jueves, 9 de julio de 2020

La Importancia del Silencio

En estos encuentros, estamos abordando solamente una cosa: ¡la importancia del Silencio! Si su vida es superficial, como lo es en el mundo de la mente, no hay madurez, no hay Silencio. En esta superficialidad, si se observa bien, lo que hay es una profunda falta o incomodidad y una constante búsqueda de alguna forma de satisfacción. Si usted realmente tiene esta percepción, sin ninguna justificación, idea o concepto, esto se vuelve una invitación a algo completamente nuevo y desconocido. Debido a que el estado de la mente es muy repetitivo, este modelo de estar disperso, intentando orquestar o darle orden a la vida mental, es algo muy exhaustivo.
Así, lo único que realmente importa es el Silencio de su Naturaleza Real, donde todas las proyecciones de la mente que crean su mundo pueden desaparecer. En realidad, estas desaparecen completamente cuando está el Espacio, el Silencio de su Naturaleza Esencial. Mientras que usted esté involucrado con la mente, continuará preso en la dimensión de lo conocido, viviendo en el tiempo.
La mente se divide en sujeto y objeto, creando, imaginariamente, un mundo en el que pueda vivir. Um mundo producido por la mente, por ideas, por creencias, por conceptos, es un mundo tedioso, superficial, de imágenes, donde la propia mente egoica se proyecta.
En realidad, hay solamente una Verdad presente, y es la Verdad del Silencio de su Naturaleza Real. Cualquier otra cosa es parte de la producción de la mente, con esa división entre sujeto y objeto. Mientras que esto se mantenga, no hay Verdad, Paz, Belleza… no está la Consciencia de la Presencia de la Gracia. Así, la mente vive buscando respuestas para las preguntas que esta misma crea.
Otro aspecto que también se presenta es la permanencia del dolor psicológico, el cual es como una alarma. Este sentimiento repetitivo de que algo está faltando se vuelve tedioso. Aunque usted intente buscar una salida, como en la búsqueda de una interpretación psicológica, filosófica o espiritual para el dolor, esto finalmente no funciona. En realidad, usted está en esta aproximación de Satsang porque este dolor fue señalado. Todos están viviendo este dolor, pues es el dolor del sentido de separación, de la vida mental, de la vida del falso “yo”, con un mundo subjetivo que él mismo ha proyectado, pero usted está aquí presente porque de alguna manera este dolor se le fue señalado.
No estoy hablando de un dolor como una idea, como una creencia más o como algo imaginado por la propia mente, sino como una alarma mucho más evidente. Así, cuando digo que el sufrimiento es una ilusión, no quiero decir que el dolor no esté ahí presente para quien lo siente. Puede parecer la misma cosa, pero en realidad no es así. El sufrimiento es una ilusión, pero, mientras que usted no perciba lo que hay detrás de este (me refiero a una percepción directa, no a una mera idea), este dolor continúa. La verdad es que, si esta ilusión desaparece, el dolor no puede permanecer ahí, pero no se puede hablar del fin de la ilusión teniendo una mera comprensión intelectual u otra creencia sobre esto.
Entonces, no estoy hablando de dolor como un concepto, sino como una percepción, una sensación clara. Esta es muy real hasta que no tiene ninguna realidad. Una vez que usted haya entendido la Verdad sobre Sí Mismo, el sufrimiento no puede continuar presente, y este dolor también desaparece. Así, toda la energía que previamente se localizaba en este dolor se libera por completo y se disuelve, desaparece en la Fuente de todo. ¡En eso estamos trabajando en estos encuentros! La mente debe desaparecer en este Silencio, liberarse por completo de su movimiento de imágenes, de sus miedos y creencias.
Es importante decir, también, que esto no es posible mediante un proceso de represión. Parece que las disciplinas espirituales trabajan mucho con el asunto de la represión, y los diversos tipos de disciplinas aplicadas a la mente están, por lo general, en esa dirección. Entonces, no es con la represión que el Silencio se hace posible, sino con la observación. La observación es la base de esta investigación, de esta mirada sin creencias, opiniones, juicios y comparaciones. Usted necesita observar cada pensamiento, sentimiento y reacción que surgen sin calificarlos, condenarlos, juzgarlos, sin hacer nada con esto.
Este es un estado de atención desmotivado. Toda y cualquier motivación es solo otro movimiento de la mente, por lo tanto, otro movimiento de desatención. Cuando hay plena Atención, no hay motivación, solo hay la propia Atención, que está presente cuando el ego no está. Ego es sinónimo de mente, y mente es sinónimo de interés, de intención. Una de las cosas básicas en este Despertar es descubrir la belleza de vivir sin intenciones, sin intereses, libre de toda forma de ambición. Entonces, cuando hay esta Atención, esta realiza naturalmente la desaparición del falso “yo”, de la ilusión de la mente que se divide entre sujeto y objeto.
Así, usted puede ver, sin pretensiones, cada pensamiento, descontento, inquietud, imagen, sentimiento y pensamiento que surgen. En esto, aparece un Percepción de Totalidad, y como no hay más ese juego de interés, ese movimiento aún sutil del ego, toda forma de conflicto desaparece. ¿Cómo suena eso para usted? Usted solo entenderá Eso descubriéndolo, observando todo con total Atención.
Esto se tiene que volver su verdadero modelo de vida. No puede ser un simple hábito, ¡tiene que ser su respiración! Usted tiene que volverse consciente de sí mismo, percibirse, hasta que solo esta Atención permanezca, ¡y ahora Esta es la propia Consciencia! Solo así tiene sentido la palabra “Silencio”, que, como dije al principio, es lo único que importa. Ahora usted sabe que, cuando solo hay Silencio, no existe observador y cosa observada, sujeto y objeto, ni un pensador con su pensamiento. El Verdadero Silencio, que está presente cuando no hay ningún sentido de un experimentador con su experiencia, es Meditación.
¡El Estado Natural de Ser es Meditación! ¡Meditación es el Ser en su Estado Natural! Entonces, está presente la Inteligencia, la Libertad, la Verdad última, Aquello que está fuera del tiempo, de la mente, esa “Cosa” sin nombre. ¡Esa es la Verdad de Dios! Es una Transformación completa, sin ninguna decisión, elección ni resolución de su parte.
La Vida no está sucediendo con base en el pensamiento, sino como un Misterio. Cuando hay esta Constatación, usted no se importa más con entender lo que sucede, porque usted ya no está ahí para ocuparse de eso. No hay separación entre Usted y este Misterio, esta Manifestación de lo Desconocido, ¡esta Realidad de Dios! Este es el fin de esa vida de superficialidad, de carencia, incomodidad, tedio… ¡Es el fin de ese modelo mental!
Entonces, sin este Estado Natural de Silencio, de Verdad, de Consciencia, nada tiene sentido, y, después de que hay este completo Silencio, esta Verdad y este Sentido de Totalidad, una vez más, nada tiene el menor sentido. Noten que parece ser igual – antes, la vida no tenía ningún sentido y hoy continúa sin ningún sentido ni significado. Sin embargo, algo cambió ahora: los recuerdos y los pensamientos pueden surgir, pero usted sabe que hay solamente Consciencia, ¡y Ella está presente permeando todo! Es un Estado de no-estado, completamente libre de toda carga, peso y dirección. Ahí está el Misterio, ¡la Verdad!
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online llevado a cabo la noche del 11 de octubre de 2019. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

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