lunes, 29 de junio de 2020

¿Cuál es la verdad sobre el tiempo?

Devoto: Maestro, ¿cuál es la verdad sobre el tiempo?
Marcos: el tiempo es algo que está en el mundo de la mente. La mente siempre vive en el tiempo: o está en el pasado o está en el futuro o cree estar en el presente. Este tiempo es una distancia ficticia creada por la imaginación de que algo sucedió en la mañana o de que algo sucederá después del almuerzo. Para llegar a este “algo que sucedió en la mañana” o a este “algo que, posiblemente, sucederá después del almuerzo”, es necesario un elemento: imaginación. Sin imaginación, sin pensamiento; sin pensamiento, sin tiempo. Sin imaginación, no hay imagen, no hay objeto, no hay pensamiento y, por lo tanto, no hay tiempo.
Entonces, ¿qué es el tiempo? El tiempo es el movimiento ficticio que la imaginación mantiene como realidad a través del pensamiento. Aquí, estamos lidiando solo con un fenómeno, llamado “pensamiento”. En realidad, ¡no existe el tiempo psicológico! Psicológicamente hablando, ¡no hay tiempo! El único tiempo que tenemos es el cronológico, el tiempo para los fines prácticos en este mundo de sueño que llamamos “vida humana”. Este tiempo también se determina por la distancia entre los objetos.
Cuando se observa la línea del horizonte en la mañana, en algún momento aparece el sol. La impresión que se tiene es que este comenzará a subir y después se pondrá. Del nacimiento a la puesta del sol, todo está sucediendo. Todo está sucediendo entre distancias en el espacio, en el movimiento entre los objetos. Ese es el tiempo que conocemos: el tiempo del reloj, el tiempo cronológico. Pero, también hay el tiempo ficticio sustentado y mantenido por el pensamiento. ¡Eso es lo que la imaginación hace! Ese tiempo psicológico es el tiempo de la “persona”. Usted, en su Estado Natural, no le da importancia a la imaginación.
Devoto: Pero, ¿la imaginación aún aparece en el Estado Natural?
Marcos: La vitalidad de la imagen que el pensamiento forma necesita ese movimiento. Eso se llama “imaginar”. Esto pierde el propósito completamente cuando usted está en su Estado Natural. ¡Solo el Ahora es suficiente! ¡Solo el Ahora es Real! ¡Esto siempre es así! Entonces, este movimiento de pasado y futuro, así como de ideas sobre el presente, es típico de esa vitalidad que la imaginación da al pensamiento no observado. Todo pensamiento es solamente un objeto.
Devoto: ¿Cuál es la diferencia básica entre imaginación y pensamiento?
Marcos: La imaginación es la vitalidad del pensamiento. El pensamiento es solo un objeto.
Devoto: ¿Podría decirse que en la imaginación hay tiempo y espacio, y en el pensamiento no?
Marcos: Sí. El pensamiento es solo un fenómeno de presentación del objeto. La imaginación es el movimiento de este objeto en un espacio ficticio. Esta es la vitalidad de la imaginación.
Su pregunta fue: “¿Existe la imaginación en el Estado Natural?” En el Estado Natural, lo importante es lo práctico, lo que tiene realidad, y esto está fuera del movimiento subjetivo de la imaginación, del pensamiento. Aunque el pensamiento, como algo práctico, pueda aparecer como un objeto, este ya no es un elemento que mantiene una identidad presente en la experiencia, que es lo que hace la imaginación.
La mente egoica vive en constante movimiento. Perciba cuál es su tendencia durante el paso del día: o usted está recordando algo o se está anticipando a algo (psicológicamente hablando). Este es el estado no natural de ser, es el estado mental de existir. Este es el movimiento de esa identidad falsa. Esta vive y se perpetúa en el tiempo, así, está siempre en el pasado, el cual es memoria, o en el futuro, el cual es anticipación, deseo. Siempre está a la espera de algo, por lo tanto, vive anticipando las cosas buenas, y las malas, temiendo. Vive en un mundo subjetivo. La “persona” no es más que una creencia que usted tiene sobre sí mismo. ¿Y quién es el que tiene esa creencia sobre sí mismo? ¡Estamos hablando solamente del pensamiento! No hay un elemento teniendo nada sobre sí mismo, ¡porque un elemento imaginario no existe!
Al hablar de imaginación, no estamos hablando de una energía especial proveniente de una entidad. No estamos diciendo que hay una entidad que, consciente o inconscientemente, imagina. Estamos hablando del propio movimiento natural del pensamiento no observado. Si el pensamiento puede ser observado, esto es señal de que el pensamiento no es Usted, entonces, su movimiento se puede detener. En otras palabras, la imaginación se puede quebrar y, cuando esto pasa, no hay espacio para el movimiento del “yo”, porque esta identidad falsa vive solo en la imaginación.
Por lo tanto, ¡el pensamiento no es el problema! Este solo es un “enemigo” cuando está al servicio de la imaginación. Pero, sin imaginación, el pensamiento es solo pensamiento. Así, este pierde la importancia, y naturalmente desaparece.
¡La Vida ocurre ahora! No hay vida en el pasado ni en el futuro. ¡Todo está pasando ahora! El desayuno está pasando ahora; la cena también. Usted se pregunta: “¿Por qué no los veo?”. ¿Quién puede ver esto? ¿Quién puede ver el desayuno o la cena? ¿Quién puede ver la mañana o la noche? “¡Yo!” ¡Imaginación! Y con la imaginación, el desayuno, la cena, la mañana o la noche. Entretanto, ¡la Vida no está en ese movimiento imaginario! La Vida está ahora, así que, ¡todo está ahora!
¿Cuándo nació usted? “En 1900 y tantos”… ¿De qué está hablando? Usted está usando la misma línea de imaginación que usa para hablar del tal desayuno, que sirve también para hablar de la cena y la noche. Pero, ¿dónde está todo eso?
La naturaleza de la mente egoica es movimiento. Al hablar de mente egoica, nos estamos refiriendo al movimiento de pensamiento que mantiene el sentido de tiempo y espacio y, por lo tanto, de separación. La mente egoica tiene, naturalmente, este movimiento de continuidad psicológica o, en otras palabras, el elemento “imaginación”. Para poder mantenerse en este movimiento, la mente egoica da a sí misma un nombre, y este es el objeto principal y primordial de este proceso. Se llama a sí misma “yo” y dice que nació en 1900 y tantos. Dice que desayunó, dice que va a cenar en la noche, dice que va a morir… Esto está dentro del proceso imaginario que llamamos “mente egoica”, que no es más que un simple movimiento de pensamiento al que aquí llamamos “imaginación”.
Entonces, ¿qué es el tiempo? Una idea, un concepto, una creencia, un pensamiento. En el Estado Natural, ¿hay imaginación? ¡No! El Estado Natural es la Libertad de Ser lo que, de hecho, Usted es, y solo puede ser Ahora, por lo tanto, la imaginación es dispensable. Pero, para el “yo” que se imagina siendo el objeto primordial en este proceso de imaginación, y que necesita crear tiempo y espacio, ¡la imaginación lo es todo! Sin la imaginación, el “yo” no está.
Así que, aquí llegamos a un punto: mientras que el sentido del “yo” – que no es nada más que esa idea de ser “alguien” – esté presente, la ilusión del tiempo estará presente. Estamos hablando del tiempo psicológico, en el cual “usted” es una supuesta entidad que se mueve en un mundo imaginario alimentando el sufrimiento. Sufrimiento presupone conflicto con lo que es, con lo que se presenta aquí y ahora.
Así, este elemento necesita de la imaginación para mantener el conflicto, el cual es sufrimiento. Una vez que termine este movimiento psicológico, imaginario, el sufrimiento también termina. Mientras que este elemento “yo” esté presente, el movimiento de alejarse de este instante (imaginariamente, psicológicamente) estará presente y, por lo tanto, el sufrimiento continuará presente.
Transcripción de un discurso realizado en el Retiro de Carnaval, en la Isla de Itamaracá - Pernambuco, el 25 de febrero de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

viernes, 26 de junio de 2020

Una invitación a esta Libertad de Ser Consciencia pura y atemporal

Lo único que importa para usted, en este encuentro, es estar es esa Atención, que es la base de la Consciencia. No acompañe solo las palabras, sino también en donde estas aparecen. Las palabras son como pigmentos en un cuadro representando algo. Mientras las palabras ocurren, hay algo presente anterior a estas: el Silencio. Entonces, cuando estamos en Satsang, vemos palabras siendo puestas al servicio de esta investigación, pero la Realidad presente es este fondo de Silencio, el cual no tiene ninguna historia. Lo que se conoce como “mente” son esas imágenes apareciendo, siendo registradas en la Realidad presente, que es la base de todo. Esta base, este Silencio, esta Consciencia es la única Realidad.
El propósito, aquí, es que usted tenga este contacto directo con la Realidad. Usted está descubriendo la importancia del fin de la historia personal, que es lo que causa la impresión de que hay alguien haciendo cosas y tomando decisiones, escogiendo, cuando, en realidad, este “alguien” es una ilusión. Dado que no hay realidad en la “persona”, su historia personal no es verdadera, pero es esta la que causa toda esa impresión.
Lo que estoy diciendo es que no existe “alguien”. La vida, la existencia, o lo que se presenta, es un fenómeno de la Consciencia. El pensamiento ha personalizado eso, colocando en eso la idea de un personaje presente, pero esto no es real. Usted es Consciencia, no es un personaje con una historia. Toda agitación, problema, confusión, desorden y sufrimiento surgen a causa de esa identificación con la idea de que existe este “alguien”.
Así que, mientras que esto se mantenga, la agitación se mantiene, al igual que la frustración, el sufrimiento, el miedo, la carencia, el dolor psicológico… Este es el bagaje del personaje, de la ilusión del “yo”. Es en virtud de esta creencia, la cual tiene una base muy fuerte de identificación con el cuerpo, que se da esa disposición psicológica, esa contracción, ese sentido de “persona”. Toda ignorancia es esa historia, y toda historia es esa ignorancia. Es así.
En la Vida, todo sucede como es necesario y debido que suceda, en su propia forma. No hay alguien haciendo que eso suceda. El “yo”, el “mí”, el “sentido de persona” con toda su historia es apenas una parte de lo que está ocurriendo. ¿Eso tiene algún sentido para usted? Su forma de ver y percibir la Vida no es así, porque usted está viendo todo desde un punto de vista basado en la creencia de que hay una entidad presente, en el sentido ilusorio de un “yo” presente.
Entonces, este “mí”, que tiene un nombre, un cuerpo y una historia, es pura identificación con una creencia, con esa contracción del cuerpo, sustentada por sentimientos, emociones y pensamientos. La Meditación es el arte de permanecer libre de esa contracción, de esa identificación con sentimientos, pensamientos, emociones y sensaciones. La verdad es que todo está aconteciendo, pero sin ningún propósito. Todo es tan solo una manifestación de la Consciencia, sin ningún propósito específico.
Para la mente egoica, para aquel “sentido de persona”, todo tiene que suceder con un propósito. Esta idea de un propósito es el sentido de la historia, de la historia particular y personal, pero esto no es real.
Mientras que este sentido individual de “persona” sea percibido como algo real y presente, la historia tendrá importancia y deberá traer consigo un propósito. Esto es porque existe un sentido de un “yo” yendo a algún lugar, haciendo algo, conquistando o librándose de algo, cuando en la realidad, todo esto no es más que un juego, el juego de la vida, y nada de esto es como parece. La Vida es Lo que es, y todo lo que ocurre es tan solo lo que ocurre, sin ningún propósito. ¡No hay “alguien” ahí! Esto suena muy extraño para la mente egoica. De modo que, esta “realidad” llamada “pasado, presente y futuro” está, de hecho, formada solamente por ideas, conceptos, creencias.
La Libertad yace en la Naturaleza del Ser, que es esta Presencia, esta Consciencia sin propósito. Así que, tiempo, espacio, causa, efecto, acción, reacción, objetivos y propósitos son conceptos mentales. Su Ser está Libre, permanece Libre y no conoce esa historia mental, imaginaria. Por lo tanto, no es necesario obtener, aprender o comprender nada. Cualquier cosa que se obtenga, que se aprenda o que se comprenda todavía hace parte de la mente y de su historia, así que, todavía es parte de la ilusión.
¡Yo lo quiero invitar a esta Libertad de Ser Consciencia pura y atemporal! Esto es la Realidad Divina, la Realidad de Dios! En la India, Esto se conoce como Moksha, que es Liberación. ¡Estar en su Ser es Liberación! La naturaleza del pensamiento es imaginación, mientras que la Naturaleza de la Consciencia es Libertad. La mente vive dentro de aquel modelo de pensamiento, mientras que su Ser está fuera de este. La Meditación, como su Estado Natural, revela esto.
No estoy diciendo que el pensamiento, la sensación, la percepción y la emoción representen un problema. Lo que digo es que este fenómeno hace parte del tiempo, que es esa noción de pasado, presente y futuro, lo cual aún está en la mente. Todo esto no es Usted, su Ser, su Verdadera Naturaleza, sino tan solo un fenómeno que viene y va, por lo tanto, no tiene realidad. El problema está en confundirse con esos fenómenos, en no tener uma Constatación Real de Sí Mismo, un “recuerdo” de su Verdadera Naturaleza, de su Verdadero Ser. Así que usted acaba permaneciendo en esa confusión, en ese equívoco.
Algunos han dedicado sus vidas a la búsqueda de la Liberación, pero lo hacen dentro de la historia. Entonces, dedican sus vidas a una constante búsqueda de experiencias espirituales, en diversas prácticas. Sin embargo, esto es también una ilusión, porque implica la idea de que existe “alguien” que puede alcanzar esa Liberación, a través de una acción o de una experiencia espiritual extraordinaria. En realidad, ¡no hay “alguien” para alcanzar Eso! ¡La verdad es que no hay “alguien” ni algo en ninguna parte!
¡Usted es esta Consciencia! Nuestro trabajo juntos es para que usted tenga esa Constatación Directa. ¡Ser es su Naturaleza! Aquella historia particular está llena de conflictos, crisis, dilemas, problemas y adversidades. Desidentifíquese de eso, de esa historia particular. Solamente existe Lo que Es, y eso no es personal, no tiene historia. Abandone el pensamiento de una Realización futura, de una evolución espiritual o una experiencia extraordinaria. Todo esto es parte de ese modelo de pensamiento, de esa búsqueda de un propósito creada por el pensamiento, creada por la mente egoica.
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, llevado a cabo la noche del 09 de diciembre de 2019. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

lunes, 22 de junio de 2020

Cómo Ser Feliz

Ser Feliz es descubrir quién es Usted. No hay nada más que alcanzar y, por lo tanto, nada más que buscar. ¿Por qué viajamos tanto y queremos estar en lugares bonitos? ¿Por qué tomamos tantas fotos de esos lugares y las guardamos para verlas nuevamente? La belleza, donde quiera que se encuentre, despierta en nosotros la Verdad de Dios que traemos y que somos. Ya somos completos, por lo que solo basta hacer un único viaje – el viaje hacia nuestro propio interior. Este es el “Lugar” más bello de todos, realmente. Cuando encontramos este “Lugar”, no necesitamos viajar más en busca de lugares bonitos, para que nos hagan felices, aunque solo sea por un instante, porque ahora podemos ver la Belleza en cualquier parte.
Dios se ve en todo lugar cuando tenemos los ojos de Él para verlo. Son los ojos que brillan en nosotros cuando sabemos quién somos realmente. Durante muchos años de nuestras vidas, cargamos la insatisfacción de no saber quién somos, viviendo en la superficie, sin conocer la riqueza que traemos en nosotros mismos, en nuestra profundidad. Este es el lugar del infinito, el centro sin circunferencia y la circunferencia sin centro. Yo sé que estas palabras no tienen sentido, pero así es la experiencia directa de Dios: algo más allá de las palabras.
Entrar ahí es encontrarse, ¡o perderse en el Océano sin playas de la Felicidad Suprema! Este es el objetivo de la vida humana: vivir más allá de los límites de la vida humana, que está llena de conflictos, dilemas, problemas y todo el sufrimiento de una existencia separada. Es la mente la que crea tal separación, la que está siempre dividiendo, comparando, juzgando, distorsionando, construyendo un mundo falso. Hay siete mil millones de seres humanos en este planeta, o sea, siete mil millones de “mundos”. Todos están cargando con la certeza de lo que son y viviendo “su propio mundo”. Pero, ¿existe un mundo? ¿Dónde está? Quien realiza a Dios descubre quién es Él realmente, o lo que es realmente.
La Felicidad es el simple arte de ser quien realmente somos. No habrá Felicidad en cuanto se mantenga esa falsa identificación con los sentimientos, los pensamientos, las emociones, y esa terrible e intimidante identificación con el cuerpo.
Confundir la Consciencia Pura, que no conoce límites, con la así llamada mente, limitada por sus condicionamientos de emociones, pensamientos y sentimientos, produce una ilusión de identificación con un falso “yo”. Así, en esa identificación, esa Consciencia sin límites parece dormir, lo cual significa que, sumergido en todo eso, usted está inconsciente de quién es.
Así, usted vive sin la verdadera percepción de la Realidad, o sea, viendo como realidad las cosas que le pasan y no Lo que Usted es, su Ser, que es siempre libre e intocable, pues está más allá del sufrimiento, del miedo y del desespero. Para Él, solo existe lo que es, no lo que debería o podría ser.
Este texto, escrito por el Maestro Marcos Gualberto, en el que se comparte la visión del Sabio sobre la vida, fue publicado por primera vez el 2 de octubre de 2010. Se trata de la publicación inaugural de este blog, que forma parte del acervo de los primeros años de este trabajo, cuyos textos, tras haber estado offline en los últimos años, serán republicados en serie, de forma conmemorativa, en este que fue el primer canal de la internet en que este trabajo se hizo público. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

martes, 16 de junio de 2020

¡La mente no puede capturar Esto!

La mente es muy curiosa y su búsqueda de conocimiento es incansable. Siempre está buscando algo de lo que alimentarse y nada le es más apetitoso que el entendimiento, el cual nace del conocimiento. Cuando hay conocimiento, ocurre el entendimiento y, para esto, es necesario que haya descripciones, es decir, se necesitan palabras e imágenes, y esto es alimento para la mente. Esta hambre constante, esta insaciable sed de conocimiento es algo común en la mente egoica.
Cuando hablamos de “mente egoica”, estamos hablando del sentido de separación, que es la prisión. Por tanto, el conocimiento está dentro de esa prisión y, debido a esto, no puede emplearse para entender lo que es Liberación. ¡Eso está fuera de la mente! Así que, aquí no estamos tratando con algo que pueda entenderse con la mente.
Entonces, llegamos a un punto aquí: Esto no se puede entender y, por tanto, no se puede ver hasta que se revele. La mente no alcanza Esto, porque no puede “llegar hasta allá”. Esto muestra que es necesaria una acción de una dimensión completamente desconocida para que Lo que está fuera de lo conocido —es decir, fuera de la mente— se revele. Es por esto que la Sabiduría no es resultado del conocimiento, sino, de esa revelación de lo Desconocido, a lo cual he llamado “Inteligencia”.
Así que, al hablar sobre la Iluminación, estamos hablando del Despertar de lo Desconocido, de Algo fuera de lo que la mente conoce. He aquí la importancia de la Gracia… Esta es el elemento misterioso capaz de autorrevelarse como Liberación en este o aquel mecanismo, organismo. Entonces, esta Liberación, que no puede entenderse con la mente, pero que se autorrevela y se hace evidente, es una acción de esta Gracia – ese es el Misterio de Cristo, del Buda, del Sabio, del Ser Despierto.
Así que, ninguna idea, ningún pensamiento, ninguna palabra alcanza Eso. Ningún pensamiento puede crear un modelo de Eso, ninguna idea puede definirlo, ninguna palabra puede describir ese Misterio, llamado Liberación. ¡Las ideas y las palabras no Lo pueden definir y la mente no Lo puede capturar! Ahora nos encontramos ante una paradoja: la mente, que es imaginación, que es una sobreposición a la Realidad ya presente, puede tener la impresión de que esa “Cosa” está lejos. Cuando la única Realidad es la Liberación, Lo que está aquí y ahora, presente como su Estado Natural, que es Gracia. Todo esfuerzo y movimiento es solamente alejarse de Lo que está aquí y ahora, presente como pura Consciencia, como esa Liberación inalcanzable para la mente, para las ideas, para las palabras, para los pensamientos.
Entonces, ver Esto solamente es posible es esa autorrevelación, en la propia acción de la Gracia. La Liberación no tiene nada que ver con la mente y su movimiento. Es precisamente ese movimiento lo que tiene que parar para que Eso, que ya está presente, se autorrevele. Lo que estoy diciendo es que la Liberación está cubierta, oculta, escondida por ese movimiento de la mente. Es la mente la que está ocultando, camuflando y haciendo invisible Aquello que ya está presente como Consciencia, que es la Liberación. ¡Es como si la Liberación no existiera y la mente fuera real! ¡Esa es la paradoja! Pero solo es una paradoja para la mente, porque así es como la mente ve.
La mente se ve a sí misma como lo Real, como la Luz, cuando realmente la Consciencia es la Luz, la Presencia. Es como si la luna creyera que tiene luz propia, que la luz proviene de esta, cuando, en realidad, proviene del sol. ¡Esta Consciencia es el sol! Permítame colocarlo de forma más simple: usted se ve como una persona y eso es muy real, pero eso es una visión equivocada de la mente, porque no hay ninguna “persona”. Todo el movimiento de oír, hablar, sentir o pensar es solamente un fenómeno de la Consciencia. Es decir, la luz real es el sol y ese movimiento fenoménico es tan solo un movimiento de la luna, con un brillo de luz prestada.
Entonces, la mente vive en ese movimiento constante de búsqueda de significado, y la Liberación es el fin de esto. La mente busca comprender la vida y su significado, mientras que la Liberación revela el significado de la Vida. ¡La Liberación es la propia Vida! Esto significa que no hay una mente presente en Eso, es decir, no hay nada que buscar o entender. Por tanto, ¡no hay ningún significado! Si esto queda claro, la ilusión termina y, con esto, el sufrimiento también, porque el sufrimiento en sí es la mente en esa constante búsqueda de la vida y de su significado. Este movimiento de la mente es, básicamente, de separación, y por tanto, de dualidad, que es lo que mantiene toda forma de conflicto, confusión y sufrimiento.
Cuando coloco esto aquí, ¡lo hago para que usted vea Eso! El lenguaje, por su propia naturaleza, describe solamente dualidad. El lenguaje habla de eventos, experiencias, pensamientos, sentimientos, fenómenos… Así, no hay ningún lenguaje, ninguna expresión verbal o de pensamiento que pueda describir Aquello que está fuera de la dualidad. Entonces, lo Real no se está colocando en este encuentro. Estoy señalando lo Real, pero no describiéndolo, porque la Verdad no se puede describir.
Yo hablo con usted al respecto de lo Desconocido, pero Eso continúa siendo desconocido, a menos que se autorrevele en el Silencio, en la propia Consciencia, que es el “el Sol”, esa Luz Real. En el momento que predomina esa Luz, ese Sol, que es la Consciencia, la ilusión no tiene más importancia, entonces, la “luna” ya no puede intentar hacerse pasar por lo que no es. ¡No hay “alguien” ahí! Por esto, el sentido constante de “ser una persona”, buscando la vida y su significado, pierde por completo el sentido, acaba de inmediato en ese Despertar.
Todos están muy viciados en eso, en la búsqueda de significado y sentido para las cosas que pasan, para lo que creen ser y hacer. Entonces, pasan muchos años ocupados con la “persona”, juzgando, comparando, interpretando, y no perciben que no son más que pequeñas piezas de un juego de ajedrez, o marionetas. Hay una mano invisible moviendo las piezas, jugando con esos muñecos, dándole una vida aparente a las marionetas.
¿Ya vio un teatro de marionetas? ¡Parece que esos muñecos tuvieran vida! Hablan, se mueven, bailan, pero hay un par de manos haciendo todo. La vida es eso: un juego. Un teatro de marionetas no es más que un juego, algo que divierte a quien lo ve, no está pasando nada serio. Una marioneta canta, la otra baila, la otra habla de cosas “importantes”, una representa a un profesor inteligente… ¡Se ven todo tipo de cosas!
Lo que quiero decir es que no está ocurriendo nada serio, que usted no está viviendo “su vida”, pues solamente hay esa única Vida, y está jugando a ser “usted”. Usted no es real, es solo un muñeco que cree poder hacer, resolver, decidir y escoger cosas. Yo sé que oír esto es desalentador, que usted querrá buscar una segunda opinión para saber si esto es verdad, pero usted no va a descubrir Eso en la mente, porque solo la Gracia Lo puede revelar. Esa revelación de la Gracia es una expresión de la Consciencia, la cual es Meditación.
Resumiendo: ¡usted solo tiene problemas porque cree que existe! ¡Usted sufre únicamente porque cree que tiene o que puede tener cosas! Nisargadatta decía que el mundo está lleno de anzuelos, y la persona siempre está atrapada en ellos. Con eso, él quería decir que ninguna persona tiene libertad, que el “sentido de persona” es necesariamente la prisión. Así que, todo lo que usted “posee” lo aprisiona, todo lo que usted “tiene” es su prisión.
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online llevado a cabo la noche del 28 de octubre de 2019. Publicado en portugués por primera vez el 05 de febrero de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

martes, 9 de junio de 2020

Solo hay una forma real de que ocurra la Meditacíon

¿Usted por qué está aquí? ¿Qué lo trae a este encuentro? Cuando usted busca la razón, descubre un sentimiento de deficiencia, una especie de insatisfacción o hambre de algo que, al principio, no sabe qué es. Eso pone a todos en un movimiento de búsqueda. Lo que usted desea es el fin de esa carencia, de esa inadecuación, y eso acaba por traerlo a Satsang. Lo más curioso es que, al llegar a Satsang, usted descubre que no está faltando nada, no existe esa deficiencia, no hay nada para obtener, nada para ganar. Cuando usted percibe eso, la búsqueda termina.
Entonces, usted no está en Satsang para buscar más, sino para descansar – descansar en su Ser, en su Naturaleza Divina. Estar en Satsang ya no representa un movimiento de búsqueda, sino la alegría de un encuentro consigo mismo. Esa insatisfacción, inadecuación o carencia es periférica. Satsang es un proceso de autoinvestigación, de Descubrimiento, un encuentro con la Verdad que usted trae. Aquí, usted se libera de esa motivación egocéntrica. Dado que la búsqueda siempre carga una motivación egoica, esta no es el camino real para la Verdad. La búsqueda lo aleja, es en sí misma el alejamiento. Es por eso que para usted toma un tiempo entender que no hay nada que buscar en Satsang.
Satsang es un proceso para que usted vea Eso que ya está aquí y ahora, ¡Algo que ya es completo y perfecto! ¡Eso es lo que tengo aquí para comunicar! No hay sujeto ni objeto, solamente esa Realidad única, esa Consciencia, esa Presencia, la Verdad de su Ser. No existe el que medita y la práctica de la meditación ni el que medita y los objetos. Todo eso pertenece a la filosofía. Son conceptos, creencias, valoraciones…
Entonces, todo lo que usted tiene para ver aquí es esta Realidad presente, que es la Verdad sobre Sí mismo, esa Consciencia que ya está aquí y ahora. ¡No hay necesidad de buscar! En realidad, buscar es alejarse de Eso. La Verdad es que usted no puede saber quién es Usted. La palabra “autoconocimiento” es completamente errada, porque usted no puede saber quién es Usted. Solo es posible Ser lo que Usted es, y no saber. Saber presupone sujeto y objeto, el observador y lo que se observa, presupone separación. En la separación, lo que se ve es la ilusión, el conflicto.
Eso no es como conocer algo… Usted es el Conocimiento, ¡no lo conocido o el que conoce! Usted es el único Conocimiento, sin “alguien” para saber lo que Eso significa. Entonces, no se trata de búsqueda, de movimiento, sino de reposo, de descanso. Satsang es ese descanso, es ese reposo, es el propio proceso de Despertar, de reconocer la Verdad Divina, la Verdad de Dios aquí y ahora.
Si usted escucha a un profesor, él va a hablar sobre un progreso que se logra a través de un proceso paso a paso, del paso 1 al paso 100, es decir, que usted va a “progresar hasta llegar allá”. Aquí no se trata de “llegar allá”, sino de “desaparecer”. Me refiero a la desaparición de la dualidad sujeto-objeto, el que conoce y lo que es conocido. Solo el Conocimiento permanece, Lo que Es. Esto trasciende la dualidad, la separación entre el que ve y lo que es visto, entre el que conoce y lo que es conocido. Este el corazón, el centro de la Verdadera Meditación.
Toda experiencia pertenece al sujeto, presupone memoria, conocimiento, pasado, pero aquí no estamos interesados en la experiencia. Recuerde esto: experiencia presupone conocimiento, recuerdo, memoria, pasado, lo que conoció el sujeto, entonces, presupone conocedor y conocimiento. Aquí no estamos interesados en “ser alguien” en la experiencia, porque eso está dentro de una referencia de pasado, memoria. Lo que somos es puro Conocimiento aquí y ahora, no es conocido ni es conocedor. Lo que somos no se puede experimentar, experienciar, y no es posible capturar, alcanzar, aferrarse a Esto, la Verdad. La Verdad es su Ser, es su Naturaleza esencial, atemporal, es Meditación.
¿Cómo se puede ver Esto? ¿Cómo se puede percibir Esto sin alguien que percibe? ¿Cómo se puede ver Esto sin el observador? Yo tengo una respuesta para eso: ¡usted necesita oír! Permanezca en ese “oír”, ¡donde se escucha todo! Permanezca escuchando lo que el pensamiento, la emoción, la sensación y la percepción dicen. No interprete, solo escuche. Si interpreta, entra de nuevo en el juego, pero, si solamente escucha, la Verdad se revela. ¡Eso es Meditación!
La Meditación no tiene nada que ver con un ejercicio de expulsar pensamientos y forzar la mente al silencio. Usted puede tener cierta experiencia haciendo eso, de la cual se acordará después. Toda experiencia requiere memoria, pasado, sujeto y objeto, en donde el objeto es la experiencia y el sujeto el experimentador. Aquí nos deshacemos de todo eso y nos quedamos en el “oír” de lo que pasa interiormente y exteriormente.
Observe que todo el tiempo le estoy mostrando lo que es la Meditación Real. Cuando hay ese “oír”, todo se revela en ese Conocimiento que Usted es. Repare: no es el conocedor conociendo, e el Conocimiento revelándose… El Conocimiento que es sinónimo de Verdad, de Sabiduría, de Consciencia. ¿No es lindo y real eso?
Hay una sola forma real en que la Meditación sucede: ¡es sin “usted” estar ahí! La Meditación solo sucede cuando “usted” no está. Cuando “usted” entra, la Meditación no está; cuando “usted” no entra, la Meditación está. La Meditación se revela total y completamente en ese “oír”. Ese movimiento es totalmente diferente del de aferrarse a algo. Usted no puede aferrarse a nada, porque no hay nada a lo que aferrarse.
El problema es que la creencia principal en su interior es que hay un tiempo para hacer esto, es decir, una condición y un momento oportunos. Usted cree que mientras trabaja no puede hacerlo, que durante una actividad intelectual o física no puede hacerlo. Esto no cierto.
El “oír” está presente mientras un pensamiento, una conversación y un movimiento físico suceden. Durante una actividad, está el “oír” la actividad. Así mismo es con una conversación, un pensamiento, una sensación, una emoción, una percepción… Sin embargo, usted tiene que ser como el pescador, que no controla el pez ni el agua. ¡Él permanece quieto! ¿No es así? ¡Así es! El pescador no controla el pez ni la corriente marítima, tan solo permanece inmóvil. Él bota el anzuelo al agua con la carnada y permanece inmóvil, pero atento, ¡totalmente atento! De lo contrario, pierde el pez. Entonces, usted no tiene control sobre el agua, no tiene control sobre el pez, pero sí puede “oír”. “Oír” es como la atención del pescador. Él permanece en ese “oír”.
La Meditación no tiene nada que ver con lo que sucede interior o exteriormente, es completamente independiente de lo que aparece u ocurre en este instante. Lo que es real existe por sí mismo, y nada Lo puede impedir de estar aquí y ahora, de Ser lo que es. Entonces, no se trata de juntar, acumular… Esto no es como el trabajo del científico o el estudioso, que va juntando, acumulando algún tipo de conocimiento. La Meditación no tiene nada que ver con acumular, ¡y de Esta no se aprende nada! La Meditación Real está presente cuando solo hay Conocimiento. En realidad, no hay nada que conocer, ni quien conoce, hay solamente el Conocimiento. No se trata de aprender nada, ni de acumular nada, ni de hacer o de dejar de hacer cualquier cosa. ¡Eso es Meditación!
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online llevado a cabo la noche del 02 de octubre de 2019. Publicado en portugués por primera vez el 01 de febrero de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

lunes, 1 de junio de 2020

La verdad sobre el sufrimiento

Aunque estos discursos, en Satsang, no traten de la Verdad, sí señalan la Presencia de la Verdad. La Verdad no es algo que el pensamiento pueda capturar. En realidad, lo que lo inspira a usted a venir aquí es la posibilidad de encontrar la Verdad – la Verdad del Silencio, de la Consciencia, de la Paz. Ese asunto de la búsqueda es bastante intrigante, porque usted no está buscando algo en específico. La cosa urgente que debe encontrarse, que a su vez es tremenda, es la Verdad, pero eso no se puede aprender ni adquirir. Es algo que llega por la autoinvestigación.
Usted tiene un sentimiento claro de que hay algo ausente o que está faltando. Ese algo, o esa cosa tremenda, es la Verdad. Solo la autoinvestigación puede darle ciencia de la falta de Eso, y eso es lo que lo inspira a estar en estos encuentros. El corazón humano anhela ese encuentro con la Verdad, con la Paz, con el fin del conflicto, del sufrimiento humano, de la guerra. Usted no puede saber qué tipo de falta es esa y, por eso, anda en muchas direcciones, hasta que llega un instante en que para y se vuelve hacia dentro. En ese momento, Satsang es lo único que tiene sentido.
Entonces, en cierto momento, usted percibe que aquello que estaba buscando allá afuera solo se puede encontrar por la autoinvestigación, y esto significa Satsang, el encuentro con la Verdad. Así, por un breve instante, usted siente ese perfume, y este se revela como la Paz del Corazón, la Verdad del Ser. Por primera vez en su vida, usted descubre que no es en la consecución de deseos que esa Paz se encuentra, sino exactamente en la ausencia de deseos. Por primera vez usted descubre que sin pensamientos, sin historia, sin imaginación, sin futuro, sin pasado, sin creencias, sin la idea “yo soy el cuerpo”, la Paz que está presente se revela. ¡Esto es intrigante! Usted siempre buscó todas esas cosas, pero, en el fondo, ¡lo que buscaba era la ausencia de todo eso!
En algunos momentos, usted se veía en Paz, en Amor, en Alegría, pero por no estar consciente de esa ausencia de deseos, usted pasaba a buscar diversos objetos, en los cuales no hay satisfacción. La felicidad por los objetos no es real, pero, como usted no conocía la Verdadera Dirección, iba en la búsqueda de ellos. Ahora, por primera vez, usted descubre que Eso está aquí, la Presencia de su Ser, la Presencia de la Alegría Real, de la Paz Real, del Amor Real. Entonces, Satsang es muy importante para usted ahora, porque usted sabe cuál es y dónde está la Dirección Real. Usted ya no tiene ningún otro objeto, ningún pensamiento, ninguna imagen de sí mismo o del mundo, sin embargo, está feliz. ¡Es una Felicidad sin causa!
Así, usted descubre la verdad sobre el sufrimiento. ¿Cuál es esa Verdad? Si su mente está ocupada con objetos, el sufrimiento está presente; si no hay objetos en la mente, no hay sufrimiento – esa es la verdad sobre el sufrimiento y la verdadera causa de la Paz y la Felicidad. Entonces, usted madura en eso, lo cual es inevitable, porque a partir de ahora usted cuestionará, cada vez más a fondo, todo por lo cual está pasando psicológicamente, interiormente.
Entonces, no es posible sufrir más, ¡pues eso es algo muy estúpido! Cuando hay autoinvestigación, no hay espacio para el sufrimiento. Ese hábito de ser alguien sufriendo ya no tiene ningún propósito… ¡Ahora no! El sufrimiento, ahora, comienza a ser apenas parte de una idea, de un concepto. Cuanto más a fondo usted entra en esta autoinvestigación, más percibe que el sufrimiento es uma idea, un concepto, bien elaborado por el pensamiento, perfectamente imaginado por la mente egoica. Estoy hablando ese sufrimiento emocional, de la tristeza, del dolor, del resentimiento, de la lástima, del rencor, del odio, del remordimiento, del arrepentimiento, de la depresión… ¡Ustedes saben de qué estoy hablando! Todo ligado a esa “historia de alguien”. Por tanto, el sufrimiento también es solamente un objeto, como todos los otros; es solo un concepto, una idea, una creencia. ¿El sentimiento de ser abandonado? Un concepto. ¿El sufrimiento por no ser amado, por ser despreciado o por sentirse herido, ofendido? Una idea. ¿El sufrimiento por perder algo valioso, de esas adquisiciones psicológicas que la vida, de repente, llega y le quita? ¡Una creencia! Entonces, todo depende de cómo usted comprende esa cuestión del sufrimiento, si su relación con esa idea, con ese concepto, se traduce o no como una forma de dolor psicológica.
En mi propia experiencia de vida, descubrí que lo más importante para mí eran los momentos en que veía que me quitaban algo o que sentía que algo faltaba, pues entonces tenía que confrontarme con eso, y ver lo que causaba aquí, para esa “persona”. Cuando usted siente esa falta, cuando se depara con ese dolor, pero sin el concepto, la autocompasión, la autopiedad, el lamento, las quejas, las reivindicaciones, los reclamos, algo completamente nuevo surge en su lugar, y ya no es algo personal. Su problema ha sido este: usted es muy personal, está muy apegado a la idea de ser una “persona”, lo cual es un concepto. El concepto de “persona” sustenta el concepto de sufrimiento; la idea de “persona” sustenta la idea de “alguien” abandonado, rechazado, sin ayuda, infeliz, incapaz.
Por tanto, es necesario explorar esa cuestión del sufrimiento. No se trata de analizar, ni de entender. Cuando digo explorar, me refiero a “ver para quién es este dolor”. Ese fue el trabajo de Ramana. Cuando las personas iban a él, decía: “¿Quién sufre?”. Así, ese hábito de la “persona” se comienza a desarraigar. Usted comienza a usar todo lo que surge, toda forma de sufrimiento o conflicto para volverse más y más consciente de la ilusión del cuerpo y la mente, de la ilusión de esa “entidad” al interior de esa experiencia del cuerpo y la mente.
Entonces, se vuelve fascinante percibir que, en todo momento, usted se va a deparar con ese desafío del “yo” en esa relación con la experiencia. La Vida es generosa en ese sentido, pues siempre traerá decepciones, frustraciones, le negará sus deseos, intereses, le dirá que no a su ego, el cual es un fraude, no es Real. ¡La Vida es Real y usted a la Vida no le importa! Eso La hace muy generosa, de una generosidad extrema. Abandonar el ego es tomar consciencia de que no existe, de que solo está Usted, ¡pero no hay nadie ahí! De otra forma, usted continuará en la ilusión de ser “alguien”, sufriendo con esa creencia, con ese concepto de “persona”, que carga el concepto de sufrimiento.
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online llevado a cabo la noche del 04 de julio de 2019. Publicado en portugués por primera vez el 27 de enero de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

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