domingo, 13 de septiembre de 2020

El propósito de nuestros encuentros es la Verdadera Meditación

Hay toda una preocupación entre aquellos que están inmersos en la búsqueda de la Verdad, de la Sabiduría, de la Realización, que está relacionada con el asunto de las prácticas. Hoy puedo hablar un poco sobre esto. Estamos por entrar en un retiro, pero el propósito aquí no es la práctica espiritual, porque no existe tal cosa.
Básicamente, hay algunas prácticas dentro de esta “búsqueda espiritual”. Entre las cuales, están las prácticas de lo que es llamado “meditación”. La más común de estas consiste en aquietar el cuerpo, cerrar los ojos y forzar el pensamiento al silencio, o, a través de alguna técnica, silenciar el movimiento del pensamiento. Esto es algo muy común en las prácticas espirituales. Así que, es una forma convencional de práctica, de búsqueda.
Hoy hay métodos más modernos que esta antigua práctica de aquietar el cuerpo y la mente, para obtener el mismo resultado, que se realizan a través de aplicaciones de celular —usted descarga una de estas aplicaciones y hace la práctica espiritual. Todos estos métodos hacen lo mismo: producen relajación física, psicológica, emocional. Si usted tiene en frente un reloj de los antiguos, con el martillito golpeando en el puntero de los segundos, y se ocupa con esto completamente, va a tener un efecto parecido. Básicamente, la técnica causa un efecto cerebral de aquietamiento, de relajamiento, algo cercano al sueño. Así son las técnicas de meditación guiada, las del “tic-tac, tic-tac”. Así, cualquier método que se conozca es hipnótico, de relajamiento cerebral y físico. Se relaja el cerebro, se relaja el cuerpo. Ese no es nuestro trabajo aquí, porque no se trata de una relajación psicológica, física, emocional. Eso se puede obtener durmiendo o mediante estímulos de inducción externa.
Aquí, su trabajo es permanecer libre de lo que la mente dice sobre lo que usted es, sobre lo que sucede externa e internamente. Cuando digo "externamente", me refiero al movimiento de lo que se muestra en la vida momento a momento. Y la expresión "internamente" hace referencia a los pensamientos e imágenes que surgen dentro de usted, es decir, “lo que está sucediendo”. Así que permanecer desidentificado del movimiento interno es permanecer desidentificado de lo que los pensamientos, las sensaciones, las percepciones y las emociones producen ahí. Estar desidentificado del movimiento externo, por otro lado, es no identificarse con la experiencia, con lo que surge en este momento. Así, ahora estamos abordando la Verdadera Meditación, la cual tiene un sentido completamente diferente del de una práctica, porque en Esta no se hace ninguna práctica.
Si usted realiza una práctica, está dentro del proceso mecánico de realizar, y naturalmente, de conseguir un resultado, el cual, seguramente, se ajustará a su nivel de empeño, a su capacidad de realizar. Así que esto está relacionado con esfuerzo, con una adquisición, con alcanzar un objetivo. La cuestión es: ¿quién es el que realiza o el que puede realizar eso? Es evidente que esto está dentro de los límites del propio “yo”, del propio “individuo”, de la propia “persona”.
¡Eso no es Meditación! Meditación es cuando la “persona” no está, por lo tanto, no se trata de un esfuerzo, de una adquisición, de una realización personal. No es una práctica espiritual, que requiere la presencia de “alguien”. Por eso, la expresión “Realización de Dios” es completamente inadecuada para usar en Satsang. Hacemos uso de esta expresión, pero no dice nada, porque la Realización de Dios es la Manifestación directa de lo Desconocido, y aquí, lo Desconocido se manifiesta por Sí solo. No hay nada que pueda hacerse para que eso ocurra o no ocurra, porque la Verdadera Meditación no es una práctica. El propósito de nuestros encuentros es la Meditación Real, que es la Llegada de lo Desconocido, la Realización Divina.
Satsang es el encuentro con la Realidad, con la Verdad, y Eso es Meditación. No es un cambio en lo que se conoce como “nivel de consciencia”. La experiencia de un cambio de nivel de consciencia no es más que otra experiencia limitada, personal, algo cerebral, detectable, que puede ser monitoreado. La Realización no está dentro de la experiencia. Lo que estoy diciendo es que la Realización no es para “usted”. La Realización es la ausencia de ese “usted”, así como la Meditación, la Verdad.
Cuando “usted” está, la “persona” está. Mientras que haya un “experimentador” en la experiencia, el sentido de limitación, de separación, estará ahí. La Meditación es la ausencia del sentido de separación, del sentido de un “yo” presente, de un “experimentador”. Así, cuando usted cierra los ojos y relaja el cuerpo por medio de un estímulo externo, como una voz suave o el sonido de un mantra siendo enunciado, o incluso los golpes de las manijas de un reloj, esto puede producir una profunda sensación de placer, pero no es Meditación Real.
Esto es muy saludable, lo hace dormir mejor, tener menos estrés y ansiedad, trae un sinnúmero de beneficios que pueden ser monitoreados y comprobados científicamente, pero es solo una nueva sensación placentera y relajante. Por lo cual, la estructura egoica continuará sólida en su centro, continuará en su movimiento, ya que el “yo” tan solo estará quieto, porque su movimiento, ahora, será hacia la quietud.
Antes, había un movimiento de inquietud en él, y ahora, hay un movimiento hacia la quietud, debido a la facilidad encontrada para que esto pase. Así que estas prácticas, estas técnicas que ustedes aprenden, como el Yoga, la respiración pranayama, la Meditación Transcendental, el Mindfulness, todo esto hace bien, aquieta, relaja el “yo”.
Sin embargo, aquí la cuestión no es obtener un estado, lo cual está dentro de la experiencia. ¡La Meditación no puede ser un estado! Lo que es conocido como “meditación” siempre implica un estado, un estado de bienestar, de placer, de relajamiento, de reducción de velocidad. El ego es muy activo, la mente egoica es muy activa, parlanchina.
Cuando usted ve un niño muy activo y quiere que se aquiete, tiene que darle algo para hacer. Usted le da un juguete que le llame la atención, entonces, él se sienta y comienza a jugar. Ahora toda su atención está en el juguete, así, su cuerpo también se aquieta. El niño se sienta en el suelo, comienza a jugar y deja de correr por la casa. De esta forma, los muebles están a salvo, así como los floreros. Todo estará en su lugar mientras que el niño esté ocupado con el juguete. ¿Entienden lo que estoy diciendo?
La mente es algo así. Si usted le da algo, que le pueda traer una sensación, un estado, una experiencia de placer, de relajamiento, de bienestar, esta se va a ocupar con eso, pero esto no tiene nada que ver con la Verdadera Meditación, tiene que ver con una técnica. Usted “le da un juguete al niño y él comienza a jugar”, es decir, usted toma a una persona religiosa, espiritual, y la pone a cantar mantras, a repetir nombres sagrados, a rezar con un rosario en la mano, a respirar de cierta forma… También puede enseñarle a ver el momento presente, a ver lo que ocurre externamente, de tal forma que se deje absorber por completo por la experiencia presente. Todo esto son trucos, que no destruirán esa fuerte y sólida estrutura del sentido de separación, del “yo”. El miedo, la envidia y todas las idiosincrasias de la “persona”, del sentido personal, continuarán ahí. ¿No es así?
Lo que estoy diciendo es que la Meditación Real requiere un terreno Real, el cual es permanecer delante de sí mismo, momento a momento. Usted descubre la Meditación limpiando el terreno para que florezca. La Meditación es la Presencia de lo Desconocido, pero se manifiesta cuando lo conocido no está. Esto no requiere ninguna técnica, ninguna práctica espiritual, ningún tipo de “juguete”, de rezos, canciones, danzas, ni tampoco el uso de sustancias, como píldoras o té, formas de respiración o cualquier otra cosa.
Aquí, se trata de ver lo que está presente. ¿Qué es este “conocido”? ¿Qué es este terreno? ¿Cuál es el terreno del “yo”, del sentido de “mí”, con sus elecciones, deseos, ansias, recelos, miedos, envidia, celos, todas estas locuras de la “persona”? Cuando este terreno está limpio por la observación, la Verdadera Meditación tiene espacio. Cuando ya no existe el “loco”, no hay necesidad de un “manicomio”. Es eso.
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online, ocurrido el 16 de noviembre de 2019. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

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