En general, el ser humano vive una vida muy superficial y con una necesidad interna, que es una ansia por la Paz. Esta es una puerta interna, pero que parece oculta para la gran mayoría de las personas, puesto que sus intereses son muy superficiales. Nuestra educación, nuestra formación, desde la infancia, está orientada hacia lo exterior, hacia la vida de “ganar el pan”: estudiar, formarse, trabajar, constituir una familia… Y los hijos siguen este mismo formato. Nosotros morimos, pero dejamos a nuestros hijos siguiendo el mismo modelo.
Esta necesidad interna de Paz, de Consciencia, queda oculta por la superficialidad del condicionamiento social, del modelo cultural en el que fuimos educados e insertados. Así, usted no sabe de la posibilidad de ir más allá de esa superficialidad. ¡Usted se casa cinco veces para encontrar un amor! Si llega a vivir más tiempo, ¡usted se casa dos o tres veces más! En esta superficialidad, la promesa es que usted va a encontrar algo ahí afuera, ¡pero no lo encuentra nunca! Esa “cosa” prometida es el amor, la paz, la felicidad, siempre en el lado de afuera.
La cuestión es: ¿quién es usted? Usted no se pregunta eso, porque ya da por sentado quién es usted. Usted cree ser lo que la sociedad, el mundo y la cultura dicen que usted es. Así, usted puede llegar solamente adonde la sociedad, la cultura, dicen que usted puede llegar. En realidad, la sociedad dice que usted tiene que ir a algún lugar y, de esta forma, usted intenta ir al lugar que se le indica. Pero cuanto más usted camina, más se aleja de Sí mismo. Esto es porque, cuando usted no se conoce, cuando su conocimiento sobre sí mismo es apenas con base en lo que el pensamiento dice, usted continúa ajeno, alienado de la Verdad de quién, en realidad, es Usted.
Dentro de cada uno hay esa ansia por algo más grande que esa vida común. Aquí estamos ante algo que no se puede forzar en el otro. Hablo de esa tremenda ansia por el autodescubrimiento, y esto es algo que viene por la investigación, cuando usted sale del pensamiento tradicional y se orienta a investigar sobre sí mismo, para preguntarse qué es eso, quién es usted. Eso no ocurre porque otro le dice que se pregunte quién es usted, es algo que surge dentro de usted. Usted debe ser como un científico: curioso. Pero su laboratorio no es externo, es interno. Usted debe investigar, exactamente como un científico, sobre su vida y, aquí, el laboratorio es su propia vida.
De esta forma, es posible Despertar a la Verdad sobre Sí mismo. Cuando esta Verdad está presente, no hay más confusión, hay una completa rendición a esa Percepción, y eso es fundamental. Eso es algo que depende de cómo usted comprende la cuestión de cuánto el sufrimiento es algo absurdo en su vida, o cuánto es estúpido vivir en sufrimiento. Es por eso que ese Despertar no es para la mayoría, pues aún están durmiendo en cuanto a ese respecto, no tienen ningún interés. Es una especie de estado de conformidad y todos son unánimes en aceptar ese modelo.
Cuando yo era niño, lo más importante para mí eran aquellos momentos en que podía quedar desconfiado de que había algo que no encajaba. Era en esos momentos que sentía la falta de una totalidad, de una integridad. Mi vida fue así, en medio de oraciones para que Dios se revelara, porque se me enseñó, cuando niño, que Dios era real, que Él era la respuesta a cualquier aflicción y confusión humana. Entonces, había esa búsqueda. Cuando yo tenía 24 años, algo sucedió: hubo la aparición de la Presencia de mi Maestro, mi Gurú. Eso produjo dinamismo para yo explorar más profundamente lo que había de errado, lo que estaba faltando aquí.
Usted necesita tener una cierta madurez y, cuando esta está presente, usted es atraído para la Verdad, por la Verdad, para ese encuentro que necesita tener Consigo mismo, con Aquello que usted trae ahí dentro. Por eso, nadie puede, y nadie necesita, enseñarle algo sobre Eso, porque ya está ahí. Es como un niño que, cuando sale del útero, ya sale buscando su experiencia más vital: el pecho de la madre para mamar. Nadie necesita enseñarle eso al niño. En el hombre hay un anhelo por la Verdad y, cuando este está en esa madurez, ese anhelo crece de una forma tan grande que no soporta más vivir sin esa Realidad; es cuando el bebé va a buscar el pecho de la madre para poder alimentarse.
Ese es el anhelo que usted tiene, ahí dentro, por la Verdad. Usted puede darle a Eso cualquier nombre: Verdad, Dios, Presencia, Consciencia, ¡porque Eso realmente no tiene nombre! Es “algo” que está más allá de esa vida mediocre. Algunos se orientan hacia eso más temprano, otros más tarde, pero usted tendrá que hacerlo en algún momento, porque no se puede vivir lejos del “seno de la madre”. Usted no tiene cómo “nutrirse”, “alimentarse”, es decir, ¡no tiene cómo continuar teniendo una vida sin Eso!
No hay posibilidad de Libertad, Paz, Amor y Felicidad si no hay Vida, y no hay Vida sin la Verdad. Esa “enseñanza” no se enseña, porque Eso no es enseñable. Es una “enseñanza” que apunta para Lo que no puede enseñarse. ¡Es una cuestión de Despertar! Entonces, usted se vuelve más conciente, más y más conciente, y va más allá de la mente egoica, del sentido de un “yo” separado; más allá de esas cuestiones del “sueño”: las cuestiones sociales, económicas, filosóficas, espirituales, políticas… Usted está más allá de eso, de la ilusión de haber nacido como brasileño, americano o alemán, más allá de esa noción de ser una persona con una herencia genética y cultural. Usted Despierta y, entonces, ¡es un Sabio! Esa es la Naturaleza de Dios, de la Verdad, de la Consciencia, de la Realidad.
¿No es eso? Si no es eso, usted queda preso a esas cuestiones de justicia, injusticia, en el campo de la ética, de la moral, de la política, de la religión, en el terreno de la cultura. Estoy hablando del Descubrimiento de la Felicidad, del Descubrimiento de su Divina y Esencial Naturaleza, de Aquello que otros, antes que usted, descubrieron un día, y también hablaron de esa “puerta”. Esta no es una puerta cerrada, ¡es una puerta abierta! Es solo como si estuviera oculta de la gran masa, porque la mayoría no tienen interés en investigar eso, aún no tienen madurez para eso.
Esos antiguos patrones son los modelos que usted hereda de la sociedad, del mundo a su alrededor, en que todos, absolutamente todos, están presos a esa dualidad entre lo cierto y lo errado, lo justo y lo injusto… Así, usted tiene cuestiones al respecto de quién debe ganar la copa del mundo, quién debe ser el próximo presidente, quién debe resolver las cuestiones en esa o aquella área… Usted queda preso a eso, como si eso fuera su realidad, pero es solamente el “sueño” que el pensamiento construye sobre el mundo a su alrededor, que, en realidad, no está a su alrededor, está solamente dentro de su cabeza. Pero nadie nunca le informó nada acerca de eso, incluso porque usted no tenía interés en oír nada de eso. Ahora, usted se está inclinando a preguntarse “¿quién soy yo?”, que es algo nuevo, un momento nuevo. Así, usted se hace más y más presente para saber quién es Usted. Mi Maestro me mostró Eso.
Usted necesita descubrir que el sufrimiento es una idea basada en el pensamiento, en la creencia de ese falso “yo”. Usted está muy apegado a esa supuesta identidad, que usted cree ser, y ahí está lo que sustenta toda la ilusión de su vida, todos los problemas que usted ya tuvo y tendrá en la vida (que tuvo porque estaba “durmiendo” y que tendrá solamente si no “despierta”).
Esa falsa identificación con el cuerpo y la mente es su problema. Cuando usted tiene esa Comprensión, eso se vuelve una nueva y real dirección para su Vida, porque ahora Esta es Real, no es más la vida dada por sociedad, por la cultura, por el mundo, por los padres, por los políticos, por las ideologías y creencias, todas ellas basadas en el concepto de la dualidad (lo que es y lo que no es; cierto y errado; verdadero y falso; bueno y malo). Usted no es un concepto ni una creencia, es algo más grande que todo eso. ¡Usted es Dios! ¡Usted es esa Presencia, esa Realidad!
Esa es la constatación cuando usted entra por esa “puerta” que, hasta entonces, parecía no existir o estar oculta. Por eso Jesús Cristo un día dijo: “Yo soy la puerta”. ¡Él estaba hablando de esa “puerta”! Él se refería a Cristo, que es su Realidad interna. Cuando él decía “Yo Soy”, estaba hablando de ese “Yo Soy” que es Usted, de esa misma Realidad, porque hay solamente una Realidad en toda la manifestación, que es ese “Yo Soy”… “Yo Soy la Puerta”. Entonces, yo lo supe… Yo me conocí a Mí mismo aconteciendo en ese momento, no como un concepto, sino como un Ser sin localización.
¿Usted entiende esto? La Constatación de la Verdad sobre Eso que Usted es, es la Comprensión de la no localización, de la inexistencia de tiempo y espacio. Usted es la propia Realidad de Cristo, de Dios, de la Verdad. No es la Realidad solamente de Jiddu Krishnamurti, Eckhart Tolle, Ramana Maharshi, Buda y Jesús de Nazaret; ¡Es su Realidad! ¡Es Usted! Eso no es una creencia, un nombre, una forma o una historia.
Cuando usted tiene la Verdad presente, esa autoimagen se disuelve, la historia de autoimportancia cae, y todo es acogido en esa única Realidad que Usted es, en esa Consciencia, que es Dios. Así, no hay más acepción de personas, porque no hay más “personas”. No hay más miedo de personas, ¡porque no hay más “persona” en ningún lugar! No hay más frustración, decepción ni encanto con lo externo. Entonces, nadie le va a dar más Amor que El que Usted es aquí y ahora, porque nada de Eso viene ni vendrá de afuera. ¡No hay nada allá afuera!
¿Quién le ha dicho que hay algo allá afuera? ¡No hay nada allá afuera! Entonces, la Felicidad no vendrá por cambiar su coche por un modelo 2019. Usted no necesita un coche, una casa más grande o un apartamento nuevo, ni una novia nueva, un matrimonio nuevo, o más hijos… ¡Usted no necesita más! ¡Mi Maestro me mostró eso! Entonces, todo, absolutamente todo, fue percibido de una forma nueva. Un cambio completo está presente en esa Constatación de la Verdad sobre Lo que es Usted.
Esta necesidad interna de Paz, de Consciencia, queda oculta por la superficialidad del condicionamiento social, del modelo cultural en el que fuimos educados e insertados. Así, usted no sabe de la posibilidad de ir más allá de esa superficialidad. ¡Usted se casa cinco veces para encontrar un amor! Si llega a vivir más tiempo, ¡usted se casa dos o tres veces más! En esta superficialidad, la promesa es que usted va a encontrar algo ahí afuera, ¡pero no lo encuentra nunca! Esa “cosa” prometida es el amor, la paz, la felicidad, siempre en el lado de afuera.
La cuestión es: ¿quién es usted? Usted no se pregunta eso, porque ya da por sentado quién es usted. Usted cree ser lo que la sociedad, el mundo y la cultura dicen que usted es. Así, usted puede llegar solamente adonde la sociedad, la cultura, dicen que usted puede llegar. En realidad, la sociedad dice que usted tiene que ir a algún lugar y, de esta forma, usted intenta ir al lugar que se le indica. Pero cuanto más usted camina, más se aleja de Sí mismo. Esto es porque, cuando usted no se conoce, cuando su conocimiento sobre sí mismo es apenas con base en lo que el pensamiento dice, usted continúa ajeno, alienado de la Verdad de quién, en realidad, es Usted.
Dentro de cada uno hay esa ansia por algo más grande que esa vida común. Aquí estamos ante algo que no se puede forzar en el otro. Hablo de esa tremenda ansia por el autodescubrimiento, y esto es algo que viene por la investigación, cuando usted sale del pensamiento tradicional y se orienta a investigar sobre sí mismo, para preguntarse qué es eso, quién es usted. Eso no ocurre porque otro le dice que se pregunte quién es usted, es algo que surge dentro de usted. Usted debe ser como un científico: curioso. Pero su laboratorio no es externo, es interno. Usted debe investigar, exactamente como un científico, sobre su vida y, aquí, el laboratorio es su propia vida.
De esta forma, es posible Despertar a la Verdad sobre Sí mismo. Cuando esta Verdad está presente, no hay más confusión, hay una completa rendición a esa Percepción, y eso es fundamental. Eso es algo que depende de cómo usted comprende la cuestión de cuánto el sufrimiento es algo absurdo en su vida, o cuánto es estúpido vivir en sufrimiento. Es por eso que ese Despertar no es para la mayoría, pues aún están durmiendo en cuanto a ese respecto, no tienen ningún interés. Es una especie de estado de conformidad y todos son unánimes en aceptar ese modelo.
Cuando yo era niño, lo más importante para mí eran aquellos momentos en que podía quedar desconfiado de que había algo que no encajaba. Era en esos momentos que sentía la falta de una totalidad, de una integridad. Mi vida fue así, en medio de oraciones para que Dios se revelara, porque se me enseñó, cuando niño, que Dios era real, que Él era la respuesta a cualquier aflicción y confusión humana. Entonces, había esa búsqueda. Cuando yo tenía 24 años, algo sucedió: hubo la aparición de la Presencia de mi Maestro, mi Gurú. Eso produjo dinamismo para yo explorar más profundamente lo que había de errado, lo que estaba faltando aquí.
Usted necesita tener una cierta madurez y, cuando esta está presente, usted es atraído para la Verdad, por la Verdad, para ese encuentro que necesita tener Consigo mismo, con Aquello que usted trae ahí dentro. Por eso, nadie puede, y nadie necesita, enseñarle algo sobre Eso, porque ya está ahí. Es como un niño que, cuando sale del útero, ya sale buscando su experiencia más vital: el pecho de la madre para mamar. Nadie necesita enseñarle eso al niño. En el hombre hay un anhelo por la Verdad y, cuando este está en esa madurez, ese anhelo crece de una forma tan grande que no soporta más vivir sin esa Realidad; es cuando el bebé va a buscar el pecho de la madre para poder alimentarse.
Ese es el anhelo que usted tiene, ahí dentro, por la Verdad. Usted puede darle a Eso cualquier nombre: Verdad, Dios, Presencia, Consciencia, ¡porque Eso realmente no tiene nombre! Es “algo” que está más allá de esa vida mediocre. Algunos se orientan hacia eso más temprano, otros más tarde, pero usted tendrá que hacerlo en algún momento, porque no se puede vivir lejos del “seno de la madre”. Usted no tiene cómo “nutrirse”, “alimentarse”, es decir, ¡no tiene cómo continuar teniendo una vida sin Eso!
No hay posibilidad de Libertad, Paz, Amor y Felicidad si no hay Vida, y no hay Vida sin la Verdad. Esa “enseñanza” no se enseña, porque Eso no es enseñable. Es una “enseñanza” que apunta para Lo que no puede enseñarse. ¡Es una cuestión de Despertar! Entonces, usted se vuelve más conciente, más y más conciente, y va más allá de la mente egoica, del sentido de un “yo” separado; más allá de esas cuestiones del “sueño”: las cuestiones sociales, económicas, filosóficas, espirituales, políticas… Usted está más allá de eso, de la ilusión de haber nacido como brasileño, americano o alemán, más allá de esa noción de ser una persona con una herencia genética y cultural. Usted Despierta y, entonces, ¡es un Sabio! Esa es la Naturaleza de Dios, de la Verdad, de la Consciencia, de la Realidad.
¿No es eso? Si no es eso, usted queda preso a esas cuestiones de justicia, injusticia, en el campo de la ética, de la moral, de la política, de la religión, en el terreno de la cultura. Estoy hablando del Descubrimiento de la Felicidad, del Descubrimiento de su Divina y Esencial Naturaleza, de Aquello que otros, antes que usted, descubrieron un día, y también hablaron de esa “puerta”. Esta no es una puerta cerrada, ¡es una puerta abierta! Es solo como si estuviera oculta de la gran masa, porque la mayoría no tienen interés en investigar eso, aún no tienen madurez para eso.
Esos antiguos patrones son los modelos que usted hereda de la sociedad, del mundo a su alrededor, en que todos, absolutamente todos, están presos a esa dualidad entre lo cierto y lo errado, lo justo y lo injusto… Así, usted tiene cuestiones al respecto de quién debe ganar la copa del mundo, quién debe ser el próximo presidente, quién debe resolver las cuestiones en esa o aquella área… Usted queda preso a eso, como si eso fuera su realidad, pero es solamente el “sueño” que el pensamiento construye sobre el mundo a su alrededor, que, en realidad, no está a su alrededor, está solamente dentro de su cabeza. Pero nadie nunca le informó nada acerca de eso, incluso porque usted no tenía interés en oír nada de eso. Ahora, usted se está inclinando a preguntarse “¿quién soy yo?”, que es algo nuevo, un momento nuevo. Así, usted se hace más y más presente para saber quién es Usted. Mi Maestro me mostró Eso.
Usted necesita descubrir que el sufrimiento es una idea basada en el pensamiento, en la creencia de ese falso “yo”. Usted está muy apegado a esa supuesta identidad, que usted cree ser, y ahí está lo que sustenta toda la ilusión de su vida, todos los problemas que usted ya tuvo y tendrá en la vida (que tuvo porque estaba “durmiendo” y que tendrá solamente si no “despierta”).
Esa falsa identificación con el cuerpo y la mente es su problema. Cuando usted tiene esa Comprensión, eso se vuelve una nueva y real dirección para su Vida, porque ahora Esta es Real, no es más la vida dada por sociedad, por la cultura, por el mundo, por los padres, por los políticos, por las ideologías y creencias, todas ellas basadas en el concepto de la dualidad (lo que es y lo que no es; cierto y errado; verdadero y falso; bueno y malo). Usted no es un concepto ni una creencia, es algo más grande que todo eso. ¡Usted es Dios! ¡Usted es esa Presencia, esa Realidad!
Esa es la constatación cuando usted entra por esa “puerta” que, hasta entonces, parecía no existir o estar oculta. Por eso Jesús Cristo un día dijo: “Yo soy la puerta”. ¡Él estaba hablando de esa “puerta”! Él se refería a Cristo, que es su Realidad interna. Cuando él decía “Yo Soy”, estaba hablando de ese “Yo Soy” que es Usted, de esa misma Realidad, porque hay solamente una Realidad en toda la manifestación, que es ese “Yo Soy”… “Yo Soy la Puerta”. Entonces, yo lo supe… Yo me conocí a Mí mismo aconteciendo en ese momento, no como un concepto, sino como un Ser sin localización.
¿Usted entiende esto? La Constatación de la Verdad sobre Eso que Usted es, es la Comprensión de la no localización, de la inexistencia de tiempo y espacio. Usted es la propia Realidad de Cristo, de Dios, de la Verdad. No es la Realidad solamente de Jiddu Krishnamurti, Eckhart Tolle, Ramana Maharshi, Buda y Jesús de Nazaret; ¡Es su Realidad! ¡Es Usted! Eso no es una creencia, un nombre, una forma o una historia.
Cuando usted tiene la Verdad presente, esa autoimagen se disuelve, la historia de autoimportancia cae, y todo es acogido en esa única Realidad que Usted es, en esa Consciencia, que es Dios. Así, no hay más acepción de personas, porque no hay más “personas”. No hay más miedo de personas, ¡porque no hay más “persona” en ningún lugar! No hay más frustración, decepción ni encanto con lo externo. Entonces, nadie le va a dar más Amor que El que Usted es aquí y ahora, porque nada de Eso viene ni vendrá de afuera. ¡No hay nada allá afuera!
¿Quién le ha dicho que hay algo allá afuera? ¡No hay nada allá afuera! Entonces, la Felicidad no vendrá por cambiar su coche por un modelo 2019. Usted no necesita un coche, una casa más grande o un apartamento nuevo, ni una novia nueva, un matrimonio nuevo, o más hijos… ¡Usted no necesita más! ¡Mi Maestro me mostró eso! Entonces, todo, absolutamente todo, fue percibido de una forma nueva. Un cambio completo está presente en esa Constatación de la Verdad sobre Lo que es Usted.
*Transcrito a partir de un discurso en la noche del 01 de junio de 2018, en un encuentro online. Publicado en portugués por primera vez el 01 de enero de 2020. Para más informaciones sobre como participar, haga clic aquí.
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