro” permanezca miserable. ¡Basta un solo pensamiento! El falso centro está en el pensamiento que dice “yo”, “mí”, con todos los sentimientos y emociones asociados a él. Lo pondré aún más simple: si surge el pensamiento, ya se sobreentiende que es para un “centro”, para un “yo”. Si usted no lo cree, si no apoya ese pensamiento, ese centro falso no tiene cómo prevalecer y continuar. No es que primero exista el “yo” y después el pensamiento; ya se sobreentiende que el pensamiento trae un “yo” presente, un centro imaginario. ¡El pensamiento mismo viene de ese hábito!
¿Por qué para un Ser Realizado es tan leve permanecer sin pensamientos? Porque esto ya no encuentra un apoyo para un “centro”, un alimento para un centro ilusorio. Entonces, ¿en qué difiere el Estado Natural del estado del hombre común, en esta relación con el pensamiento? Verá, el pensamiento ocurre para el hombre común y para el Sabio, pero el Sabio tiene levedad, ¿por qué? ¡Porque el centro imaginario ya murió de hambre! ¡Desapareció por no tener comida! ¡Estuvo tanto tiempo sin comer que murió! Cuando el pensamiento surge para el Sabio, es solo un fenómeno existencial, pero para el hombre común, que siempre se alimenta de ese falso centro, el pensamiento es la verdad.
Así que el Sabio vive en Felicidad porque no tiene eso que alimenta la constante búsqueda de la “persona”. Así, ¿le sucede el pensamiento a Ramana, Buda, Jesús y Gualberto? Sí. Pero ese centro imaginario, alrededor del cual y para el cual suceden las experiencias, ¡ya no existe! De esta forma, los pensamientos son tan solo un fenómeno, una aparición sin importancia personal, porque no hay “persona”; sin la importancia para un “centro”, porque este ya no está presente como imaginación.
Transcrito de un discurso ocurrido el 25 de febrero de 2020, en un retiro en la Isla de Itamaracá - estado de Pernambuco - Brasil. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

jueves, 23 de julio de 2020

La Comprensión Directa

Tenemos solamente este instante para la Verdadera Comprensión del Despertar. La mente está siempre creando el futuro, y también reproduciendo el pasado. Todo esto son solo ideas, ¡imaginación! El aspecto fundamental de estos encuentros es la posibilidad de la Comprensión Directa – algo vivencial, experiencial – de que esta Presencia que somos no tiene límites ni está localizada en el espacio. Esto no es una forma especial de conocimiento, por lo tanto usted no va a percibirlo a través de un entrenamiento o de una educación especial.
Estamos ante algo que es anterior a la mente, al conocimiento intelectual. La Verdad es algo muy obvio e interno, y, naturalmente, de directo acceso para todos. La Verdad no es algo que la mente pueda saber o no. La mente puede saber o no saber acerca de las cosas de esta misma. Su Naturaleza Divina no es parte de la mente, no es una cosa de la mente, así que no es posible que esta sepa o no acerca de Eso. Por lo tanto, la Verdad es una vivencia o un conocimiento directo y experimental. No depende de esa inteligencia o de la capacidad intelectual.
Otro aspecto, también, es que la Verdad es independiente de la condición del cuerpo (si este es joven o viejo, si está saludable o enfermo). ¡Esto realmente es fascinante! El “yo” que usted cree ser, parece saber muchas cosas, pero todo lo que sabe hace parte del cuerpo y de la mente, de sus experiencias en el mundo. Todo lo que su “yo” conoce está dentro de lo conocido. En otras palabras, todo lo que él conoce es a él mismo, lo cual es solo una idea, una autoproyección. Ese “yo” no puede conocer otra cosa a no ser él mismo, y lo que conoce son las cosas que la mente imagina sobre el cuerpo y el mundo, es decir, sobre sí misma.
Por lo tanto, Aquello que Usted es no requiere de ningún conocimiento especial, entrenamiento, imaginación, idea, creencia y ninguna experiencia mental, física o emocional. ¡Ningún conocimiento de la mente nos puede acercar o alejar de lo que somos en nuestro propio Ser! Lo que sucede es que la mente, a través de imaginación, sentimientos, emociones y sensaciones del cuerpo, parece ocultar Esto, esta Visión, esta Comprensión directa y experiencial. Esto ocurre porque, durante mucho tiempo, usted ha invertido en el pensamiento como si este fuera lo más importante. ¡Usted le ha dado mucha importancia al pensamiento!
Perciba que, sin el pensamiento, usted no tiene referencia, conocimiento o memoria. Esto significa que usted no tiene la idea del límite de la forma, ni de una identidad presente. Se necesita el pensamiento para pensar en términos de edad, nacionalidad, género e historia. Así que es el propio pensamiento que crea la sensación ilusoria que lo hace a usted verse como una identidad, que tiene buenas y malas cualidades, virtudes y vicios, que es buena o mala. ¡Esto es una visión limitada! En realidad, usted no tiene tales cualidades o limitaciones, porque sus deseos y sus miedos, sus virtudes y sus vicios, su inteligencia y su carencia de la misma, ¡todo esto es pura imaginación! La mente se atribuye a sí misma estos defectos y cualidades, y los toma como reales, ¡pero no hay ninguna realidad en esto! ¡La mente adora producir todo esto!
La belleza de Satsang es descubrir esto, ¡la Verdad de todo esto! ¡Aquí tenemos la llave de la Liberación! En su Ser, usted es Felicidad, ¡usted es Dios! El Despertar, la Realización, está en descubrir, en sí mismo, qué es ese sentido de “yo”, dónde está localizado. Si usted investiga esto, descubrirá que no está en ninguna parte, que no es más que una idea, un concepto, una imaginación. Usted tiene toda la energía para este Despertar, ¡este Descubrimiento! ¡Usted tiene todo el potencial! Siempre estoy hablando sobre la Verdad, sobre la Realidad de su Ser, ¡todos los días!
¡Todo lo que usted necesita es descubrir la Verdad de Sí mismo! La mente es mecánica y repetitiva, ¡ahí no hay Inteligencia Real! ¡Ramana es Inteligente! ¡Buda es Inteligente! ¡Jesús es Inteligente! ¡Su Consciencia es Inteligente! Si usted está trabajando todo el tiempo con la mente mecánica, no puede ser Inteligente.
El mundo de la mente no es real, es decir, el mundo que ve usted no es real. Lo que es Real está más allá de la mente, el cuerpo y el mundo. ¡Su Verdadera Naturaleza es Amor, Paz, Beatitud, Alegría! Usted debe abandonar la idea “yo”, el sentido de separación, pues eso es lo que mantiene el sufrimiento, la ilusión de “alguien que sufre”. Aquí he dado mucha importancia a una cuestión, que es la Meditación. Rendirse a la Verdad, a través de la autoinvestigación, es la base de la Meditación.
Esta es la forma directa de Descubrir a Dios, de conocerlo, y esto significa ir más allá de la ilusión, más allá del sentido de dualidad, de separación. ¡Eso es Satsang! Perciban que, sin la referencia del pensamiento, no tenemos noción de tiempo, espacio, localización, identidad. ¡Entonces no hay tiempo ni espacio! Sin el pensamiento, no se pueden imaginar dos eventos sucediendo – algo que pasó y algo que pasará. De hecho, el “yo” necesita al pensamiento, porque el “yo” no es anterior al pensamiento.
Orientarse a Esto, sumergirse en el Corazón, ¡es constatarlo! ¡Cuando Usted está presente, es Consciencia! Cuando está perdido en el mundo de la mente, es ilusión. Usted ha desperdiciado toda la vida confiando en el pensamiento, por lo cual, en su mente, está siempre experimentando la ilusión de la proyección de un mundo, de una existencia separada. En el Despertar, el “sueño” desaparece, porque se va el “soñador”. No hay más pensamientos, porque no hay más “sueños”. ¡Esto es la Vida, la linda Vida!
Transcrito de un discurso ocurrido el 02 de marzo de 2020, en un encuentro online abierto. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

martes, 21 de julio de 2020

Un mapa del tesoro

En esta aproximación de Satsang, usted es incentivado a observar sus experiencias. Antes, usted tenía una forma de tratar de validarlas a través de las conclusiones de los que estaban a su alrededor. Es decir, usted veía las experiencias en la forma que es común a todos, con base en la idea “yo y el mundo”, “yo y el otro”. ¡Es Así con la mayoría! Las personas expresan sus experiencias a partir de esta formulación.
A usted aquí se le está incentivando a dudar de esto, a abandonar esas conclusiones. Esa forma de buscar validar estas formulaciones es algo de pura programación, de puro condicionamiento. Aquí, estamos intentando explorar la Naturaleza de la Verdad, de la Consciencia, de Lo que está presente, aquí y ahora, como Experiencia. Finalmente, ¿qué es la Consciencia? ¿Qué es esta Experiencia aquí y ahora?
Los Sabios descubrieron esta Comprensión, llegaron al Descubrimiento de la Naturaleza de la Verdad, de la Naturaleza de la Consciencia. ¡Y lo expresaron de muchas maneras! En realidad, lo único que sucede a su alrededor es el movimiento interno de expresión de esta Verdad. En todas las grandes tradiciones espirituales, el descubrimiento esencial es el de la Naturaleza de la Consciencia, el de la Verdad sobre la Experiencia Real, aquí y ahora.
La Consciencia es todo, es la Verdad de Aquello que Usted es, el Conocimiento que está más allá de la mente, algo presente en toda Experiencia Real y Auténtica. No estoy hablando de una mera experiencia, sino de una Experiencia Real y Verdadera, libre de condicionamiento, programación, concepciones, conclusiones… Es la Verdad, ¡la Verdad más Pura y Cristalina!
Esto aquí no es un discurso intelectual, teórico, filosófico o espiritualista. Es algo que explora Lo que Es, Eso que es la Naturaleza de la Experiencia. ¡Esa es la belleza de estar en Satsang! Así que las cosas que digo aquí son como um mapa del tesoro. Estamos investigando y mirando este mapa, y el propósito es descubrir el tesoro. El significado de las palabras no está en las propias palabras, sino en la Visión, en la Contemplación de la Verdad. Hablo del Espacio en el cual Esta nace…
Así, nos vamos acercando más y más al objetivo de esta investigación, y esto significa el fin de las conclusiones, de las viejas concepciones, de las ideas convencionales, de los conceptos de dualidad: correcto e incorrecto, bueno y malo. Una vez que todo esto sea desarraigado o abandonado, la Verdad se muestra presente, habiendo el mapa cumplido su propósito. Así que la Realización es Eso – encontrar el tesoro, tomar consciencia de él.
En otras palabras, es necesario que la ilusión se desarme. Usted está aprendiendo a mirar en la dirección correcta, fuera de la mente, de la convención, de la concepción común. Entonces, usted está ante Aquello que es lo más cercano, lo más íntimo. Esta Presencia, esta Consciencia, esta Verdad, ¡este Tesoro es la base de todo! No es necesario adicionarle nada a Esto, ¡porque ya es completo! ¡Esta Verdad está presente y todo está ocurriendo en Ella!
La Verdad es el contenido de toda expresión, manifestación, evento o acontecimiento, ¡y nada la afecta! Todas las palabras dichas aquí están ocurriendo en esta Verdad, en esta Consciencia, que permanece desconocida, pero presente, y por lo tanto, disponible para todos. ¡Esto es Algo inmensamente claro, obvio, singular! ¡Es tan íntimo, tan real! Esta Presencia es la Verdad Incondicional, Divina, Amorosa, ¡que contiene todo dentro de Sí! ¡Es tan lindo Esto, tan perfecto! ¡Es Algo tan amplio y abierto que lo recibe todo!
¡Dios es repleto de Amor! ¡Todas las cosas posibles están, incondicionalmente, contenidas en Él! ¡Este es el grande Océano de lo Desconocido! La comprensión intelectual es inútil aquí. ¡Es necesario sumergirse realmente en Esto! ¡La Consciencia es este Desconocido abierto! Es tan abierto e íntimo, que toda experiencia, bien sea minúscula o vasta, ¡está llena de esta Presencia!
Transcrito de un discurso ocurrido el 09 de marzo de 2020, en un encuentro online abierto. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

jueves, 16 de julio de 2020

Aquí está el secreto del Despertar

Usted tiene una programación, la cual es un proceso bioquímico del propio cerebro, y es por eso que está lleno de patrones, creencias, conceptos. Usted está viviendo desde esta programación, desde estas diversas perspectivas, en torno a muchas creencias. Es necesario que todo esto desaparezca, pero no es fácil.
Todo este proceso que se da en el cerebro hace parte de la estructura de la mente egoica. Usted está atrapado a una rutina, a una programación, a diversos hábitos, y así, vive como una “persona”, como “alguien”. Esta “persona”, este “alguien”, está en una “caja”, pensando, repensando, haciendo, reaccionando. Así que, vivir en este modelo es como repetir siempre la misma programación, la misma motivación personal.
Las cosas que yo le digo no vienen de un convencimiento o de creencias. Yo simplemente le traigo una nueva perspectiva, una nueva visión. Usted viene a mí, dice que perdió “la llave de su auto” y me pide que le ayude a encontrarla. Usted ya buscó por “toda la casa”, ya movió todas las cosas de lugar en busca de la “llave”. Entonces, yo le doy una nueva alternativa al preguntar: “¿Ya buscó la llave dentro del ‘auto’?”. Usted puede seguir insistiendo en que es imposible que esa llave esté ahí y no aceptar mi sugerencia, o puede, simplemente, confiar en eso, en esa posibilidad de ver, de abrir el automóvil y verificar. Al hacerlo, usted descubre que “la llave ya estaba en la ignición”. Ya estaba ahí, usted solo lo había olvidado y desde hace mucho tiempo estaba desesperado, sufriendo por una “llave” que supuestamente se había perdido.
Así que, esta programación de la mente egoica es una cuestión de olvido. Usted no perdió su Naturaleza Real, solamente la olvidó. Usted está atrapado, identificado con la ilusión del sentido de “alguien”, de un “yo”, de una “persona”. Así, todo su sufrimiento y desesperación está en la ilusión de no saber quién Es Usted realmente, en la ilusión de creer que “perdió la llave del coche”, la Verdad sobre Sí Mismo.
La autoinvestigación, la Meditación Real y la entrega constituyen el trabajo en dirección al fin de la ilusión de este “sí mismo”, del sentido de separación, traen la ruptura de este patrón cerebral de condicionamiento. El fin de todo esto es la simple y directa percepción de la Verdad de que la “llave” siempre estuvo en el mismo lugar, ¡nunca se perdió! ¡Aquello que Usted Es nunca dejó de Ser! La Verdad de Dios, de la Consciencia, no es algo que se alcanza; ¡es algo que se constata aquí y ahora! Esta Verdad no se ha perdido, sino que, aparentemente, fue olvidada. Si usted está mirando en la dirección opuesta, no puede ver esto directamente. ¡Es necesario mirar directamente para poder ver!
En Satsang, yo solamente le digo: “¡Mire en la dirección correcta! ¡Mírese a sí mismo! ¡Mire adentro! ¡Abra la ‘puerta del auto’ y vea si la ‘llave’ está ahí dentro!” Pero si usted continúa confundiéndose con el movimiento de la mente egoica, con esa aparición del cerebro, con esos pensamientos, sentimientos, emociones, sensaciones, con esa historia del personaje, y continúa sustentando esto, la búsqueda continuará y las cosas se mostrarán, cada vez más, fuera de lugar. Así, no solo usted no encontrará lo que busca, sino que además continuará perturbando todo su ambiente. Usted está yendo hacia fuera, ¡está buscando externamente! La “casa” en la que usted está buscando la “llave” es el mundo – el mundo de cosas, personas, lugares, ideas, creencias, prácticas espirituales y religiosas –, y esto solo está creando más confusión, más desorden.
No obstante, la “llave” está en su lugar, ¡en el lugar de donde nunca salió! ¡Este es el secreto del Despertar, de la Realización Divina! ¡Orientarse hacia esta Consciencia es orientarse hacia la Realización de Dios! Esto significa que usted no seguirá mirando hacia fuera, buscando externamente y confundiéndose con la mente egoica, con ese mundo subjetivo, con esa ilusión. Es por eso que la invitación, en Satsang, ¡es siempre a la Meditación, a la autoinvestigación, a la entrega!
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online llevado a cabo la noche del 04 de Febrero de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

lunes, 13 de julio de 2020

¿Es necesario o no el esfuerzo?

Algunos dicen que no es necesario esforzarse para el Descubrimiento de la Verdad, por el hecho de que usted ya es aquello que está buscando. ¡Esto parece muy lógico! Si usted ya es aquello que busca, su búsqueda no es necesaria.
Otros dicen que la búsqueda es necesaria, y por lo tanto, el esfuerzo es necesario. Para quienes dicen esto, aquel que busca debe ser aplicado, necesita adecuarse para este Descubrimiento.
En mi perspectiva, ambos lados son correctos. Existe la apariencia ilusoria de un “yo”, pero este está sufriendo y buscando una salida para el fin del sufrimiento. Dentro de este Descubrimiento, usted sabe que eso no es real, pero este aparente “yo”, este aparente sufridor, no lo siente así. ¡Él siente que todo es muy real!
Hay solo la idea de un “yo” sufriendo, de una “persona” presente sufriendo, pero para quien se siente así, creer que no es una persona, aún sintiéndose como una, no resuelve nada. Así que, en mi perspectiva, el trabajo de investigación de la naturaleza de la mente es importante. Cuando hay este trabajo, existe la posibilidad del descubrimiento de la ilusión de esta identidad. Pero sin este, no existe la menor posibilidad de constatar esto.
En este sentido, el esfuerzo es importante y necesario. Este no es el trabajo de un “yo”, es la investigación de la ilusión de un “yo”. Este es un trabajo de la Gracia, de la propia Consciencia, es la Consciencia autorrevelándose, autodescubriéndose. Esto suena paradójico, porque la Consciencia no está oculta de Sí Misma, y sin embargo, Esta se constata, se descubre.
La Verdad ya está presente, pero hasta ser vista, este aparente buscador debe hacer algo. Esto incluye autoinvestigación, entrega, Meditación y miles de otras cosas, hasta que el buscador descubra que no es necesario ningún esfuerzo. Pero hasta que se descubra esto, el esfuerzo es bastante importante y necesario. Esto es porque, en realidad, usted siempre carga la idea de “alguien” que sufre, que necesita algo. Entonces, hasta que se remueva esta idea, todo movimiento tiene su lugar.
Sin embargo, llegará el momento en que usted descubra que la Verdad está presente, y que nunca dejó de estar. ¡Lo único que desaparece es la ilusión! Pero si la ilusión nunca estuvo ahí, ¿cómo puede haber desaparecido? Usted ya es esta Verdad, ya es libre ahora, ¡y esta Libertad es ser Nada!
Para algunos, la búsqueda se da por medio de la filosofía. Para otros, sucede a través de la experiencia religiosa. Hay también quienes buscan la realización en las diversas experiencias del mundo. De todas maneras, siempre hay una búsqueda interna.
Si usted está aquí, existe un buscador ahí presente, buscando algo fuera de esa condición de vida común. Hay una sed, una insatisfacción, una inquietud. Entonces, ¡su trabajo es descubrir la Verdad! Si usted está en este encuentro es porque, de alguna forma, algo ya tocó ahí, usted ya fue tocado por la necesidad de descubrir la Verdad sobre Sí Mismo.
Usted ya estudió, leyó, oyó, aprendió, ahora tiene un intelecto aguzado, ya exploró la filosofía, la religión, la vida mundana… Cuando mi Maestro apareció, ¡fue como chocar contra un muro de piedras! Yo ya había leído mucho la Biblia, aprendido varios rituales de la iglesia, varias doctrinas, y, depararme con la visión del Sabio, del Gurú, ¡fue como chocar con la cabeza contra un muro de piedras!
Cuando esto ocurre, usted se levanta sangrando, semiconsciente, y ve que todas las nimiedades con que cargaba, todos los juguetes de la práctica de la espiritualidad, de repente, ¡no tienen el menor sentido! Entonces, toda la búsqueda muestra no tener el menor sentido, ¡es inclusive vergonzoso! ¡Usted se depara con algo completamente diferente de todo esto! Usted estaba mirando hacia el futuro, buscando un cambio, algo especial, pero de repente, ¡descubre que no es nada de eso!
Algunos de ustedes están teniendo exactamente este tipo de sensación en estos encuentros llamados Satsang. Toda su creencia y su búsqueda, toda su visión de un futuro, su búsqueda de algo seguro, esa búsqueda que “alguien” hace de algo, ¡no tiene el menor sentido! Estas nimiedades, creencias, ideas acerca de la vida, acerca de sí mismo, de Dios y todo lo demás, ¡no tienen el menor sentido! Esto es porque, ahora, usted se deparó con la Verdad de que lo que está buscando ya está aquí: ¡Usted! Usted no está en el futuro, entonces, ¡no hay nada que alcanzar allá! Todo lo que usted es, ¡es la Nada! Aquí está la Realización: descubrir la Verdad sobre Usted Mismo, sobre esta absoluta Nada que es la Consciencia, que es la ausencia del buscador.
Este Reconocimiento de la Verdad sobre Sí Mismo es a lo que yo he llamado Inteligencia. No es la inteligencia suya, no es la inteligencia de la “persona”, ¡es solo la Inteligencia! En realidad, esta Inteligencia Real es el fin de la “persona”, el fin del buscador y de todas las creencias religiosas, filosóficas o mundanas. No se trata del contenido del “saber” – “yo sé esto” o “yo conozco aquello” –, porque esto es algo adquirido, y por lo tanto, aún hace parte de la ignorancia, aún es conceptual. Todo este material aún hace parte de esas nimiedades, parte de ese fondo de condicionamiento, de creencias, ideas aprendidas, que son tan solo palabras.
Estoy hablando de una Inteligencia que es Puro Reconocimiento, y no un cúmulo de información, de ideas, de creencias. Esta Inteligencia no es un “saber” mayor, es la Inteligencia en la Inteligencia, es la Consciencia libre de su contenido, libre del peso de la memoria, de las ideas, de la imaginación, de las creencias espiritualistas, filosóficas, mundanas, ¡de todo tipo de creencia! Usted es Consciencia, ¡y Consciencia es Nada! Este es el fin de la identificación con el cuerpo y la mente, es el fin de esa presunción completamente falsa de que hay una entidad separada de la Vida; es el fin de la creencia en una “persona”, en un “yo” preso en un cuerpo y una mente.
Reconocer esto, no intelectualmente, no verbalmente, sino como un hecho, ¡es Inteligencia! Esto es ver sin filtros, los cuales crean una especie de niebla, hecha de suposiciones, teorías, ideas, conceptos. Así que es una apertura para la Verdad, y toda creencia se deshace en esta apertura. Cuando toda la niebla de disipa en esta apertura, hay total Inteligencia. ¡Esto es el fin de la búsqueda!
Así, queda claro que no se trata de alcanzar o de convertirse en algo, ni de entender intelectualmente. Es solamente esta Inteligencia de reconocer la Verdad, la Cual es Libertad, Amor, Paz, el fin del conflicto, del sufrimiento.
Así, la búsqueda termina, clara e inequívocamente, no porque se encuentren o se descubran todas las respuestas, sino porque el “buscador” es visto como una falsedad, una ficción, algo imaginario, un “yo” inexistente. Así, usted queda con la percepción de que nunca hubo “alquien” en esta o aquella experiencia.
Estamos hablando del fin de la ilusión, del ego, de la “persona”, del sentido del “yo”. ¡Esto es Liberación!
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online llevado a cabo la noche del 30 de enero de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

jueves, 9 de julio de 2020

La Importancia del Silencio

En estos encuentros, estamos abordando solamente una cosa: ¡la importancia del Silencio! Si su vida es superficial, como lo es en el mundo de la mente, no hay madurez, no hay Silencio. En esta superficialidad, si se observa bien, lo que hay es una profunda falta o incomodidad y una constante búsqueda de alguna forma de satisfacción. Si usted realmente tiene esta percepción, sin ninguna justificación, idea o concepto, esto se vuelve una invitación a algo completamente nuevo y desconocido. Debido a que el estado de la mente es muy repetitivo, este modelo de estar disperso, intentando orquestar o darle orden a la vida mental, es algo muy exhaustivo.
Así, lo único que realmente importa es el Silencio de su Naturaleza Real, donde todas las proyecciones de la mente que crean su mundo pueden desaparecer. En realidad, estas desaparecen completamente cuando está el Espacio, el Silencio de su Naturaleza Esencial. Mientras que usted esté involucrado con la mente, continuará preso en la dimensión de lo conocido, viviendo en el tiempo.
La mente se divide en sujeto y objeto, creando, imaginariamente, un mundo en el que pueda vivir. Um mundo producido por la mente, por ideas, por creencias, por conceptos, es un mundo tedioso, superficial, de imágenes, donde la propia mente egoica se proyecta.
En realidad, hay solamente una Verdad presente, y es la Verdad del Silencio de su Naturaleza Real. Cualquier otra cosa es parte de la producción de la mente, con esa división entre sujeto y objeto. Mientras que esto se mantenga, no hay Verdad, Paz, Belleza… no está la Consciencia de la Presencia de la Gracia. Así, la mente vive buscando respuestas para las preguntas que esta misma crea.
Otro aspecto que también se presenta es la permanencia del dolor psicológico, el cual es como una alarma. Este sentimiento repetitivo de que algo está faltando se vuelve tedioso. Aunque usted intente buscar una salida, como en la búsqueda de una interpretación psicológica, filosófica o espiritual para el dolor, esto finalmente no funciona. En realidad, usted está en esta aproximación de Satsang porque este dolor fue señalado. Todos están viviendo este dolor, pues es el dolor del sentido de separación, de la vida mental, de la vida del falso “yo”, con un mundo subjetivo que él mismo ha proyectado, pero usted está aquí presente porque de alguna manera este dolor se le fue señalado.
No estoy hablando de un dolor como una idea, como una creencia más o como algo imaginado por la propia mente, sino como una alarma mucho más evidente. Así, cuando digo que el sufrimiento es una ilusión, no quiero decir que el dolor no esté ahí presente para quien lo siente. Puede parecer la misma cosa, pero en realidad no es así. El sufrimiento es una ilusión, pero, mientras que usted no perciba lo que hay detrás de este (me refiero a una percepción directa, no a una mera idea), este dolor continúa. La verdad es que, si esta ilusión desaparece, el dolor no puede permanecer ahí, pero no se puede hablar del fin de la ilusión teniendo una mera comprensión intelectual u otra creencia sobre esto.
Entonces, no estoy hablando de dolor como un concepto, sino como una percepción, una sensación clara. Esta es muy real hasta que no tiene ninguna realidad. Una vez que usted haya entendido la Verdad sobre Sí Mismo, el sufrimiento no puede continuar presente, y este dolor también desaparece. Así, toda la energía que previamente se localizaba en este dolor se libera por completo y se disuelve, desaparece en la Fuente de todo. ¡En eso estamos trabajando en estos encuentros! La mente debe desaparecer en este Silencio, liberarse por completo de su movimiento de imágenes, de sus miedos y creencias.
Es importante decir, también, que esto no es posible mediante un proceso de represión. Parece que las disciplinas espirituales trabajan mucho con el asunto de la represión, y los diversos tipos de disciplinas aplicadas a la mente están, por lo general, en esa dirección. Entonces, no es con la represión que el Silencio se hace posible, sino con la observación. La observación es la base de esta investigación, de esta mirada sin creencias, opiniones, juicios y comparaciones. Usted necesita observar cada pensamiento, sentimiento y reacción que surgen sin calificarlos, condenarlos, juzgarlos, sin hacer nada con esto.
Este es un estado de atención desmotivado. Toda y cualquier motivación es solo otro movimiento de la mente, por lo tanto, otro movimiento de desatención. Cuando hay plena Atención, no hay motivación, solo hay la propia Atención, que está presente cuando el ego no está. Ego es sinónimo de mente, y mente es sinónimo de interés, de intención. Una de las cosas básicas en este Despertar es descubrir la belleza de vivir sin intenciones, sin intereses, libre de toda forma de ambición. Entonces, cuando hay esta Atención, esta realiza naturalmente la desaparición del falso “yo”, de la ilusión de la mente que se divide entre sujeto y objeto.
Así, usted puede ver, sin pretensiones, cada pensamiento, descontento, inquietud, imagen, sentimiento y pensamiento que surgen. En esto, aparece un Percepción de Totalidad, y como no hay más ese juego de interés, ese movimiento aún sutil del ego, toda forma de conflicto desaparece. ¿Cómo suena eso para usted? Usted solo entenderá Eso descubriéndolo, observando todo con total Atención.
Esto se tiene que volver su verdadero modelo de vida. No puede ser un simple hábito, ¡tiene que ser su respiración! Usted tiene que volverse consciente de sí mismo, percibirse, hasta que solo esta Atención permanezca, ¡y ahora Esta es la propia Consciencia! Solo así tiene sentido la palabra “Silencio”, que, como dije al principio, es lo único que importa. Ahora usted sabe que, cuando solo hay Silencio, no existe observador y cosa observada, sujeto y objeto, ni un pensador con su pensamiento. El Verdadero Silencio, que está presente cuando no hay ningún sentido de un experimentador con su experiencia, es Meditación.
¡El Estado Natural de Ser es Meditación! ¡Meditación es el Ser en su Estado Natural! Entonces, está presente la Inteligencia, la Libertad, la Verdad última, Aquello que está fuera del tiempo, de la mente, esa “Cosa” sin nombre. ¡Esa es la Verdad de Dios! Es una Transformación completa, sin ninguna decisión, elección ni resolución de su parte.
La Vida no está sucediendo con base en el pensamiento, sino como un Misterio. Cuando hay esta Constatación, usted no se importa más con entender lo que sucede, porque usted ya no está ahí para ocuparse de eso. No hay separación entre Usted y este Misterio, esta Manifestación de lo Desconocido, ¡esta Realidad de Dios! Este es el fin de esa vida de superficialidad, de carencia, incomodidad, tedio… ¡Es el fin de ese modelo mental!
Entonces, sin este Estado Natural de Silencio, de Verdad, de Consciencia, nada tiene sentido, y, después de que hay este completo Silencio, esta Verdad y este Sentido de Totalidad, una vez más, nada tiene el menor sentido. Noten que parece ser igual – antes, la vida no tenía ningún sentido y hoy continúa sin ningún sentido ni significado. Sin embargo, algo cambió ahora: los recuerdos y los pensamientos pueden surgir, pero usted sabe que hay solamente Consciencia, ¡y Ella está presente permeando todo! Es un Estado de no-estado, completamente libre de toda carga, peso y dirección. Ahí está el Misterio, ¡la Verdad!
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online llevado a cabo la noche del 11 de octubre de 2019. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

domingo, 5 de julio de 2020

¿Qué es el “yo”?

Participante: ¿Existe alguna prueba de que somos un fraude? ¿de que no tenemos poder de decisión ni libre albedrío?
Marcos Gualberto: Este trabajo requiere una investigación seria. Es necesario entender claramente todo esto. Usted puede formular muchas preguntas y obtener muchas respuestas, pero nada de eso tendrá ninguna importancia vivencialmente, desde el punto de vista práctico. Así, usted se queda solo con explicaciones teóricas, verbales. Al final, ¿quién es aquel que pide pruebas? ¿Y para quién está pidiendo pruebas ese “yo”?
Todas esas preguntas son para ese “yo”, que carga todos los dilemas y problemas, pero usted no investiga su naturaleza. Entonces, usted puede tener muchas respuestas, pero eso quedará solo en el nivel intelectual y no resolverá la cuestión fundamental: ¿qué es el “yo”? Es aquel “yo” que dice que está feliz o que está triste, que sabe o que no sabe, que tenía algo y lo perdió, que nació, que va a morir, que está bien o está mal… ¡Siempre es ese “yo”! Estos son solo algunos ejemplos de pensamientos centrados en ese “yo”.
Como usted lo puede notar en sí mismo, los pensamientos siempre están centrados en ese “yo”, girando alrededor de ese sentido del “yo”. Es decir, todos los problemas giran alrededor de un “yo” y usted nunca se pregunta qué es eso. ¿Eso es real o es una idea? Para usted, ese “yo” tiene libre albedrío, decisiones, y puede hacer o dejar de hacer cosas.
Entonces, la pregunta es: ¿quién es usted? ¿Qué es este “yo”? ¿Qué es usted feliz o usted triste? ¿Qué es usted sabiendo o sin saber? ¿Qué es usted teniendo algo o perdiéndolo? ¿Qué es usted? ¿Qué es usted, que nació y que morirá? ¿Qué es usted bien o usted mal? Ustedes, constantemente, el día entero, están diciendo “yo”: “Yo estuve allá”, “yo volví”, “yo llegué ayer”, “yo me iré mañana”, “yo estaba bien”, “yo estuve enfermo”… ¡Todo el tiempo, todos los días! ¡Usted usa este pronombre muchas veces!
Entre todo, ¿de qué “yo” estamos hablando? Usted está identificándose con el cuerpo y con la experiencia que este vivencia, confundiéndose con sentimientos, emociones y pensamientos. Es por eso que usted usa el pronombre “yo”, pero esto es solo una creencia. Usted cree que está en ese cuerpo y que existe un “yo” viviendo la experiencia. Usted puede decir: “Sí soy yo, porque yo siento y el otro no”. Así, una vez más usted está confundiendo la experiencia del sentir con una entidad real presente en esta.
Es evidente que ese sentir está presente en ese organismo y no en otro. Pero eso no prueba que usted sea una entidad real en esa experiencia. Lo único que eso prueba es que ese mecanismo tiene la habilidad de sentir, particularmente, una sensación, una emoción, una experiencia.
Así, usted constantemente está usando la expresión “yo” sin saber cuál es la Verdad sobre sí mismo. De esta forma, usted puede cargar muchos años, o toda una vida, con la idea de que usted es “alguien”, porque está el sentir, el pensar, la sensación y la percepción en ese organismo, de una forma particular. ¡Confiar en eso es confiar en una ilusión! ¡Eso no es real! No estoy diciendo que la experiencia no sea real; estoy diciendo que el “experimentador” no lo es, que es distinto. Yo no estoy negando su experiencia; estoy cuestionando la verdad de “alguien” presente en esta, la existencia de una entidad separada en esta. Eso es lo que investigamos en Santsang.
En el momento en que yo cuestiono ese “yo”, ese “yo” se cuestiona, duda de sí mismo. Entonces, se abre un espacio de duda, y esta es una apertura para una Inteligencia Real, superior al movimiento común del intelecto, de creencias, deducciones, conclusiones y lógica. Cuando esto sucede, usted puede descubrir la Verdad de esa Libertad, más allá de los problemas vinculados al sentido del “yo”. Entonces, todo ese sufrimiento, preguntas y dilemas ligados al sentido de “persona” pueden desaparecer.
Usted no va a encontrar la respuesta sobre quien Usted es; usted va a descubrir la ilusión de la pregunta, del dilema, del problema ligado a ese centro ilusorio, a ese falso centro de la experiencia. Eso es lo que yo llamé “descubrir la Verdad sobre sí mismo”. Yo no le digo a las personas que encontrarán la respuesta, porque, en realidad, usted nunca puede encontrar una respuesta en la mente, pues sería completamente inútil. Una respuesta para la mente es un respuesta de la propia mente, así que, tampoco puede ser Real.
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online llevado a cabo la noche del 10 de enero de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

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