jueves, 29 de octubre de 2020

¡Encontrando la Paz, la Felicidad y la Libertad!

Esperar una experiencia positiva es una posición totalmente falsa, porque nunca ha habido una experiencia negativa. Usted está a la expectativa de que el mundo cambie para encontrar su felicidad, su paz, pero esto no tiene ningún sentido. Por ejemplo: usted actúa o intenta actuar de forma inteligente, como si supiera lo que debe hacer para evitar el sufrimiento. No entiende que, entre más estudia o aprende sobre lo que debe hacer, más se limita su vida.
Todos sus intereses son mentales, y todos sus momentos —felices e infelices— son solo como experiencias de un sueño. Cuanto más usted se mueve de esta manera, más se acerca a esta forma humana existir, y usted sabe cómo es la “persona” —esta no deja de “ser persona”—. Por eso, he enfatizado la importancia de que usted se desconecte de sus reacciones, porque estas están siempre premeditadas por creencias. Esto no tiene nada que ver con una Vida Divina, y sí con el patrón sufrido, problemático, de “ser una persona”.
Jesús solía decir: “No se ocupen con lo que ustedes vivirán mañana, con lo que comerán, vestirán, o adónde irán”. ¿Por qué decía eso? Usted cree que yo soy demasiado insistente en cuanto a la necesidad de que usted salga de esa historia, de esa imagen, de ese personaje de marido, hijo, esposa, mamá, y cree que es muy difícil, que oír esto es muy duro. Sin embargo, en tanto usted esté interesado en estas cosas, permanecerá únicamente en ellas. Es como alguien que está literalmente soñando y que tiene mucho interés en lo que ocurre en el sueño. Cuando sueña y el sueño no es bueno, usted está loco por salir de la situación. Pero cuando el sueño es bueno y agradable, usted quiere permanecer ahí.
La dificultad con la que nos deparamos aquí es que, para el ego, lo agradable es desagradable, así que usted no se mueve para ir más allá del “sueño”. En el fondo, usted ama ser madre, padre, marido, hijo, novio, ser “gente”, y no percibe que querer esto es cargar siempre con el miedo. Usted piensa: “Yo puedo existir, vivir, estar vivo, ir al trabajo, alimentar a mi hijo, llevarlo a la escuela, tomar decisiones, ser amado, aceptado…”. Pero cada una de estas posiciones tiene su posición opuesta. Usted hará todas esas cosas, pero si no puede hacer alguna, habrá mucho dolor, mucho sufrimiento. Usted tiene la fuerte sensación de que la vida es continuar luchando, pero cuando no pueda luchar más, se va a deprimir, solo, aislado, en sufrimiento.
El problema realmente no está en el hacer, sino en la idea de que “usted” está presente en eso. Usted piensa: “Yo nací para un gran propósito, tengo una gran misión, haré grandes cosas. Por eso, tengo que luchar, tengo que batallar mucho hasta tener la victoria absoluta”. Esa es la postura de la mundanidad, del patrón de ser miserable.
Así, usted no encuentra belleza, encuentra solamente lucha. ¿En qué piensan las personas?, ¿sobre qué hablan?, ¿qué es la vida para ellas? Ahora, está el caso de la nominación de un nuevo ministro de Salud, las actitudes del presidente, el coronavirus, la cuarentena… Para las personas, la vida es eso, sumado a la particularidad de media docena de hijos, nietos y de quienes están a su alrededor. Todos están hablando de esas “historias” tan importantes para ellos.
Entonces, usted se depara con Buda, con Jesucristo, y ellos dicen: “No ocupe su mente con el mañana, con lo que va a comer, a vestir, si estará vivo o no el próximo fin de semana”. ¿Ellos son de otro planeta? ¿Será que, en realidad, ellos son de otro mundo? ¿O será que solo parece que están en este mundo, pero no están en ese “sueño” en el que usted cree estar? Ellos no piensan: “¡Yo existo!”, “¡Yo soy!”, “¡Yo haré!”, “¡Voy a realizar cosas mañana!”, “¡Quiero hacer una gran historia!”. Ellos entienden que no están aquí para hacer.
Sin embargo, mire a las personas a su alrededor. Están con miedo, porque hay decisiones que aún no han tomado y deseos que no han alcanzado. Es así: primero, el deseo era tener dos hijos, y ahora, criarlos, porque aún no son adultos; después, el deseo será ver a los hijos de ellos, y después, vivir mucho para poder ver a los hijos de los hijos de ellos. Pero llegó el coronavirus, y se escucha el sonido de las ambulancias al pasar… Cada vez que lo escuchan, se afecta algo internamente y estas personas ven la propia muerte cantada por la sirena de una ambulancia. No sé si ustedes entienden lo que digo… Hay personas a su redor deprimiéndose al oír una ambulancia pasar.
Así que, ser una “persona” no es algo gratificante. Pasar por los mismos viejos caminos, pisar los mismos pasos, dar los mismos pasos en la misma dirección, no me parece muy bueno. No tome pensamientos como “¿Qué debería comer?” o “¿Qué debo hacer?” ¡No los tome! La mayoría de las personas tiene pensamientos de ese tipo: “¿Qué voy a hacer?”, “¿Qué voy a realizar?”, “¿Dónde voy a estar?”, “¿Cómo será el futuro para mí y para los míos?”.
Jesús, si estuviera frente a usted, diría: “¡Deje el mundo en paz y las cosas donde están! ¡Deje que cada cosa siga su propio destino! ¡Deje que cada cosa sea como es! Vea todo esto como un juego, cuyo resultado no está en sus manos. ¡Abandone el apego! ¡Abandone también el abandono del apego!”. Él le diría, también: “¡Vaya más allá de este mundo, más allá de la idea de hacer algo, o de ganar y perder algo!”.
Así que deje el mundo en paz, deje las cosas donde están. ¡No se envuelva! Me refiero a que no se envuelva internamente, psicológicamente. Así, usted será Libre y puede conocer a Dios, vivir la Verdad, ser Feliz. ¿Sabe qué sucede entonces? Su patrón de “sueño” termina.
Alguien en un estado de total aflicción psicológica se lanza del séptimo piso del edificio. Su desorden psicológico es tan dolorosamente agudo que cree poder librarse del mundo así, creyendo que así acabará todo. Entonces, viene un Sabio indio y dice: “Él va a buscar un nuevo vientre, porque quedó debiendo mucho y aún tiene muchos pendientes, muchos deseos que quiere y aún no ha podido cumplir”. El Sabio dice que la persona necesitar volver otra vez, y otra, y otra, y otra vez, para resolver asuntos inconclusos. A usted le parece dramática esa historia, ¿no? ¿Cree que su pequeña historia no es tan dramática? Mientras usted tenga deudas, tendrá que resolverlas; si está debiendo, tiene que pagar; si está huyendo, será capturado; si no quiere algo, lo va a tener. Así que su historia es igual de dramática.
Si usted tiene alguna forma de miedo, si quiere escapar de algo, entonces eso tendrá. Es decir, de alguna forma, usted está en deuda. Los Sabios le llaman a esto “reencarnar” o “volver a nacer”, yo lo llamo la “continuación del sueño”. ¡El “sueño” continuará! Si nada se resuelve, ¡todo continuará! ¡Así que saque a su mente de eso! En otras palabras, no deje que los pensamientos se viren a lo externo, porque entonces estas condiciones comienzan a tomar lugar.
Si sus pensamientos vuelven a la Fuente y desaparecen en el Corazón, ¡usted encontrará Paz, Felicidad y Libertad absolutas! ¡Así que saque a sus pensamientos del mundo! Tráigalos todos de vuelta a la Fuente, que es el Silencio, y entonces, ya no habrá deuda, “sueño” es historia. Así, el mundo acaba.
Trecho de um Satsang intensivo online ocorrido no dia 16 de Maio de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

domingo, 25 de octubre de 2020

¿Cómo oír la Voz de Dios?

Usted tiene que tomar consciencia de la Verdad, es decir, ir más allá de sus creencias y de toda imagen que hace de sí mismo y del mundo, solo entonces podrá ser total y completamente Libre. Cuando usted le ora a Dios y Él está distante, es como si Él no lo estuviera oyendo. No es que Él no lo esté oyendo, es que usted no consigue oírlo a Él. Ese es el mundo donde usted vive, y es por eso que tiene que trascenderlo: para poder, realmente, oír la voz de Dios.
Entonces, cuando la Presencia del Gurú llega a su vida, es para darle la Visión de la Verdad sobre quien es Usted y sobre lo que el mundo realmente es. Dios es la Verdad de su Ser, sin embargo, usted no tiene acceso a Él, hasta descubrir cómo acceder a Él internamente. Así, este misterioso Poder asume la forma del Gurú y le muestra cómo acceder a Esto ahí dentro. El Gurú silencia su mente e inclina su corazón hacia la Verdad. Este es el misterioso Poder de la Presencia de un Maestro vivo.
Todas las personas a su alrededor son mundanas y toda su orientación es hacia el mundo de los nombres y las formas. Las personas creen en todo y permanecen con la “manada”. ¿Usted sabe cómo es una manada de vacas? Si usted separa a una vaca o a un toro de la manada, ellos estarán locos por volver. Separado, el animal queda perdido, sin saber adónde ir, porque pierde la dirección de la manada. En el ego, usted es así: al separarse de la “manada”, quiere volver, porque se siente perdido.
Así, la Presencia del Maestro es para darle otra perspectiva, otra visión, para sacarlo de la “manada”. ¿Es precioso Eso, no?
Cuando usted se sienta en silencio y comienza a observar el movimiento de pensamientos ahí dentro, ve cómo la mente está llena de basura: ideas preconcebidas, creencias, conceptos, una enorme cantidad de basura psicológica. Al hacer esto, usted puede oír la voz de Dios, ver el rostro de Dios, y este espacio que tenemos juntos, aquí, tiene ese propósito. Dado que usted no puede lidiar con Lo que no conoce, tiene que adquirir una proximidad con el movimiento interno del “yo”. Es decir, es imposible ir más allá de la mente sin hacerse consciente de su movimiento. Si usted no tiene intimidad con el movimiento del propio “yo”, ¿cómo puede soltarlo?
Ahora, repare en lo que le estoy diciendo aquí: no se trata de analizar el “yo”, pues eso es lo que hacen los analistas y los psicólogos; de lo que se trata, es de ver su movimiento. El analista no está separado de lo que analiza. Cuando lo que es analizado surge, es analizado solo porque hay un analista presente. Entonces los dos están juntos siempre —el analista y lo que analiza—. Es como el pensamiento y el pensador —usted no puede separar al pensador del pensamiento, los dos aparecen juntos—. No se puede hablar de un pensamiento sin la ilusión de un “pensador”. Así, si no hay pensamiento, no hay “pensador”; sin lo que es analizado, no existe el “analista”.
Es como el miedo —usted no separa al miedo del que siente miedo—. El que siente miedo está ahí presente como el miedo. Observe que no hay separación. Cuando no hay miedo, no hay “alguien” en la experiencia del miedo; no existe el “miedoso”. También, cuando no hay pensamiento, no hay “pensador”, y cuando no hay nada que analizar, no hay “analista”. Entonces, ¿qué es oír a Dios y ver Su rostro? Es estar fuera de la ilusión de la dualidad: el pensador y el pensamiento, el analista y lo que analiza, el miedoso y el miedo. Por lo tanto, cuando llega el Gurú, es para mostrarle la importancia de estar en este Espacio, que no es un “espacio”.
Ahora, el primer paso, que tal vez sea el último, es observar, conocer esta mecánica. Las personas preguntan: “Pero ¿quién se va a rendir?” Respondo que no existe el que se va rendir. Cuando hay rendición, ¡no queda “alguien”! Por eso esas preguntas que hacen las personas, cuando se acercan a este trabajo, son completamente equivocadas. Estas dicen: “¿Cómo hago para parar de pensar?”. ¡Es imposible parar de pensar! El pensamiento para, pero usted no lo hace parar. Ahora, para descubrir esta mecánica, solamente es asentarse en Silencio y observar esto. Pero no lo tome de forma literal, como lo hacen muchos. Asentarse en Silencio no significa no poder comer, caminar, trabajar.
Aquí, el que está asentado en Silencio es el propio Silencio, no es “alguien”. Si usted cree que es “alguien”, va a colocar su cuerpo sentado y a creer que realmente está en Silencio. Así que, asentarse en Silencio para ver esta mecánica es el Silencio asentado y esta mecánica siendo vista. Esto es muy interesante, porque usted me dice: “Yo quiero observar la mente”. Pero usted no puede observar la mente, solo puede confundirse con esta. Cuando hay observación, no hay mente. Usted tiene que volverse un experto en esta cuestión de la Meditación, que es el “estar asentado en Silencio”.
Fragmento de un Satsang intensivo online ocurrido el 16 de mayo de 2020 a través de la aplicación Zoom. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

jueves, 22 de octubre de 2020

Cuando apareció mi Maestro

Participante: “¿Qué magia es esta, Maestro querido, que nos hace querer reír de todos nuestros problemas aquí en su Presencia?
Marcos Gualberto: Sus “problemas” no son problemas. Son su imaginación, su resistencia, su desacuerdo con la vida, una ruptura de contrato.
Cuando usted lleva a cabo un contrato de servicios, debe hacerlo por escrito, con firma y testigos. Esto solo existe en el mundo de las personas, porque las personas son, naturalmente, infieles, temperamentales, e incumplen contratos.
No sé si hay una profesión en la que se trabaje más que la jurídica. Los jueces están siempre llenos de riñas, siempre mediando situaciones, porque las personas incumplen los contratos. Esta infidelidad es de la naturaleza de la mente. Entonces, los contratos acaban convirtiéndose en problemas. En la existencia, incumplir un contrato representa conflicto. Ahora mismo, si usted está viviendo alguna forma de conflicto, es porque está incumpliendo algún contrato. Si usted incumple un contrato con la Existencia, con la Vida, vivencia el conflicto. Todo su sufrimiento se basa en este principio; es una riña, una demanda, es un choque con la Vida, con la Existencia.
Mi trabajo aquí es mostrarle que todos sus problemas son imaginarios. Cuando los pensamientos lleguen hasta usted, pregunte para quién son. Descubra la fuente de sus pensamientos. ¡Así es como se hace! “¿Quién soy yo? ¿Cuál es la fuente de este ‘yo’? ¿Cuál es la fuente de estos pensamientos? ¿De dónde vengo?”. Así, usted verá que está en la ilusión, y en esta ilusión, su vida está llena de problemas, porque está llena de imaginación, de muchos pensamientos, ideas, creencias.
Descubra para quién aparece este “yo”, y entonces, descubrirá algo maravilloso: ¡ese “yo” jamás existió! Todos sus problemas están en la imaginación. Usted está contra la Existencia, en una lucha permanente, y esta es la causa de su sufrimiento, de su conflicto, con sus pensamientos y deseos: “Yo quiero esto, no quiero aquello”; “Yo estoy seguro de esto, no estoy seguro de aquello”.
En su Ser, usted es un Sabio, pero en la mente, usted es estúpido, una “persona” estúpida. ¡Usted no quiere ser feliz! ¡Usted quiere emoción! Usted sabe que comer mucho, comer de forma incorrecta, le va a hacer mal. Va engordar, va a tener diabetes… Usted no heredó esa enfermedad, pero la va a adquirir a lo largo de la vida por tener hábitos perjudiciales. Entonces, ¿qué es lo que quiere? ¡Emoción! ¡Usted no quiere ser feliz! Si quisiera ser feliz, no cedería a la tentación de comer golosinas dañinas. Así que, en la mente usted es estúpido. Sabe que le va a hacer mal y aún así practica, aún así come, aún así hace. Entonces, ¿qué es lo que quiere? ¿Ser feliz? ¡No! ¡Usted quiere emoción!
Esto vale tanto para la alimentación como para las relaciones, de todo tipo. Usted sabe que le están haciendo mal, pero quiere emoción, no quiere la Felicidad. Usted sabe que fumar lo va a matar, pero aún así, la emoción de fumar es más importante que no morir, hasta que la hora de morir llegue. Usted sabe que comer mal lo va a matar a corto, mediano o largo plazo, pero quiere la emoción de comer mal, y prefier eso al peligro de enfermar y de morir. Llega un momento en que usted se enferma, acaba en la cama de un hospital, ve que puede morir por causa de eso, ahí va a orarle a Dios.
Usted viene a mi encuentro y dice: “Aquí todo es diferente”. Claro que sí, porque yo no vivo en la ilusión. Lo que lo atrae a mí es su percepción de que yo no vivo en ese modelo. Usted está en un sueño, pero ya se volvió una pesadilla, y yo quiero ayudarlo a despertar. Solo cuando usted despierta, el sueño acaba, y entonces, la Felicidad está presente. Míreme, escuche mi voz, oiga mi silencio… ¿Saben qué es eso? ¡Son señales! ¡Es el perfume de la Felicidad! ¿Por qué? Porque vivo sin imaginación, ¡sin incumplir contratos! Estoy en total acuerdo con la Vida, con la Existencia, y cuando se está en este punto, ¡no falta nada!
Es justamente lo opuesto a la vida en el mundo mental, de esa egoidentidad, donde usted desea mucho y no tiene nada. Fuera del ego, ¡usted no desea nada y tiene todo! Usted quiere el mundo y este se le niega. Usted vive en una lucha constante por conseguir cosas del mundo, pero tiene miedo de perderlas. Entonces, usted vive deseando y temiendo, pero cuando despierta, esto cambia. ¡Míreme a mí! Yo quería a Dios, a la Verdad, quería este Amor, esta Paz, esta Alegría, esta Felicidad que vivo hoy. Dejé que el mundo a mi alrededor ocurriera, sin involucrarme con él. Dejé de imaginarlo, dejé de incumplir el contrato con la Existencia. Así es como sucede su encuentro con Dios, con su Ser, con su Corazón, cuando usted ya no desea nada del mundo, no teme nada en el mundo, pero tiene todo lo que necesita. En realidad, tiene mucho más de lo que necesita, pero nada de esto produce miedo o conflicto.
¿Usted ve la foto aquí atrás [el Maestro apunta para el cuadro de Ramana Maharshi]? Yo quería encontrar a Cristo y vino Él, en la forma de mi Maestro, a hablar conmigo sobre Dios. Cuando yo era niño, me dijeron que Cristo estaba en el cielo, al lado derecho de Dios, sentado en un trono muy grande y que, si yo le hablara, tendría una vida de felicidad, sin conflicto, sin sufrimiento, sin problemas. Así, fui hablando con Él, crecí hablando con Él, y cuando tenía veinticuatro años, Él me escuchó y apareció para mí en la forma de mi Maestro.
Yo recuerdo que en aquella época, había un conflicto interno entre la imagen que yo tenía de Jesús, como me lo enseñaron en la iglesia, y mi Maestro, que le hablaba a mi corazón, que tenía ojos que me tocaban profundamente. Sin embargo, fue un asunto de claridad interna tomando lugar, porque si yo estaba orándole a Dios, no podía ser el diablo quien se me estuviera apareciendo; si mi deseo de infancia —y crecí con ese deseo— era dejar de vivir en pecado, cometiendo errores, sintiendo dolor y produciendo dolor a mi alrededor, no podía ser el diablo el que estuviera ahora respondiendo a esas oraciones. Otra cosa: cuando apareció mi Maestro, sus ojos tenían un brillo y su Silencio tenía una voz. Era un Silencio, pero con una voz… Era como una canción, trayéndome algo que nada en el mundo podría traer, entonces, no podía ser del diablo, no podía venir del mal, solo podía ser una respuesta divina para mí.
Cuando Él me encontró, yo quedé más leve, y no más pesado. Quedé tan leve que, al principio, no necesitaba quedarme leyendo tanto la Biblia, porque la “Cosa” ya estaba viniendo a mí, desde dentro de mí. Cuando lo miraba a Él, ¡la certeza estaba ahí! ¿Y sabe cuál era esa certeza? “¡Él me ama! ¡Él me entiende! ¡Él me acepta! Cuando estoy con Él, todo es diferente”. Como me escribió uno de ustedes ahora, aquí: “¿Qué magia es esa, en su Presencia, que nos hace querer reír de nuestros problemas?”.
Transcrito de un discurso en un encuentro intensivo online, el 16 de marzo de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

domingo, 18 de octubre de 2020

¡Desidentifíquese de la mente!

Este encuentro es una nueva oportunidad para la autoinvestigación. Se trata de una invitación de la Consciencia para la Consciencia. No es una invitación para la mente, pues la mente no puede conocer nada.
Nosotros tenemos un tipo de consciencia objetiva, e incluso esta, no es la mente conociendo algo. Como la mente no puede conocer nada, no se le puede invitar a esta investigación, pues la mente es solamente un objeto. Así que, lo que llamamos “consciencia objetiva” es solamente una percepción de la Consciencia, la cual no es posible puede definir o limitar. La mente sí está entre los límites del conocimiento y la experiencia. Lo que investigamos en estos encuentros, en esta invitación de la Consciencia, es el movimiento mental.
Así que esta invitación es de la Consciencia, en la Consciencia y para la Consciencia. Todo lo que la mente puede, en apariencia, conocer, es un conocimiento en la Consciencia. La mente es solo un elemento de percepción, y lo único que puede hacer es percibir su limitación, lo cual ocurre a través de esta investigación de la Consciencia. Entonces, en realidad, esta Consciencia trae para la mente la percepción de su propia limitación.
Lo que podemos decir es que la mente puede explorar su limitación, y eso es lo que ocurre en esta autoinvestigación: usted ve cuánto, en la mente, ese sentido del “yo” es limitado, o cuánto esa percepción y ese conocimiento son limitados. Entonces, esto es lo único que usted puede descubrir en esta autoinvestigación. Yo veo esto de una forma muy simple. No sé si usted logra ver cuán simple es que la mente perciba su propia limitación, sus creencias, imágenes, conceptos, su noción de futuro y pasado.
Toda experiencia del campo de la mente es percepción, pero nuestra Naturaleza Verdadera, que es Consciencia, está más allá de la mente y su percepción. Esta constatación, por medio de la autoinvestigación, hace que la mente se desconecte del movimiento de identificación con la experiencia, de la imaginación de ser una “identidad”.
Durante toda la percepción mental, hay algo que está más allá: la Realidad, la cual no hay que olvidar, pero es lo que ocurre cuando no hay atención sobre el movimiento de la mente. El hombre común está en el autoolvido, por identificarse con la mente y sus percepciones. Entonces, él se convierte en eso, sin serlo, y la Consciencia queda disfrazada de persona. Ahora, esta Claridad, o Despertar o la completa Visión de la Verdad es siempre un misterio.
Esto es como usted verse en un espejo y decir: “¡Soy yo!”. Ahora, este “soy yo” tiene un significado completamente diferente del que la mente conoce, es algo completamente desconocido, un gran Misterio. Este autorreconocimiento es llamado Despertar o Iluminación, es la Comprensión de que la experiencia y la acción no son suyas, de que el pensamiento, el cuerpo y el mundo no son suyos, ni son Usted. Permanecemos en Lo que somos cuando la mente, el cuerpo y el mundo ya no tienen importancia. En su Estado Natural de Ser, que es Meditación, usted simplemente se permite pensar, sentir, percibir y vivenciar, momento a momento, sin la ilusión de que “usted” está ahí, controlando, moviendo, cambiando y haciendo que esto ocurra. Todo esto solamente sucede.
Cuando no hay un trabajo verdadero sobre sí mismo, usted se confunde con ese pensar, sentir y percibir que surgen, a lo cual usted llama “yo” —aquí está su identificación con la imaginación—. Usted imagina una sala, personas en la sala, situaciones y cosas sucediendo, y esto siendo percibido, visto, analizado y entendido por un “testigo”. La mente dice que usted es ese “testigo”, pero esto es un truco, es solo una percepción de la propia mente, pues no hay ningún testigo ahí. Hay solo el movimiento biológico y funcional del cerebro, del cuerpo y de los sentidos en la experiencia. ¡Es muy fascinante!
La Consciencia no participa en esto, en esta ilusión. La Consciencia participa como la base de todo, pero no hay una “persona” ahí, un “testigo”. La Consciencia es solamente la base de este fenómeno impersonal. Todo lo que surge es solo un fenómeno impersonal de la Consciencia, en la Consciencia, para la Consciencia. Entonces, incluso la experiencia que usted llama “miedo” no sucede para la “persona”, sino para un patrón de condicionamiento psicológico. Su Esencia Natural no experimenta el miedo, la mente sí. Como usted se confunde con la mente, en esta imaginación, ahí está “usted” con miedo.
Hay personas inteligentes, no inteligentes, saludables, enfermas, felices, infelices, altas, bajas, gordas, delgadas, pero esto es solo un fenómeno impersonal de la Consciencia, porque estas personas, estas formas, no tienen identidades separadas. Personas de todo tipo están en una sala, pero no hay ninguna “persona” ahí, porque todo es solamente un fenómeno en la Consciencia.
Consciencia es Lo que somos. Asumir su Naturaleza Verdadera es disfrutar del Amor, la Paz y la Felicidad, y no confundirse más con el cuerpo, la mente y el mundo. ¡Ese es el objetivo! Así, permitimos que todo sea como es. Cuando usted deja que todo sea lo que es, ¡Usted es Lo que es! Cuando se confunde con la mente, lucha y no permite que todo sea lo que es, que las cosas sean como son, usted está identificado con la ilusión de un falso “yo”, entonces, usted es miserable, infeliz.
Usted, en su Ser, ¡no puede ser infeliz! Fuera de su Ser, usted siempre será miserable, siempre habrá esa lucha contra la Verdad presente, aquí y ahora, esa Verdad impersonal, en la cual no existe “usted” para controlar, opinar, juzgar, comparar, evaluar, aceptar o rechazar.
Sin embargo, la mente es miedosa, el ego es muy miedoso. Esto es lo que diferencia al Sabio del tonto, al hombre Realizado del que no ha asumido la Verdad de sí mismo: el tonto cree existir y tener el control; el Sabio sabe que no está ahí, no hay nada que controlar ni “alguien” que pueda controlar nada. Entonces, uno está relajado en su Ser y Feliz, y el otro está en su mente, tenso y miserable. ¿Y usted? ¿dónde está usted en esto? ¿Usted cómo puede relajarse en la Felicidad, en la Paz y en la Libertad presentes aquí y ahora si está en revuelta contra lo que la Vida presenta, lo que la Vida muestra, que es impecable, inexorable?
Así que, la mente es esa serie de conceptos y creencias surgiendo y tomando un lugar falso. ¡Observe esto de cerca y desidentifíquese de la mente! ¡Está bien por ahora! ¡Namasté!
Transcrito de un discurso en un encuentro online, el 23 de marzo de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

miércoles, 14 de octubre de 2020

Algo que está fuera del tiempo, fuera de lo conocido y más allá del límite de la mente

Al depararse con la imagen de un espejo, usted no tiene duda de que tan solo se trata de un reflejo. Usted no cree que hay alguien en el espejo mirándolo a usted. Es muy claro que no es más que un reflejo, una imagen, y que usted no es eso. Sin embargo, la mente, ahí dentro, ve todo de forma diferente.
Entonces ¿qué estamos investigando aquí? Estamos tan solo tomando consciencia de que una imagen es solo un reflejo, no representa una Realidad. Esto aquí no es un curso, en el que se profundizan conocimientos. Este Trabajo no es de crecimiento, en este sentido. Esto es porque el Ser no se profundiza, la Consciencia no se profundiza. Cuando hablamos de Consciencia y de Ser, estamos hablando de Algo fuera del tiempo, de lo conocido, y que está más allá del límite de la mente.
No es posible imaginar una rosa o una orquídea, en su expresión, volviéndose más profunda, es decir, volviéndose más profunda de lo que ya es, en su manifestación de flor. Ahí está la flor: simple, bella, natural… No puede ser más bella de lo que ya es, o compleja, o no natural. Su Naturaleza Divina, su Naturaleza Esencial, lleva la marca de la Eternidad, de la Atemporalidad, de lo Desconocido. Usted, en su Ser, ya es esta Consciencia y está más allá del tiempo.
Usted oye estas palabras y puede incluso preguntarse si son verdaderas, pero no se trata de si son verdaderas o falsas. Nada es verdadero o falso. Así, yo hago la pregunta y le doy la respuesta: ninguna palabra es verdadera. Aquí no se trata de verdadero o falso, porque cuando tratamos con palabras, estamos tratando con un apuntar; es una flecha en medio de la carretera.
Es como cuando usted está conduciendo su auto y, al llegar a una bifurcación, tiene la felicidad de encontrar una flecha indicando hacia la derecha o hacia la izquierda. Así, las palabras aquí funcionan como la flecha en la bifurcación; no son verdaderas ni falsas, son solo indicaciones. Usted tendrá que descubrir si las flechas le están diciendo algo o no. El paso en dirección a la dimensión de la Verdad, de la Sabiduría, es un paso hacia la incerteza. Esto es de una gran belleza, porque usted necesita confianza, rendición, eso que llamamos “fe”, hasta saber por sí mismo. En realidad, este Saber es adentrar en lo Desconocido, lo cual es el No Saber.
¿Todo bien? ¿Continuamos o queda como una introducción? De hecho, todos estos discursos son así, nunca dicen nada, siempre queda un capítulo abierto. Esto aquí es una novela que no termina. Usted se depara con la flecha en la bifurcación, que dice: “Todo es ilusión”. Entonces, para entender la ilusión, se necesita un poco más de ilusión.
Participante: Aquí la flecha dice “vuelva”; no es para la derecha ni para la izquierda.
Marcos Gualberto: ¡Este Trabajo es sorprendente! ¡Cómo es de fascinante la Verdad! Cuanto más usted se aproxima, más percibe que no hay distancia, así que nunca sabe si Eso está cerca o si sigue estando lejos.
Participante: La sensación es que está lejos.
Maestro Gualberto: La mente dice que está lejos. Entonces, llego yo y le muestro la flecha, la indicación, y ahí está escrito: “¡Todo es ilusión!”. Para entender esta ilusión, es necesario un poco más de ilusión. Usted puede preguntar: “Al final, ¿qué es lo que usted dice? ¿Qué es lo que acaba de decir?”. Ustedes creen poder llegar aquí y tener la Verdad. ¡No pueden! Pueden llegar aquí y tener un poco más de ilusión, la cual se pondrá sobre la mesa para servirse. Un poco más de ilusión para que usted deje la ilusión. Ustedes realmente no creen, pero pueden creer que lo que estoy diciendo es Verdad. Sin embargo, si se dice algo, no es la Verdad. Si algo puede expresarse, está dentro del tiempo, dentro de lo conocido.
Así que, el propósito aquí no es encontrar, en estas palabras, la Verdad. El propósito de este encuentro es constatar la Naturaleza de la Verdad, que es lo Desconocido. Así, la Verdad no está en el tiempo, no está en las palabras. Lo siento mucho… Por eso es que mi énfasis está en la Meditación y no en el estudio. Yo podría pedirles a ustedes que estudien el Vedanta, los Upashinads (libro sagrado de la India), la Biblia, los filósofos griegos, el Curso de Milagros, o algún otro libro, otra escritura, pero la Verdad no está ahí, no está en la palabra, no está en lo que se dice.
Entonces, cuando digo que este es un encuentro en el que, para ver la ilusión, es necesario un poco más de ilusión, estoy diciendo que estas palabras o este encuentro con el profesor, al que llaman Gurú o Maestro, también ocurren en la ilusión. Esto es como un encuentro en un sueño, en el que una persona le comunica muchas cosas. Entonces usted despierta y descubre que todo lo que él decía estaba relacionado con el sueño, servía solamente dentro del sueño. Es decir, esta persona estaba en el sueño hablando acerca del sueño. Aquí estamos haciendo algo similar.
Marcos Gualberto: Su observación es interesante. No es lo que se dice, sino de donde viene eso que se dice, esa comunicación. De ahí la belleza y la importancia de este espacio llamado Satsang, que es el encuentro con la Consciencia, en la forma del profesor, del Maestro. Esto es algo fuera de la mente puesto en un lenguaje dentro de la mente. Las palabras están en la mente, la Realidad está más allá de la mente. Entonces, encontrar al Maestro es aceptar la enseñanza en el “sueño”. Esto aún está en la ilusión, pero hay un encuentro. Por eso dije que para comprender Lo que está fuera de la ilusión se necesita un poco más de ilusión, para que usted aplique esto en sí mismo, investigue el asunto del “conocimiento”, y una vez hecho esto, atraviese la ilusión.
Así, las palabras nunca transmiten algo esencialmente verdadero, pero sí son una forma de usted, como aspirante a la Realización, investigar en sí mismo lo que es dicho aquí e ir más allá. ¿Las palabas son útiles? Sí, son útiles. ¿Aún estando dentro de la ilusión? Sí. Sin embargo, las palabras aún están dentro de la ilusión, yo sé, por eso no son en última estancia verdaderas. Aún así, habiendo el acogimiento, la confianza y la aceptación de esta “enseñanza” del Gurú, del Maestro, en razón de la fe y de esta confianza, puede ocurrir un Trabajo real. ¿Ustedes entienden esto?
Así, a pesar de no estar abordando la Verdad en las palabras, la Autorrealización ocurre, y a partir de este momento, la enseñanza del Gurú, del Maestro, deja de ser necesaria. Esto porque ahora usted sabe que ninguna enseñanza era verdadera, pero usted necesitaba la “canoa” para atravesar el “lago”. Luego de atravesar el lago, usted no se coloca la canoa a sus espaldas y se va con ella, pues ya atravesó el lago. ¿Entienden esto? Este “lago de la ilusión” requiere “la canoa de la ilusión”. Estando del otro lado, se percibe que no hay lago, por lo tanto, no hay orilla del lado de acá ni del lado de allá, ni tampoco canoa.
Esa es la belleza de la Presencia del Gurú, del Maestro. Solo él puede mostrarle la Verdad de que él no es real, que cualquier conclusión que usted haga al respecto será falsa, aún basada en la mente. Algunos viven en este debate: “¿La Presencia del Gurú es necesaria?, ¿es Real?”. Yo concuerdo cuando dicen que no es necesaria, pero, en mi visión, no es necesaria solo cuando ya no hay ilusión. Mientras haya ilusión, toda forma especial de ilusión se hace necesaria. Hay ilusiones e ilusiones: ilusiones especiales o especializadas (por ponerlo así) e ilusiones no especializadas.
Las ilusiones no especializadas son las de la vida mundana. La ilusión especializada es la de la inclinación del corazón del devoto al encuentro con lo Divino. Aún es una ilusión, pero es una ilusión que solo la Gracia Divina puede revelar como tal. Antes de esto, toda conclusión no es más que especulación intelectual, y por tanto, egoica. Así, en este sentido, yo concuerdo con quienes dicen que el Gurú es necesario, como decía Ramana. “El Gurú siempre será necesario”, decía Ramana.
Aquí es necesario que usted esté ante la revelación del Sabio, de la Consciencia, de la Presencia, de Lo que está fuera del tiempo psicológico, de la mente psicológica, de la egoidentidad. El Gurú es la Consciencia expresándose en una forma visible y audible, en este “sueño” de mundo, en el cual usted cree vivir como una persona. Todo esto termina cuando la ilusión termina. Cuando se llega al otro lado, se descubre que no hay lago, ni orilla, ni canoa, ni enseñanza, ni Gurú. ¡Todo era solamente un sueño y terminó!
Transcrito de un discurso en un encuentro online, el 11 de mayo de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

domingo, 11 de octubre de 2020

Usted es esta Absoluta Consciencia

De nuevo tenemos esta hermosa oportunidad de estar juntos en este encuentro, en esta Presencia, en esta Visión, en este necesario Fundamento, donde ocurre todo, tanto la ausencia como la presencia de consciencia, tanto el despertar como el dormir y soñar. El Fundamento de toda experiencia es su Verdadera Naturaleza, la cual es la Naturaleza Divina de toda manifestación.
Aquí estamos ante este Fundamento único, real y necesario, al que algunos llaman Consciencia, donde reside la Libertad. En la mente, tenemos la prisión de una falsa identidad, de un personaje ilusorio —un prisionero de una prisión también imaginaria—. Sin embargo, tenemos el Fundamento de todo, y es en él que reside la Libertad. ¡Su Naturaleza Real es Consciencia! ¡Este es el Fundamento!
Ustedes no son esa apariencia, por ejemplo, de un metro sesenta y cinco, un metro setenta y cinco, un metro ochenta y dos, un metro y cincuenta, etc.. Usted es Aquel para quien surgen las apariencias, ¡y ver esto de cerca es fascinante! Viendo esto, usted puede soltar todas las etiquetas que hace de sí mismo, como la de una “buena persona”, una “mala persona”, una “persona traumatizada”, una “persona infeliz”, una “persona inteligente”, entre otras. Entonces, viendo esto, usted puede soltar todos los rótulos, los cuales son ideas, imágenes, creencias, conceptos. ¡La mente está llena de conceptos! ¡Usted es Eso donde todo esto aparece! El termino “Consciencia” es un hermoso indicador de su Estado Natural, sin embargo, como hemos dicho en nuestros encuentros, no hay que confundir Consciencia con estar consciente.
Algunas veces, usted puede estar consciente, otras veces no, por eso este estado no se puede confundir con Consciencia. Algunas veces, usted confunde estar consciente con estar identificado con imágenes que produce el pensamiento, y eso es estar en una forma sutil de “sueño”, distraído, lo que significa estar muy lejos de la Consciencia. Cuando está distraído, usted está en la fluctuación de la imaginación, en un “estado de sueño” sutil, en el cual está despierto, pero la mente está produciendo el “sueño”. Todos estos estados son de la mente, a los cuales llamamos “estados de consciencia”, pero la Consciencia real no conoce ningún estado.
Esta Consciencia, a veces, recibe el nombre de “Yo”. Así, al usar la expresión “Yo Soy”, podemos estar refiriéndonos a esta Presencia, sin embargo, cuando usted hace esta afirmación, puede estar confundiendo eso con un estado mental. Al igual que cuando dice: “Estoy durmiendo”, “Estoy soñando”, “Estoy imaginando”, “Estoy sintiendo esto”. Entonces, esta Realidad de la Consciencia, que es el verdadero “Yo Soy”, y el ego, no son lo mismo. El ego es la noción de ser una persona, una entidad basada en la identificación de sí mismo con el cuerpo y la mente, o con la personalidad y sus diversos rótulos (“buena persona”, “mala persona”, “persona infeliz”, “persona feliz”). Mientras que este “Yo Soy” —su Condición Real, Natural— es anterior a la imaginación de ser alguien.
En el fondo, usted sabe que puede atestiguar lo que pasa en su cabeza sin, necesariamente, identificarse con ello. Por tanto, esa identificación no es una condición necesaria, es solamente habitual, un vicio, viene de la práctica repetitiva de identificarse con historias mentales, con pensamientos. Usted puede desidentificarse de una imagen, pero el ego es muy sutil y se aferra a otra imagen, es decir, simplemente cambia una imagen por otra. Vivir en esta condición de identificación con lo que produce la mente no es algo fundamentalmente esencial, necesario; es algo dispensable. Usted puede descubrir cómo dispensar esta identificación con la identidad falsa, y trabajar en esto es el propósito de estos encuentros.
Su Condición Natural es de Amor, Paz, Libertad y Suprema Inteligencia. Esto significa no identificarse con estados mentales, con imágenes que produce el pensamiento, con una identidad que el pensamiento crea con base en estas imágenes.
Sin embargo, para esto usted necesita estar consciente de los estados mentales, de estos movimientos de la mente, del movimiento de estas imágenes. Hace treinta, cuarenta, cincuenta o sesenta años, usted está preso en este movimiento, y ahora es momento de comenzar a desconfiar de lo que produce el pensamiento, a dudar de lo que siente, piensa y dice, porque todo esto es producido por una reacción del pensamiento.
El movimiento de la mente, del pensamiento, es básicamente inconsciencia. Usted necesita dar un paso atrás. Una vez capturado por este movimiento, no es difícil observar el pensamiento, ¡es imposible! Lo único que la mente conoce es su propio movimiento, el cual es inconsciencia. Es por eso que la base, el fundamento de la Liberación es simple. Ahora, para acoger esta Liberación es necesario un trabajo de rendición, de entrega, de Meditación.
La Realidad de esta Consciencia, de esta Presencia, es absoluta, incondicionada, indefinible, indescriptible. Ya el mundo de las experiencias, los estados mentales, en el día a día, es algo conocido para la mente, siendo para esta más fácil y habitual lidiar con ello. Así, para la mente, esta Realidad, incondicionada, indefinible es intangible, inalcanzable, por estar fuera de sus experiencias cotidianas. Vean ahí que la verdadera dificultad es la imposibilidad para la mente de alcanzar Lo que está fuera de ella.
Entonces, el “paso atrás” lo tiene que dar usted mismo. Yo quiero recordarle que usted es esta Absoluta Consciencia, sin embargo, a pesar de esto, el movimiento de la mente debe ser constatado. Enredarse en este movimiento es a lo que he llamado “identificarse”; identificarse con pensamientos, sensaciones, sentimientos, imágenes, creencias y todo lo demás, lo cual es parte del cotidiano conocido de la mente. Sin embargo, usted necesita descubrir cómo vivir en su Estado Natural, sin la identificación con lo que produce el pensamiento. Ese trabajo tiene que suceder ahora, aquí. ¿Cuántos pensamientos, sentimientos o experiencias podrían tenerse sin la Presencia, la Consciencia Real, que Usted es?
La Consciencia es la Base, es el Fundamento de estos pensamientos, sentimientos y experiencias. Así que, vaya hacia ese Fundamento, oriéntese hacia Él, hacia esa Base. ¡Despierte! Despertar es salir de la condición de identificación con todo lo que produce la mente. Entonces, para experimentar cualquiera de estas cosas, se requiere Consciencia, porque Esta es el Fundamento, la Base.
Este es un punto simple, básico, pero generalmente olvidado. Usted olvida que es Consciencia, y se confunde con lo que el pensamiento produce, con las historias que produce sobre quien es usted, sobre lo que es el otro, sobre lo que es el mundo. Sin embargo, el otro, la mente y el mundo son solo apariciones. Pero, al identificarse con el cuerpo, usted está con miedo de ser “asesinado” por el Coronavirus, porque la mente produce historias sobre la muerte. En realidad, eso solamente lo tocará si usted está destinado a pasar por eso, pero la mente no trabaja con la realidad, sino con la ficción, con la imaginación. Así que esta produce lo que sabe producir: imaginación; sobre todo, imaginación de dolor, de sufrimiento, de pérdidas, de conflictos, pues la mente es especialista en esto, en ser miserable. Entonces, este simple punto es siempre ignorado, olvidado. El simple punto es: ¡Usted es Algo anterior al cuerpo, a la mente, al mundo, a los pensamientos, sentimientos, experiencias y objetos!
Cuando tenía quince años, usted vivía rodeado de objetos diferentes a los de ahora, ahí, en la sala de su casa, en el cuarto, o dondequiera que estuviese, y tenía un cuerpo, completamente diferente al cuerpo que tiene ahora. Entonces, “su mundo” cuando tenía quince años y “su mundo” ahora son completamente diferentes, pero usted continúa siendo la Consciencia que presencia eso. La Consciencia presenció ese mundo (el de sus quince años) y presencia este.
Psicológicamente, es igual. El adolescente de quince años tiene pensamientos, experiencias psicológicas, diferentes a las de un adulto de treinta y cinco años o a las de alguien de mediana edad, de cincuenta o sesenta años. Así, la configuración de un mundo psicológico, todo basado en el pensamiento, es muy diferente. Entonces, tanto su mundo externo como su mundo interno, psicológico, cambian, pero usted siempre continúa siendo un testigo, la Consciencia; ese es el único factor presente en toda experiencia.
El mundo, la mente, el cuerpo, todo cambia, e ignorar esta posición real de ser Pura Consciencia es todo el problema que usted tiene. Cuando ignora la posición real de la Verdad sobre Sí mismo, usted se confunde con una historia que el pensamiento produce sobre ese cuerpo ahí, de treinta y cinco, cuarenta o cincuenta años. Usted es Lo que Usted es, y Eso no es el cuerpo, no es la mente, ni está en el mundo; no nació y no muere; no tiene hijo ni nieto, no fue ayer, no será mañana, no es hoy. Su mundo externo ahora es uno, el de los quince años era otro, los patrones de pensamientos y creencias eran unos y hoy son otros. Todo esto son ilusiones, apariencias fugaces, no sustanciales, sin Verdad.
Transcrito de un discurso en un encuentro online, el 1ro de mayo de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

jueves, 8 de octubre de 2020

La felicidad que buscamos

Nada se compara con Aquello que somos. Toda búsqueda humana por felicidad y libertad, en estos caminos creados por el pensamiento, es simplemente inútil e innecesaria, porque es huir de la Realidad.
No ver la Vida directamente tal como es, o como se nos presenta a cada uno, es algo sin propósito, que trae un enorme peso de dolor y sufrimiento. Esto hace que quedemos en el habitual círculo del sufrimiento, el cual nos mantiene en la interminable búsqueda de la felicidad, en la búsqueda de algo, de alguien o de una situación que nos ofrezca eso que nos hará felices.
Así, hemos confundido la búsqueda de placer, de realización y satisfacción personal con la búsqueda de un Verdadero Encuentro con la Felicidad. Esto porque creemos que la Felicidad es una conquista, por la cual necesitamos luchar.
En esta búsqueda de personas, cosas y situaciones, encontramos cierta comodidad y satisfacción, pero aún así, nos falta la más simple comprensión de que nada nos puede hacer plena y eternamente felices, porque no hay nada que se pueda encontrar y no perder. Esta es la naturaleza efímera del deseo, y por lo tanto, de toda forma de búsqueda.
Entonces, podemos disfrutar del placer temporalmente, pero todo lo que surge en el tiempo carece de la marca de Lo verdaderamente Eterno, y por tanto, también desaparecerá con el tiempo. Continuamente estamos en este vaivén de inseguridad y frustración. Aquí está el placer de la realización, que ilusoriamente, llamamos “felicidad”, y que luego tenemos el dolor de perder.
En estas publicaciones, hablaremos de la Verdadera Felicidad, que no es algo para alcanzar, conquistar, adquirir, sino que nace muy naturalmente, sin esfuerzo, lucha ni búsqueda, a través del Reconocimiento pleno de quien realmente somos. Esta Verdadera Felicidad es tan eterna e inmutable como la Naturaleza de nuestro Ser.
Este texto, escrito por el Maestro Marcos Gualberto, en el que se comparte la visión del Sabio sobre la vida, fue publicado por primera vez el 2 de octubre de 2010. Hace parte del acervo de los primeros años de este trabajo, cuyos textos, tras haber estado offline en los últimos años, serán republicados en serie, de forma conmemorativa, en este que fue el primer canal de la internet em que este trabajo se hizo público. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

lunes, 5 de octubre de 2020

¡Nada de lo que ocurre es Usted!

Aquí tratamos sobre Lo que no está limitado por un conjunto de creencias, de ideas. Yo sé que debe ser un poco complicado depararse con esta visión. Puede parecer muy complejo aceptar que toda limitación no es más que un concepto dentro de la Consciencia Ilimitada, la Presencia Ilimitada.
Hay un Espacio presente, aquí y ahora, que podemos llamar Presencia o Consciencia. ¡Todo está ocurriendo en este Espacio! Es algo que no tiene textura, color, forma, apariencia… El reconocimiento de este Espacio, la habilidad de verlo sin la limitación del pensamiento, puede no parece simple, porque la mente lo complica mucho.
El trabajo de investigación que hacemos juntos es para que usted constate la Realidad de este Espacio y vaya más allá de la limitación de la mente. Todo lo que usted está viviendo en este momento está dentro de este Espacio —el sonido de la voz llegando hasta usted, toda y cualquier percepción sensorial—… Es decir, todo lo que está ocurriendo está dentro de Esto, pero ¡nada de lo que ocurre es Usted!
Cuando usted conduce su auto, por ejemplo, ve otros autos en la carretera también, pasando a su lado. Usted mira por el retrovisor y ve unos detrás, otros que ya pasaron, otros en frente y la propia carretera. En ese momento, usted ve con claridad que está dentro del auto, que usted no es ese auto ni los que están alrededor, y que tampoco es la carretera. Entonces, usted se depara con la consciencia de esa experiencia, pero sabe que usted no es el propio auto ni la experiencia de otros autos pasando en la carretera.
De la misma forma, usted necesita descubrir su Naturaleza Verdadera aquí y ahora. Usted no es ese cuerpo, esa mente ni toda esa experiencia externa e interna —pensamientos, sentimientos, sensaciones corporales, emociones— que está vivenciando. Todo esto está sucediendo, pero nada de esto es Usted.
Entonces, este es su trabajo aquí conmigo: tomar ciencia de este Espacio, aquí y ahora, es decir, desidentificarse de la experiencia y tener la visión de la Verdad de Esto donde la experiencia aparece. Es lo que ocurre cuando usted conduce su auto: usted es consciente de que está simplemente manipulando un mecanismo y que él no es usted.
De la misma manera, usted ahora está descubriendo cómo manejar o dirigir ese mecanismo llamado “cuerpo-mente”, sin confundirse con la experiencia, con la idea ilusoria de que hay “alguien” implicado en eso. En la ilusión de que usted es el cuerpo, usted es lo que siente, los pensamientos son suyos, las emociones son suyas, las sensaciones también. Sin embargo, todo esto cae en la investigación de la Verdad sobre Sí mismo.
Entonces, este trabajo es la constatación de la Realidad de este Espacio, sin importar lo que esté ocurriendo en Él. Usted permanece consciente de la experiencia, pero, como no se importa, no le atribuye realidad.
Vean, por ejemplo, todo el problema actual en relación a la pandemia que asola al planeta. Si usted carga con el sentido de “persona” en esta experiencia, el miedo, el sufrimiento y el conflicto están presentes. Aquí, estamos hablando de permanecer libre de la identificación con toda la experiencia externa. El cuerpo tiene sus sensaciones, sus sentimientos, y la mente sus pensamientos, sus imágenes, sin embargo, todo esto son solo apariciones, como en una carretera, en la que hay carros pasando, pero usted no se importa con su destino.
El hábito, en la egoidentidad, es estar siempre ocupándose y preocupándose con la experiencia de sensaciones, sentimientos, pensamientos, emociones y todo tipo de creencias. Ahora, está el coronavirus ahí, asustando a todo el mundo. Hay mucha imaginación, muchas creencias, mucho miedo, mucha historia, mucho drama, mucha fantasía. El ego adora vivir en esto, ¡porque su vida es eso!
La soledad es otra imagen que tiene esa identidad, la imagen de estar solo, llena de pensamientos, llena de pasado… El ego está siempre acompañado de imágenes, como la de la falta de algo, la de la falta de alguien, lo que es llamado “dolor de soledad”.
Así que todos los pensamientos, sentimientos y percepciones están tan solo fluctuando en este Espacio, pero en esto no hay realidad alguna. Una vez que este Espacio sea reconocido como la única Realidad, lo que surge en Él deja de tener importancia. Esta es la invitación real a la Meditación: permanecer desidentificado de lo que el pensamiento construye y lo que el sentimiento produce. De otra forma, la mente siempre estará a la expectativa de algo, de que le suceda algo. Esta expectativa es realmente un escape, una forma de aislarse en “su mundo particular” de identidad, de historia del personaje.
La expectativa de que algo debe suceder, o de que no puede suceder, es siempre una forma de supervivencia del “yo”, una forma de mantenerse en su miedo, en sus conflictos y dilemas imaginarios. Esto es un escape de la Realidad, de lo que está presente aquí y ahora, de esta situación actual, de lo que se presenta.
Participante: ¿Esa expectativa es la preocupación por el futuro?
Maestro Gualberto: Sí. Preocuparse por el futuro o esperar un buen resultado es siempre una fuga de la Realidad presente. La mente siempre tiene la sensación de carencia. Aunque sea una desgracia, una contracción del virus, ¡siempre está faltando algo! Esto es algo muy, muy común. Así que, todas las veces que usted sienta que las cosas no son como deberían ser, puede estar seguro de que esto es imaginación, en la forma de una “identidad” sintiendo una carencia.
La parte compleja es que esta “carencia” no ocurre solo en el ámbito del pensamiento, sino también en el del sentimiento y la sensación. Esto es lo que hace mucho más complejo liberarse de la identidad falsa. El hecho es que no hay nada fuera de lugar, ni nada que esté faltando. La Vida se está manifestando en su forma misteriosa y hermosa, tal como es, aunque no le parezca para nada encantador a la mente asustada, a la mente llena de expectativas, imaginación y creencias.
Así que, ¡nuestro trabajo aquí es de gran belleza! La pregunta es: ¿en qué lugar está usted, que no deba estar? El recelo, el miedo, la expectativa negativa o pesimista, nada de esto lo va a matar. Todo mi trabajo es para que usted encuentre un interés verdadero en descubrir la ilusión que es el sentido de separación, que hace que usted se sienta miserable. Así que es muy importante descubrir esto.
¡No hay manera de huir de la Realidad de lo que Usted es! Ni siquiera toda la imaginación logra ocultar completamente la Presencia Divina que está aquí y ahora. Este reconocimiento no hace parte de la mente. La Consciencia, la Presencia, no depende de la mente, en absoluto, para constatarse. Cuando usted justifica una dificultad en percibir la Verdad sobre Sí mismo, diciendo que no puede, yo le pregunto: ¿quién es el que no puede? Generalmente, la mente dice “no puedo, no soy capaz”, pero la mente no es un factor para Esto. ¡La Consciencia, la Presencia, no depende de la mente para expresarse, para revelarse!
Transcrito de un discurso en un encuentro online, el 20 de abril de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

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