miércoles, 30 de junio de 2021

La Alegría en Dios

La alegría es el signo clásico de la Libertad. Sin embargo, la alegría no es vivir sonriendo. La Verdadera Alegría es silenciosa. Transmite la Presencia, pero es silenciosa. Dice: "Estoy aquí", pero no hace ruido. Es muy invisible, pero dice: "Estoy aquí, si puedes verme, ¡bien! Si no puedes verme, ¡también está bien!" Unos pocos pueden ver, otros muchos no. La gran mayoría no puede, no tiene ojos para ver.

La gente se confunde con la falsa alegría, esa alegría de sonreír, la alegría de mostrar que estás bien, de la apariencia, del estatus... Esta falsa alegría es la de querer mostrar a todos los que te rodean que eres feliz. Por eso la gente, cuando viaja, hace fotos: para decir a los demás que son más felices que ellos, que tienen más libertad que ellos, que tienen más dinero que ellos y que disfrutan de la vida más que ellos. Una cosa de estatus, de ostentación. ¡Pura vanidad! Una cosa de una mente egoísta, de una mente estúpida…

Pero la Verdadera Alegría es esta: la Alegría de Ser lo que eres, sin conflicto, sin sufrimiento, sin buscar más que lo que está aquí, más que lo que se presenta en este momento, con el corazón agradecido, con una sonrisa en los labios o no (no importa). Esta Alegría dice: "Estoy aquí", pero no es para todos, no es para que la vean. Esta Alegría no es exhibicionista, no es para humillar a nadie, no es para darse importancia, no crea estatus, no es vanidosa. Esta es la Alegría de Dios, y como todo lo que Dios hace, es simple y sin ostentación, pero de gran belleza para aquellos que tienen ojos para ver.

La mente es ciega, el ego es ciego, no ve nada. Así que disfruta entristeciendo a los demás, presumiendo, mostrándose más feliz que los demás, lo cual es pura vanidad, pura imbecilidad, pura idiotez. Quien se interesa por la Vida tal como es, no se preocupa por ser alguien para algunos, por presumir para otros. Su alegría es silenciosa, está en este momento, no necesita nada externo, es un desbordamiento…

Es solo la mente la que conoce el estatus, la que conoce esa alegría eufórica, exhibicionista y egoísta...

Transcrito a partir de un discurso ocurrido en septiembre de 2016, en un retiro Tiruvannamalai, India.Publicado por primera vez en portugués el 25 de septiembre de 2016. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí .

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