domingo, 19 de agosto de 2018

No puedo parar de pensar, entonces, ¿cómo puedo ir más allá de la mente?

La propuesta, en este trabajo, es ir más allá de la mente, aunque hay una gran confusión sobre lo que realmente significa. Hay, por ejemplo, la preocupación por la necesidad de dejar de pensar, porque para muchos, ir más allá de la mente es eso. Entonces, siempre existe esa pregunta: "No puedo parar de pensar, entonces, ¿cómo puedo ir más allá de la mente?" Esa es una duda muy común. En realidad, ese pensamiento no puede ser parado. Comprendan: no es que ese movimiento no pueda parar, él no puede "ser parado". Vean la diferencia.
Entonces, esa preocupación por hacer con que se pare el pensamiento, es una preocupación del propio pensamiento; Vean la clara diferencia de ello. Realización es su estado natural, además de la mente, por lo tanto, además del pensamiento, pero usted no puede parar el pensamiento - eso es algo que necesita quedarse muy claro para usted em ese trabajo. Usted puede tocar algo bastante importante, estando en ese trabajo, si entiende que la mente puede parar, pero usted no puede pararla; que el pensamiento puede parar, pero no puede usted pararlo. Es decir, es posible estar más allá de la mente, en esta no-mente, y eso sucede cuando ya no hay ese movimiento del pensamiento; es muy sutil esa diferencia. Cuando no hay más el pensar, la no-mente ya está. Pero usted no llega a esa no-mente parando de pensar, pues no es un trabajo de la mente acabar con la propia mente, destruirla.
Muchos están intentando lograrlo, por ejemplo, en todo tipo de práctica de meditación. Pero, de hecho, detrás de esta práctica está la mente intentando destruir la "mente". Ramana lo llamaba "el ladrón, vestido de policía, intentando capturar al ladrón". Entonces, quiero tranquilizarle sobre esta cuestión de intentar parar la mente: no haga ningún esfuerzo para detener el pensamiento, pues eso es un esfuerzo de la propia mente, del propio ego. No es necesario practicar ninguna acción contra la mente, porque eso sería la mente luchando contra ella misma; dividiendo la mente en dos (una es el "policía" y la otra es el "ladrón").
¡No intente parar a la mente! La única cosa que usted puede hacer es quedarse quieto y observar! Esto no requiere ningún esfuerzo y es algo muy simple: usted apenas para y observa, y deja la mente loca, suelta; no haga nada contra la mente, ni haga nada a favor de ella. No se quede a favor ni contra la maldad que se pase en su cabeza, pues todo son pensamientos, y ellos no son suyos; ni la cabeza es suya, ella es del cuerpo. La cabeza pertenece al cuerpo y los pensamientos pertenecen a la mente, pero tú eres esa Conciencia, donde surgen el cuerpo, con la cabeza, y la mente, con los pensamientos.
Yo sé muy bien cuál es el problema que le sucede a usted y le voy a contar ahora. Usted ha decidido que hay algo mal con la mente y, entonces, se quedó contra ella, se convirtió en un enemigo de ella. Sin embargo, fue ahí donde há sido usted capturado por la mente misma. Entonces, a veces usted dice "Yo no soporto más esos pensamientos", como si ese estado no fuera el propio pensamiento "nervioso" diciendo eso. Pero, ¿quién está diciendo eso? Así, la mente se separa y ella, ahora, quiere matar a la "mente", y usted se queda en ese juego - esa es la dualidad, en que hay una separación: un pensamiento queriendo matar a otro; un sentimiento queriendo destruir a otro.
¡Realización es fruto de la Conciencia! En la Conciencia no hay separación, dualidad, ni hay mente. Entonces, en ese estado, usted apenas mira a la mente, y no hay nada mal con ella. A veces, por la mañana, usted mira hacia el cielo, lo ve lleno de nubes, pero no dice que tiene algo equivocado con él; no se queja del cielo porque está lleno de nubes. Usted no dice: "Quiero que esas nubes todas desaparezcan, para quedarse sólo el cielo azul". Los pensamientos son como las nubes que, a veces, aparecen en el cielo, en ese "cielo" que es la Conciencia, y cuando usted apenas se queda quieto y observa, esa observación es como un viento suave, que empieza a barrer el cielo y las nubes empiezan a disipar.
Entonces, mirad lo que dije: el pensamiento puede desaparecer, parar, pero no puedes hacerlo esfumarse, parar. No es su esfuerzo que va a hacer eso, porque ese esfuerzo todavía es el pensamiento "nervioso", es el movimiento del propio pensamiento. Estoy hablando del arte de permanecer desidentificado de la mente, dejar que la mente y su locura desaparezcan naturalmente, sin esfuerzo. Mira con profunda reverencia, no sea un luchador. ¡Sólo asista! Permanece no identificado, distante, solamente observando. La buena noticia es que cuanto más profundamente observas, más profunda es tu Conciencia; el "cielo" queda limpio y el "sol" brilla, maravilloso! Esta es la forma de lidiar con la mente y entonces toda la vida se vuelve transparente, siendo ella misma la conciencia.
* Publicado originalmente en portugués el 2 de abril 2018. Transcripción de un encuentro online en el 07 de marzo del 2018.

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