lunes, 1 de junio de 2020

La verdad sobre el sufrimiento

Aunque estos discursos, en Satsang, no traten de la Verdad, sí señalan la Presencia de la Verdad. La Verdad no es algo que el pensamiento pueda capturar. En realidad, lo que lo inspira a usted a venir aquí es la posibilidad de encontrar la Verdad – la Verdad del Silencio, de la Consciencia, de la Paz. Ese asunto de la búsqueda es bastante intrigante, porque usted no está buscando algo en específico. La cosa urgente que debe encontrarse, que a su vez es tremenda, es la Verdad, pero eso no se puede aprender ni adquirir. Es algo que llega por la autoinvestigación.
Usted tiene un sentimiento claro de que hay algo ausente o que está faltando. Ese algo, o esa cosa tremenda, es la Verdad. Solo la autoinvestigación puede darle ciencia de la falta de Eso, y eso es lo que lo inspira a estar en estos encuentros. El corazón humano anhela ese encuentro con la Verdad, con la Paz, con el fin del conflicto, del sufrimiento humano, de la guerra. Usted no puede saber qué tipo de falta es esa y, por eso, anda en muchas direcciones, hasta que llega un instante en que para y se vuelve hacia dentro. En ese momento, Satsang es lo único que tiene sentido.
Entonces, en cierto momento, usted percibe que aquello que estaba buscando allá afuera solo se puede encontrar por la autoinvestigación, y esto significa Satsang, el encuentro con la Verdad. Así, por un breve instante, usted siente ese perfume, y este se revela como la Paz del Corazón, la Verdad del Ser. Por primera vez en su vida, usted descubre que no es en la consecución de deseos que esa Paz se encuentra, sino exactamente en la ausencia de deseos. Por primera vez usted descubre que sin pensamientos, sin historia, sin imaginación, sin futuro, sin pasado, sin creencias, sin la idea “yo soy el cuerpo”, la Paz que está presente se revela. ¡Esto es intrigante! Usted siempre buscó todas esas cosas, pero, en el fondo, ¡lo que buscaba era la ausencia de todo eso!
En algunos momentos, usted se veía en Paz, en Amor, en Alegría, pero por no estar consciente de esa ausencia de deseos, usted pasaba a buscar diversos objetos, en los cuales no hay satisfacción. La felicidad por los objetos no es real, pero, como usted no conocía la Verdadera Dirección, iba en la búsqueda de ellos. Ahora, por primera vez, usted descubre que Eso está aquí, la Presencia de su Ser, la Presencia de la Alegría Real, de la Paz Real, del Amor Real. Entonces, Satsang es muy importante para usted ahora, porque usted sabe cuál es y dónde está la Dirección Real. Usted ya no tiene ningún otro objeto, ningún pensamiento, ninguna imagen de sí mismo o del mundo, sin embargo, está feliz. ¡Es una Felicidad sin causa!
Así, usted descubre la verdad sobre el sufrimiento. ¿Cuál es esa Verdad? Si su mente está ocupada con objetos, el sufrimiento está presente; si no hay objetos en la mente, no hay sufrimiento – esa es la verdad sobre el sufrimiento y la verdadera causa de la Paz y la Felicidad. Entonces, usted madura en eso, lo cual es inevitable, porque a partir de ahora usted cuestionará, cada vez más a fondo, todo por lo cual está pasando psicológicamente, interiormente.
Entonces, no es posible sufrir más, ¡pues eso es algo muy estúpido! Cuando hay autoinvestigación, no hay espacio para el sufrimiento. Ese hábito de ser alguien sufriendo ya no tiene ningún propósito… ¡Ahora no! El sufrimiento, ahora, comienza a ser apenas parte de una idea, de un concepto. Cuanto más a fondo usted entra en esta autoinvestigación, más percibe que el sufrimiento es uma idea, un concepto, bien elaborado por el pensamiento, perfectamente imaginado por la mente egoica. Estoy hablando ese sufrimiento emocional, de la tristeza, del dolor, del resentimiento, de la lástima, del rencor, del odio, del remordimiento, del arrepentimiento, de la depresión… ¡Ustedes saben de qué estoy hablando! Todo ligado a esa “historia de alguien”. Por tanto, el sufrimiento también es solamente un objeto, como todos los otros; es solo un concepto, una idea, una creencia. ¿El sentimiento de ser abandonado? Un concepto. ¿El sufrimiento por no ser amado, por ser despreciado o por sentirse herido, ofendido? Una idea. ¿El sufrimiento por perder algo valioso, de esas adquisiciones psicológicas que la vida, de repente, llega y le quita? ¡Una creencia! Entonces, todo depende de cómo usted comprende esa cuestión del sufrimiento, si su relación con esa idea, con ese concepto, se traduce o no como una forma de dolor psicológica.
En mi propia experiencia de vida, descubrí que lo más importante para mí eran los momentos en que veía que me quitaban algo o que sentía que algo faltaba, pues entonces tenía que confrontarme con eso, y ver lo que causaba aquí, para esa “persona”. Cuando usted siente esa falta, cuando se depara con ese dolor, pero sin el concepto, la autocompasión, la autopiedad, el lamento, las quejas, las reivindicaciones, los reclamos, algo completamente nuevo surge en su lugar, y ya no es algo personal. Su problema ha sido este: usted es muy personal, está muy apegado a la idea de ser una “persona”, lo cual es un concepto. El concepto de “persona” sustenta el concepto de sufrimiento; la idea de “persona” sustenta la idea de “alguien” abandonado, rechazado, sin ayuda, infeliz, incapaz.
Por tanto, es necesario explorar esa cuestión del sufrimiento. No se trata de analizar, ni de entender. Cuando digo explorar, me refiero a “ver para quién es este dolor”. Ese fue el trabajo de Ramana. Cuando las personas iban a él, decía: “¿Quién sufre?”. Así, ese hábito de la “persona” se comienza a desarraigar. Usted comienza a usar todo lo que surge, toda forma de sufrimiento o conflicto para volverse más y más consciente de la ilusión del cuerpo y la mente, de la ilusión de esa “entidad” al interior de esa experiencia del cuerpo y la mente.
Entonces, se vuelve fascinante percibir que, en todo momento, usted se va a deparar con ese desafío del “yo” en esa relación con la experiencia. La Vida es generosa en ese sentido, pues siempre traerá decepciones, frustraciones, le negará sus deseos, intereses, le dirá que no a su ego, el cual es un fraude, no es Real. ¡La Vida es Real y usted a la Vida no le importa! Eso La hace muy generosa, de una generosidad extrema. Abandonar el ego es tomar consciencia de que no existe, de que solo está Usted, ¡pero no hay nadie ahí! De otra forma, usted continuará en la ilusión de ser “alguien”, sufriendo con esa creencia, con ese concepto de “persona”, que carga el concepto de sufrimiento.
Transcrito a partir de un discurso en un encuentro online llevado a cabo la noche del 04 de julio de 2019. Publicado en portugués por primera vez el 27 de enero de 2020. Para más información sobre nuestras reuniones, haga clic aquí.

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