Estos encuentros, en Satsang, son las mejores oportunidades que usted tiene de acercarse a Lo que Usted es. Todos viven en un estado de sueño absoluto. No es posible la Libertad, no es posible la Felicidad, cuando no sabemos lo que somos. Todo lo que la mente conoce hace parte del tiempo, y el tiempo es algo que el pensamiento construye. Toda su historia es algo que el pensamiento puede contar, por lo tanto hace parte del tiempo. Lo que hace parte del tiempo no es eterno, no está más allá de él. Usted tiene que encontrar Algo que está más allá del tiempo. Ese Algo más allá del tiempo es su Verdadera Naturaleza, la Fuente de la Felicidad permanente, de la Libertad incondicional.
Satsang significa “encuentro con la Verdad”, y la Verdad es Eso que está más allá del sueño. Lo único que todos buscan es la Felicidad. La búsqueda del Amor es la búsqueda de la Felicidad; la búsqueda de la Libertad es la búsqueda de la Felicidad; la búsqueda de la Paz es la búsqueda de la Felicidad. Paz, Amor y Libertad, esa es la Naturaleza del Ser, la Naturaleza de la Conciencia, su Verdadera Naturaleza. No importa lo que usted consiga, porque, sin la Realización de lo que Usted es, vive en la miseria. No importa si usted es famoso, si es rico, si tiene unos hijos hermosos, una mujer hermosa, un marido hermoso, si vive en una casa hermosa, en la playa, conduce un auto importado... Aun así, si usted no sabe quién es, si sigue creyendo que va a morir, que va a dejar todo esto ahí, es muy miserable.
Solo cuando usted reconoce su Verdadera Naturaleza, cuando reconoce que nunca nació y que no puede morir, usted está en presencia de la Felicidad, de Lo Eterno, de Lo atemporal. La Verdad es su Ser, ¡y Eso es Dios! Él no está en el cielo, no está en las mezquitas, en los templos, en las iglesias. Dios está aquí y ahora, como su Verdadera Naturaleza, como su propio Corazón. Este es su templo, la única iglesia que Dios frecuenta. Todo lo que la mente ha construido, las grandes catedrales e iglesias, los lugares hermosos donde se colocan las imágenes sagradas, no significan nada para Él. El único Lugar donde Él vive, que visita todo el tiempo y del que nunca se va, es su Corazón. Si usted no sabe quién es Usted mismo, no conoce a Dios. Aun yendo a todos estos lugares, no conoce a Dios.
¡Conocer a Dios es ser Dios! Cuando usted pueda verlo en Usted mismo, como Lo que Usted es, sin ninguna separación, podrá mirar a todo lugar y ver que está en todas partes; verá que todo lugar es la morada de Dios. Dios vive en las iglesias y en las catedrales, pero también en una casita y en una cueva. Él es la Presencia en todas partes, pero usted solo puede saberlo directamente cuando se conoce a Sí mismo, cuando está fuera de la mente, fuera del sentido de separación, fuera del ego, fuera del miserable estado de conflicto que el pensamiento produce, creando todo tipo de división, todo tipo de enemistad, porque donde hay sentido de separación hay conflicto, hay guerra.
Cuando usted está Aquí, en este Lugar único, que es el Lugar de Dios, todo está en su sitio, porque no hay conflicto, así que no hay guerra, no hay sufrimiento, no hay apego. Su Estado Natural es Conciencia Pura, eso es la Meditación. La Meditación no es algo que se hace durante unos momentos, sentado, retirando los pensamientos de la cabeza, respirando de cierta forma… Todo esto puede ser muy beneficioso —hay estudios que demuestran la importancia de la práctica de la meditación, porque acalma, relaja, aporta bienestar físico y emocional—, pero no estamos hablando de eso. Estamos hablando de la Meditación Real, que es estar aquí y ahora, sin conflicto, sin ego, sin miedo, sin deseo, sin sufrimiento, sin elegir. La Meditación es la Visión de Dios, con los ojos abiertos o cerrados, caminando, comiendo, hablando, leyendo... No tiene nada que ver con la postura del cuerpo, sino con la postura del corazón. Es su corazón el que tiene que estar asentado, no el cuerpo.
Ahora, por ejemplo, incluso hablando, este Estado es Natural. Esto es la Verdadera Meditación, la Realización, la cual es la Iluminación, el Despertar. ¡No estamos separados! Si usted va a un maestro zen y le pregunta si existe separación, ellos lo tienen muy claro: caminar es Meditación, hablar es Meditación, comer es Meditación, dormir es Meditación…
Cuando usted está identificado con la mente egoica, no está en Meditación, está en un estado de sueño, de identificación con lo temporal. Está identificado con los pensamientos, con las emociones, con las sensaciones, con la historia de esa "persona" que cree ser. Su nombre y toda la historia que lo acompaña, hasta este momento, nada de esto es Usted. Su mente no es Usted, su cuerpo no es Usted. Todo esto es un préstamo —la Naturaleza le ha prestado todo esto, y usted se está confundiendo con esto—.
La Liberación, que es la Meditación, es Sabiduría. Cuando hay Sabiduría, no hay ilusión. Así, esta identificación con el cuerpo y la mente, y también con el mundo, con las experiencias, todo esto "cae", porque nada de esto es Real, nada de esto es Sabiduría. Verdad, Libertad incondicional, Amor, Conciencia, Presencia: ¡eso es Sabiduría! Usted es Sabio, porque Dios es Sabio. No hay diferencia entre Usted y Dios.
La Biblia dice que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. Cuando usted se confunde con el cuerpo, pierde esta "imagen y semejanza de Dios". ¡Esto no tiene nada que ver con el cuerpo! Su cuerpo se hizo a imagen y semejanza de sus padres. La imagen de Dios, la semejanza de Dios, es la Conciencia. Algunos lo llaman "Espíritu". Yo no utilizo esta expresión, porque la palabra "espíritu”, en nuestra cultura, está relacionada con la idea de una identidad dentro del cuerpo, lo cual no es real. No existe nadie dentro ni fuera del cuerpo.
La Realidad Única, la cual hace todas estas múltiples apariciones, es la Realidad de Dios. ¡Solo existe Dios! Todas las diferencias las produce la mente. Así que usted ve muchos espíritus, muchos cuerpos, algunos materializados y otros desmaterializados, pero todos son producciones de la mente, no son reales. La Realidad Única es Aquello que no cambia, Aquello donde todo puede aparecer, tomar una forma provisional y desaparecer. Lo que aparece y desaparece no es Real. Dios es la Única Realidad y todo es Su morada. Él vive en todas las apariciones —ese es el juego—. Es como una pantalla de cine. Imagine una pantalla de cine sin película... ¡No es divertido! Dios es la pantalla y las imágenes en la pantalla, este mundo y el otro mundo, pero el otro mundo es tan irreal como este mundo.
La gente me pregunta sobre la cuestión de la muerte, y yo les he dicho que solo puede morir quien está vivo. ¿Quién le garantiza a usted que está vivo? ¿Quién le garantiza que ha nacido? Usted sueña todas las noches. La primera noche, sueña que está casado y que tiene varios hijos. La noche siguiente, sueña que está soltero y que no quiere saber de noviazgos. La tercera noche, sueña que es un mono. Cada noche sueña con una historia y un personaje. Hay una cosa interesante en estas tres noches, o en todas las noches que usted sueña: usted nunca tiene duda de que está ahí. La historia puede ser diferente, el cuerpo puede ser diferente, pero su única certeza es que usted está ahí. El "yo soy" no cambia, la historia cambia: "yo soy" gorila, soltero, casado, un hombre, una mujer, un mono, una mariposa... Pero “Yo Soy" señala Lo Inmutable.
Su único problema —y la causa de todo el sufrimiento y la miseria— es que usted sale de este “Yo Soy", entonces empieza a llorar a causa de las historias. Se muere un hijo y usted llora, la esposa se va, se escapa con otro, y usted llora. Usted se confunde con la historia. Si usted es rico, le preocupa perder lo que cree que tiene. Si es pobre, quiere tener lo que cree que puede conseguir. Por eso, cuando usted se confunde con la historia, cuando tiene y no tiene, siempre está preocupado. Cuando usted tiene, tiene que mantener, tiene que proteger. Si tiene una mujer, no puede dejar que nadie se la quite, así que eso le genera mucha preocupación.
La historia siempre es sufrimiento, en la ilusión "yo soy el cuerpo", en este mundo, con las cosas que "tengo o me gustaría tener". Usted siempre se confunde con el cuerpo. ¿Por qué? Porque no se conoce a Sí mismo. Usted no se queda con este “Yo Soy", quiere más, y no es feliz. Usted no confía en la Existencia, quiere hacerlo a su manera. Ya tiene demasiado, pero quiere cambiar lo que tiene; aún no es feliz con lo que tiene. ¡Hay quienes se casan cinco veces! Usted tiene un marido, una esposa, tiene cosas, pero eso no le basta, quiere cambiar.
Así que la historia es muy complicada, es muy infeliz vivir en esa historia. Fíjese en lo que voy a decir: ¡Ser Feliz no requiere nada! Usted no necesita nada para Ser Feliz, pero todo lo que usted cree que tiene, lo que teme perder o desea tener le está causando problemas. Yo le recomiendo dejar todo, desapegarse de todo, quedarse sin nada. Cuando digo “sin nada”, es psicológicamente; interiormente, ser pobre. ¡Cuando usted no tiene nada, es millonario! ¿Está claro? La Verdadera Plenitud, la Verdadera Libertad, la Verdadera Felicidad, está en Ser, ¡puramente Ser!
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